Evita la acidez estomacal en las comidas
Escrito por:Los pacientes con hernia de hiato conocen bien la sensación de malestar, pesadez, hinchazón y ardor que sufren tras la ingesta de determinados alimentos. Esta dolencia causada por la hernia de hiato puede llegar a ser realmente incapacitante en algunas circunstancias. La hernia de hiato se produce cuando la parte superior del estómago se desliza a través del diafragma y se localiza en el tórax.
En general, la presencia de una hernia de hiato se asocia a la existencia de una enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), un problema que se caracteriza por la presencia de una exposición anormal del contenido ácido del estómago en el esófago distal.
Identificar la hernia y ponerle remedio
El síntoma fundamental y muy específico de la ERGE es la pirosis, que se describe como una sensación de quemazón o ardor retroesternal que asciende desde la boca del estómago hasta la garganta.
En segundo lugar, sobre todo en casos avanzados de la enfermedad, los pacientes pueden experimentar el ascenso de la comida hacia la boca (regurgitación). Esto conlleva que nuestros pacientes describan una sensación de mal sabor de boca y de aliento, eructos tras la ingesta, etc.
El dolor epigástrico es otro de los síntomas típicos asociados. Si este dolor es muy intenso, en ocasiones se puede confundir con un infarto de miocardio. Finalmente, y en caso de que la afectación esofágica sea importante, los pacientes pueden presentar disfagia (dificultad al paso de la comida), vómitos, anemia…
Otros síntomas atípicos menos frecuentes serían la tos, laringitis crónica, disfonía, neumonías de repetición, asma, erosiones dentales, etc.
¿Se puede corregir de forma natural?
El Dr. Priego Jiménez, especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo, explica que el tratamiento de la ERGE es básicamente médico mediante la instauración de un tratamiento farmacológico basado en inhibidores de la bomba de protones (omeprazol, esomeprazol…). Otros fármacos menos eficaces serían los antagonistas de los receptores de histamina 2 (ranitidina y famotidina) y los antiácidos.
La cirugía estaría indicada en aquellos pacientes que experimenten:
- Falta de control de los síntomas a pesar del tratamiento médico.
- Pacientes que, a pesar de un manejo exitoso, la necesidad de una medicación de por vida, con las implicaciones económicas y de efectos secundarios asociadas a los medicamentos, prefieren optar por un tratamiento quirúrgico.
- Desarrollo de complicaciones de la ERGE como el esófago de Barrett y la estenosis péptica esofágica.
La intervención quirúrgica se denomina funduplicatura y se realiza por vía laparoscópica. Esta técnica consiste en realizar una especie de bufanda con el fundus gástrico alrededor del esófago, para crear una zona de alta presión y de esta manera impedir que el ácido siga ascendiendo al esófago.
¿Se puede prevenir?
El tratamiento de la ERGE implica la instauración de una serie de medidas higiénico-dietéticas como, por ejemplo:
- Conviene llevar una dieta sana y equilibrada, realizando un mayor número de ingestas (5-6 al día), pero de menor cantidad.
- Evitar acostarse inmediatamente después de las comidas. Es aconsejable esperar al menos 2-3 horas tras la ingesta.
- Elevar el cabecero de la cama entre 10-20 cm. Idealmente se aconseja el uso de camas articuladas, aunque también se puede conseguir mediante la colocación de tacos de madera en las patas o bien mediante el uso de varias almohadas.
- Evitar el aumento de la presión intraabdominal como por ejemplo las comidas copiosas, la obesidad (es aconsejable perder peso), el estreñimiento, levantar objetos muy pesados, tos crónica, evitar situaciones estresantes, embarazo…
- Dejar de fumar.
- Evitar el consumo de aquellos fármacos que disminuyen el tono del esfínter esofágico inferior y que en consecuencia favorecen el reflujo gastroesofágico, como por ejemplo los anticolinérgicos, los antagonistas del calcio, los antidepresivos tricíclicos…
Si quieres encontrar una solución a tu problema de hernia de hiato recuerda seguir los consejos del Dr. Priego Jiménez, quien además recomienda evitar el consumo de alcohol, café, té, chocolate, comidas con exceso de grasas (fritos), cítricos, vinagre, tomate, especias, pimienta, cebolla, etc., ya que al igual que lo que ocurría con los fármacos descritos previamente, van a disminuir la presión del esfínter esofágico inferior y van a favorecer el reflujo.
