La infección por Helicobacter Pylori afecta ya a la mitad de la población mundial
Escrito por:El Helicobacter Pylori es una bacteria responsable de la mayoría de úlceras gástricas y gastritis, una enfermedad que afecta al revestimiento del estómago generando inflamación o hinchazón. Las molestias y el dolor pueden durar un corto periodo de tiempo, gastritis aguda, o extenderse durante meses e incluso años, gastritis crónica.
La gastritis no siempre va acompañada de síntomas, pero el Helicobacter Pylori sí presenta algunos síntomas que ayudan a sospechar de su posible presencia, siendo la dispesia el síntoma más característico de la infección por Helicobacter Pylori.
La dispesia o indigestión cursa con dolor y/o ardor epigástrico, sensación de plenitud precoz, distensión abdominal. Aunque mucha gente lo tiene y no nota ningún síntoma puede dar dolor y distensión abdominal. Durante el curso normal de este malestar pueden ocurrir dos cosas:
- Gastritis: intenso dolor después de comer, sensación de ardor en el estómago y podemos notar mejoría cuando comemos algo.
- Úlcera duodenal: el dolor aparecer pasados 30-60 minutos después de las comidas y se acompaña de eructos y náuseas. Puede producir hemorragias y perforar el estómago.
Otros síntomas asociados a la infección por Helicobacter Pylori son:
- Náuseas
- Eructos frecuentes
- Hinchazón
- Pérdida de peso involuntaria
- Pérdida del apetito
- Oscurecimiento de las heces
- Dolor en la parte alta y central del abdomen
A pesar de ello, la mayoría de personas afectadas nunca presentan signos ni síntomas y por el momento se desconoce porqué ciertas personas nacen con una mayor resistencia a los efectos nocivos de la bacteria.
El Helicobacter Pylori es una bacteria específica de los seres humanos y tiene prevalencia universal. De hecho, se calcula que casi la mitad de la población mundial está infectada.
¿Por qué aparece el Helicobacter Pylori?
Se ha asociado la aparición de esta bacteria a factores como:
- Falta de higiene después de ir al baño.
- Contacto con animales.
- Consumo de agua contaminada.
A pesar de ello, se desconoce la manera exacta en la que la bacteria produce la infección y conviene recordar que puede transmitirse de una persona a otra por contacto directo con el vómito, materia fecal y la saliva.
Pruebas diagnósticas
Existen dos tipos de pruebas diagnósticas:
- No invasivas: anticuerpos en sangre, detección de Ag. De H. pylori en las heces y test del aliento.
Esta última es muy útil en el diagnóstico de la infección inicial, del seguimiento de la infección y para valorar su erradicación tras el tratamiento.
- Invasivas: biopsia de la mucosa gástrica a través de una gastroscopia. Posteriormente se puede realizar un estudio de anatomía patológica o la realización del test de la ureasa.
¿Qué dieta seguir?
La alimentación es un factor clave en la mejora de la mucosa estomacal y en la recuperación de las funciones digestivas. Se trata de una infección que produce inflamación e irritación de la mucosa estomacal, por lo que la dieta deberá ser de fácil digestión, blanda, de protección gástrica.
No es una dieta que la persona afectada deba seguir siempre, sino que debe hacerse durante un período limitado de tiempo lo más estrictamente posible y posteriormente, ir introduciendo progresivamente alimentos como las frutas, las legumbres o los vegetales crudos.
La dieta debe incluir:
- Cereales refinados (Pan, pasta, arroz, quínoa, patata, boniato (vapor o hervido)
- Fruta cocida (Plátano maduro, manzana cocida o compota)
- Verdura cocida (Calabacín, calabaza, zanahoria, puerro, hinojo, judía verde)
- Proteína Animal:Carne blanca (pollo, pavo, conejo), pescado blanco, huevos (mejor clara, valorar tolerancia yema) • Lácteos: yogurt natural, queso fresco, requesón.
- Proteína Vegetal: Lentejas coral (sin piel)
- Grasas: Aceite de oliva virgen extra y aguacate
Por ende, debe evitarse:
- Cereales integrales • Fruta cruda (sobre todo cítricos)
- Verdura cruda (sobre todo flatulentas y fibrosas)
- Proteína animal: Carne roja, pescado azul, embutidos, mariscos
- Proteína vegetal. Legumbres con piel
- Lácteos: leche, quesos curados, otros postres lácteos.
- Grasas: Dulces, fritos, bollería, picantes, encurtidos.
