Los factores que aumentan el riesgo de padecer incontinencia urinaria femenina

Escrito por: Dr. Fernando Monreal García de Vicuña
Publicado:
Editado por: Margarita Marquès

En un estudio realizado en España -estudio EPICC-, que se dio a conocer en el Congreso Nacional de Urología de 2007, se dieron los siguientes datos:

  • Mujeres menores de 45 años: tenían un 6,4% de incontinencia de orina.
  • Mujeres entre 45 y 54 años: el porcentaje ascendía a 10,5%.
  • Mujeres entre 55 y 64 años: el 15,5% padecían de algún tipo de incontinencia de orina.

 

¿Qué tipos de incontinencia existen?

Básicamente nos encontramos con:

  • Incontinencia de Esfuerzo: es aquella en la que existe una debilidad de los ligamentos del suelo de la pelvis y de la uretra; como consecuencia, el cuello de la vejiga desciende con los esfuerzos y pierde su ángulo anatómico. Este descenso impide a la uretra que se comprima durante el esfuerzo haciendo que se escape la orina -hipermovilidad uretral-. Es el tipo más frecuente en la mujer llegando a representar el 49% de todos los tipos de incontinencia.
  • Incontinencia de Urgencia: se producen contracciones involuntarias de la vejiga. Para entendernos sería una “vejiga nerviosa” -y que médicamente se conoce como Vejiga Hiperactiva-, que no puede ser gobernada por el cerebro. Se empeora con el nerviosismo, con el frío, con excitantes como el café y el alcohol, con las bebidas gaseosas, con la diabetes mellitus, con hernias discales lumbares y algunas enfermedades neurológicas. Este tipo de incontinencia representaría el 22%.
  • Incontinencia Mixta: en la que se pueden apreciar, al mismo tiempo, los dos tipos anteriores. Supone el 29% de todos los tipos de incontinencia.
  • Incontinencia por debilidad intrínseca del esfínter uretral: se produce porque el esfínter es incompetente y se encuentra siempre abierto dejando paso a la orina en todo momento.

 

Existen diferentes factores que aumentan el riesgo
de padecer incontinencia urinaria femenina

 

¿Cuáles son los factores de riesgo?

  1. La edad: está suficientemente demostrado que, la prevalencia –frecuencia- de casos de incontinencia de orina, aumenta progresivamente con la edad, ya que los tejidos perderán elasticidad dada la disminución de colágeno, que es la sustancia que ofrece consistencia a las estructuras músculo-ligamentosas.
  2. Los partos: especialmente el parto vaginal, durante el cual puede haber un mayor desgarro de tejidos y un mayor sufrimiento de la musculatura y ligamentos del suelo pélvico, afectando incluso a la inervación del esfínter de la uretra. Se ha visto, también, que la incontinencia de orina es más frecuente entre las multíparas (mujeres que han tenido varios partos). En este caso suele predominar la incontinencia de esfuerzo.
  3. La obesidad: se ha establecido una relación evidente entre el índice de masa corporal y la incontinencia de orina, ya que el sobrepeso incrementa la presión intraabdominal empujando a las vísceras hacia la pelvis y ocasionando un estiramiento, y por lo tanto una debilidad de los músculos, ligamentos y nervios del suelo pelviano. Por otra parte, se ha visto que, en aquellas mujeres que han sido intervenidas quirúrgicamente por obesidad mórbida, su prevalencia de incontinencia disminuía del 61% al 12%. El tipo de incontinencia más frecuente, suele ser la de esfuerzo.
  4. El estreñimiento pertinaz: debido a los esfuerzos de pujo se produce una sobredistensión de los ligamentos del suelo de la pelvis, que incluso puede dañar al nervio pudendo favoreciendo la aparición de incontinencia urinaria, siendo más predominante la de esfuerzo.
  5. Factores uroginecológicos diversos: tales como las infecciones urinarias, especialmente si son de repetición, prolapsos –descensos- de los órganos de la pelvis, como son el de vejiga y útero o matriz.
  6. Enfermedades Neurológicas: tales como la demencia, el Alzheimer, la esclerosis múltiple, las embolias y hemorragias, también conocidas como accidentes cerebro-vasculares, ictus o ACV. Son causantes, todas ellas, de la incontinencia urinaria de urgencia. En ocasiones, la presencia de una hernia discal a nivel lumbar puede ser la consecuencia de una incontinencia de urgencia; el motivo es que, los nervios de la vejiga tienen su origen en la columna lumbar, y un pinzamiento de los mismos puede ocasionar una vejiga hiperactiva que origine los espasmos de vejiga y la consiguiente incontinencia de orina.
  7. La Diabetes Mellitus: también origina espasmos o contracciones involuntarias de la vejiga ocasionando incontinencia urinaria de urgencia.
  8. Medicamentos: del tipo de diuréticos, o para bajar la tensión arterial -antihipertensivos-.
  9. Sustancias excitantes: del tipo del alcohol, el café y las bebidas colas, que favorecen la aparición de contracciones involuntarias de la vejiga con la consiguiente incontinencia de urgencia.
  10. Predisposición familiar: puede existir un componente genético, en cuanto a la calidad de los tejidos musculares y ligamentosos del suelo pelviano.
  11. Ejercicio físico: algunos ejercicios, como los abdominales o el footing, al incrementar la presión de las vísceras abdominales sobre la pelvis pueden favorecer la aparición de incontinencia. No es raro apreciar incontinencia en mujeres deportistas jóvenes, aunque no hayan tenido embarazos.
  12. La menopausia: en esta época se produce una disminución de estrógenos -hormonas femeninas-, y por lo tanto una pérdida de tejido conjuntivo, que es el que da resistencia o fortaleza a los tejidos ligamentosos.

 

¿Qué es una vejiga neurógena?

Es una situación clínica derivada de una lesión del sistema nervioso, bien sea por afectación a nivel del cerebro, de la médula espinal o, a nivel de los nervios. Dependiendo de dónde se produzca la lesión, o del grado de la misma, las consecuencias clínicas serán diferentes.

 

¿Qué tratamiento tiene una vejiga neurógena?

Variará, desde un tratamiento conservador (cateterismo vesical intermitente, rehabilitación del suelo pélvico, medicación con anticolinérgicos, toxina botulínica, etc.), a un tratamiento quirúrgico; la técnica quirúrgica a emplear dependerá del tipo y grado de afectación.

 

¿Cómo repercute la incontinencia de orina a la calidad de vida de la mujer?

La Incontinencia puede hacer que la mujer se aísle, ya que nota que los escapes de orina desprenden olor, y tiene miedo de que la gente de alrededor se de cuenta de la situación, por lo que empieza a eludir los compromisos sociales.

 

Asimismo, en un estudio británico se demostró que, la incontinencia urinaria de esfuerzo alteraba la vida sexual del 28% de las mujeres estudiadas.

 

La Incontinencia de Urgencia hace que muchas mujeres no quieran acudir a ciertos lugares en los que no hay disponibilidad de servicios públicos, planificando metódicamente los sitios a los que pueden desplazarse.

 

¿Empeora la incontinencia de orina a medida que se van cumpliendo años?

Desgraciadamente sí. La menopausia ya hemos visto que altera las estructuras ligamentosas debilitándolas. Al mismo tiempo, problemas propios de la senectud, como puede ser la diabetes, o la demencia, agravarán la incontinencia.

 

¿Se puede prevenir la incontinencia de orina en el postparto?

Durante el embarazo y parto se producen una serie de cambios en la estructura de los tejidos del suelo de la pelvis siendo los responsables, en ocasiones, de la posterior aparición de prolapsos genitales y de incontinencia de orina.

 

Sin embargo, un programa de entrenamiento de la musculatura del suelo pelviano, que se base en la instrucción mediante un simple folleto, se ha demostrado que no logra un cumplimiento eficaz. Lo que sí está claro es que, los ejercicios tendrán que estar dirigidos por profesionales de la fisioterapia, siendo en este caso eficaces y logrando prevenir en cierto modo, la incontinencia de orina.

 

¿Cómo se diagnostica?

  • En primer lugar, mediante la exploración física: con la vejiga llena se mandará toser, o hacer fuerzas, y de esta manera se comprobará si existe o no, incontinencia de esfuerzo. Al mismo tiempo, se apreciará si existen prolapsos genitales.
  • Se solicitará un cultivo de orina para descartar que no haya gérmenes y nos encontremos ante una infección de orina.
  • Puede ser interesante realizar una Ecografía para visualizar la vejiga. A veces nos llevamos sorpresas, como la presencia de piedras –litiasis- en la vejiga, que la irritan y favorecen las infecciones y los espasmos de vejiga.
  • Una prueba obligada en el diagnóstico de la Incontinencia de Orina femenina es la realización de un Estudio Urodinámico. En esta prueba se llena poco a poco la vejiga con suero y se registra el comportamiento de la misma en todo momento, apreciando si existen contracciones involuntarias que nos orienten hacia la presencia de una vejiga hiperactiva. También se solicitará toser a la mujer para apreciar si existe incontinencia de esfuerzo. Finalmente se la mandará orinar para objetivar el comportamiento del esfínter uretral. Con esta prueba, si existe incontinencia de orina se podrá poner la etiqueta de a qué grupo pertenece y, por lo tanto, qué tratamiento es el más adecuado para cada caso en particular.

 

¿Cuál es el tratamiento de la incontinencia urinaria de esfuerzo?

Si la incontinencia es de carácter leve se pueden intentar realizar los ejercicios de rehabilitación de la musculatura del suelo pélvico con la intención de fortalecerla y de mejorar los escapes. Este entrenamiento implica que hay que mantenerlo en el tiempo, como si de una gimnasia cualquiera se tratara.

 

Además, habrá que modificar algunos hábitos de vida, tales como: adelgazar, dejar de fumar, no hacer ciertos ejercicios físicos, evitar el estreñimiento, etc.

 

Si la incontinencia es más importante se puede proponer cirugía. Muchas son las técnicas que se han utilizado, y no siempre con buenos resultados. En la actualidad disponemos de técnicas poco agresivas que se pueden realizar con anestesia local; además precisan de una mínima incisión a nivel vaginal y un ingreso hospitalario de unas pocas horas. Mediante estas técnicas colocamos una pequeña cinta o malla de polipropileno que hace el efecto de hamaca sobre la que descansa la uretra cuando se realizan esfuerzos, impidiendo así, el escape de orina. Los resultados son buenos, en un porcentaje que ronda el 85% a los 5 años.

 

¿Cómo se trata la incontinencia por incompetencia del esfínter uretral?

Una de las técnicas quirúrgicas utilizadas consiste en la colocación de una cinta debajo de la uretra que aplique más tensión, para que de alguna manera comprima la uretra lo suficiente como para lograr la continencia.

 

Otro sistema empelado es la inyección, debajo de la mucosa de la uretra, de distintos tipos de sustancias que logren crear habones sobre la luz uretral, cerrándola y, por lo tanto, evitando el escape de orina. Esta técnica se realiza con un poco de sedación y es prácticamente ambulatoria. La tasa de éxitos ronda el 75% a los 3 meses, y el 45% a los 3 años.

 

¿Son útiles los conos vaginales?

Estos conos, de peso graduado, se introducen en vagina y se pretende que la mujer los retenga contrayendo la musculatura pelviana mientras camina o tose. Si es capaz de retenerlo pasará a otro cono de mayor peso, y así progresivamente. Es un intento de rehabilitar dicha musculatura. Un sistema similar a este son las bolas chinas.

 

¿Para qué sirve la electroestimulación?

A través de estimulación eléctrica de baja intensidad se intenta fortalecer la musculatura del suelo de la pelvis. Los equipos pueden ser portátiles, pudiéndose realizar estos ejercicios, por la propia mujer, en su domicilio.

 

¿Qué es un esfínter artificial?

Como su propio nombre indica es una prótesis que consiste una abrazadera que se coloca alrededor del esfínter de la uretra, unido a un reservorio de líquido y a un mecanismo que lo acciona al que se denomina bomba. Al apretar la bomba de activación, que suele ir colocada en los labios mayores, el líquido del reservorio pasa al manguito, que al llenarse comprime la uretra impidiendo así el escape de orina. Cuando se quiere orinar no hay que hacer más que desactivarlo, con lo que el líquido de la abrazadera regresaría a la bomba.

 

Este mecanismo se utiliza en casos rebeldes en los que han fracasado ya otro tipo de técnicas.

Por Dr. Fernando Monreal García de Vicuña
Urología

El Dr. Fernando Monreal  es un reconocido especialista en Urología y Andrología con más de 20 años de experiencia en el tratamiento de la patología prostática, disfunción eréctil patología testicular y vesical. Muy centrado en los tratamientos quirúrgicos endoscópicos, entre los que  se encuentra la cirugía de la Hipertrofia prostática con Láser. También realiza la Vasectomía sin bisturí y el tratamiento de la Disfunción Eréctil con Ondas de Choque, entre otros.

En cuanto a su exhaustiva formación, cuenta con el Doctorado cum laude en Medicina y Cirugía por la Universidad de Navarra y la especialización en Claves prácticas de Management Médico otorgada por la misma Universidad, al igual que es Especialista en Epidemiología Clínica por la Universidad por la UPV.

A lo largo de su excelente trayectoria ha ocupado puestos de responsabilidad en centros médicos y hospitalarios de prestigio y ha combinado la práctica clínica con la labor formativa, siendo Jefe de Médicos Residentes de Urología en la Fundació Puigvert, de Barcelona. Además, el Dr. Monreal ha publicado diversos artículos sobre su especialidad.

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