Enfermedad inflamatoria intestinal crónica: cómo repercute en la vida diaria

Escrito por: Dr. Alfredo Abraldes Bechiarelli
Publicado:
Editado por: Margarita Marquès

La enfermedad inflamatoria intestinal crónica (EIIC) es una enfermedad de origen multifactorial y carácter autoinmune en la que se produce un proceso inflamatorio crónico en diferentes segmentos del tubo digestivo.

 

Tras el diagnóstico de una EIIC, lo habitual es que el curso sea variable, con periodos de actividad y otros de remisión. Existen dos grandes grupos de pacientes con EIIC: aquellos que tienen enfermedad de Crohn (EC) y otros que presentan colitis ulcerosa (CU).

 

En la enfermedad de Crohn la afectación puede ser transmural (todas las capas de la pared intestinal) y se pueden encontrar lesiones a lo largo de todo el tubo digestivo, si bien lo más frecuente es que afecte a la parte final del intestino delgado y a la parte proximal del intestinal grueso (colon ascendente).

 

Por su parte, la colitis ulcerosa sólo afecta a la mucosa colónica en diferentes grados de extensión (recto, recto-sigma-colon descendente o colitis extensa).

 

En ambos casos, los síntomas más frecuentes cuando la enfermedad está activa son, diarrea con emisión de sangre y mucosidad en cuantía variable, urgencia defecatoria, dolor abdominal, malestar general, astenia y pérdida de peso.

 

En caso de presentar síntomas compatibles que no se resuelven en
3 semanas, es recomendable acudir a un especialista en Aparato Digestivo

 

¿Se pueden confundir con los síntomas de otras enfermedades?

La EIIC presenta sintomatología común con otros tipos de enfermedades que afectan el tubo digestivo, como pueden ser la diarrea de origen infeccioso, el síndrome de intestino irritable o la enfermedad celiaca, entre otras.

 

Debemos sospechar una EIIC ante pacientes con dolor abdominal y diarrea con características de organicidad (sangre y mucosidad) en la que se descarta otros orígenes.

 

¿Qué factores externos pueden contribuir a agravar la enfermedad?

Existen diferentes factores externos o ambientales que pueden contribuir al inicio o empeoramiento de una EIIC. El uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) es uno de los factores externos que más frecuentemente pueden desencadenar un brote de enfermedad inflamatoria intestinal. Su uso debe ser siempre consensuado y supervisado por el especialista en pacientes diagnosticados que precisen de su uso en algún momento puntual.

 

Los pacientes con EC deberían abandonar el consumo de tabaco desde el mismo momento del diagnóstico, ya que existen numerosos estudios que confirman que los pacientes con EC que mantiene hábito tabáquico durante la evolución de su enfermedad, tienen más brotes, mayor necesidad de ingresos, mayor número de intervenciones quirúrgicas y, en definitiva, peor pronóstico a medio y largo plazo que aquellos que dejan de fumar.

 

Como en otras muchas patologías del aparato digestivo, el estrés y la ansiedad son factores que inciden e influyen de manera negativa en la evolución de EIIC. Aun así, este es un factor con amplia variabilidad en función de las características individuales de cada paciente.

 

¿Cuándo debemos acudir al especialista?

En caso de presentar síntomas compatibles y cuando estos no se resuelven en 2-3 semanas, sería recomendable acudir a un especialista en Aparato Digestivo para descartar, entre otras posibles causas, una enfermedad inflamatoria intestinal. Si el paciente tiene uno o más familiares afectados de EIIC, debe comentárselo a su médico de atención primaria, puesto que uno de los factores más determinantes es la predisposición genética para padecer la enfermedad.

 

¿Qué pruebas diagnósticas se realizan? ¿Cómo debe tratarse?

Hoy día, la enfermedad inflamatoria intestinal se diagnostica en base a criterios clínicos (historia clínica compatible) y la suma de los resultados de las diferentes pruebas diagnósticas. Será necesario realizar una analítica completa con determinación de calprotectina fecal, un parámetro que se eleva en caso de proceso inflamatorio intercurrente. Aunque es cierto que presenta una alta sensibilidad, no es específico de la EIIC, y además puede presentar un porcentaje nada despreciable de falsos positivos.

 

Será necesario realizar una ileocolonoscopia con toma de biopsias, lo cual nos va a posibilitar la visualización directa de las lesiones a nivel del intestino grueso y el ileon terminal, y la obtención de muestras de la mucosa para realización del estudio anatomopatológico.

 

También van a ser de utilidad los estudios radiológicos, como la TAC o la enterografía por resonancia magnética para completar y terminar de caracterizar el tipo de EIIC y determinar su afectación. En caso de enfermedad de Crohn con afectación exclusiva o principalmente de intestino delgado, puede ser de gran ayuda la realización de estudio mediante cápsula endoscópica de intestino delgado.

 

En lo que al tratamiento se refiere, debemos diferenciar aquellas estrategias terapéuticas enfocadas a tratar los brotes (periodos de actividad inflamatoria activa) de la enfermedad, de aquellas encaminadas al mantenimiento de la remisión a medio y largo plazo.

 

En caso de brote, será necesario en general el uso de corticoterapia, aunque en colitis ulcerosa leve-moderada el uso de aminosalicilatos (Mesalazina) por vía oral y/o tópica, pueden ser una alternativa eficaz en muchos casos. Si el paciente presenta necesidad de corticoterapia con frecuencia, efectos adversos derivados de la misma o no se alcanza la remisión en las siguientes semanas tras el inicio de los síntomas, será necesario valorar la introducción de fármacos inmunomoduladores (tiopurinas o metrotexato) o biológicos para alcanzar y mantener la remisión libre del uso de corticoides siempre que sea posible.

 

¿Debo seguir una dieta especial? ¿Cómo repercute la enfermedad en la vida diaria?

Los pacientes con EIIC no deben seguir una dieta en particular, si bien existen algunas recomendaciones nutricionales, sobre todo en determinadas circunstancias. En aquellos pacientes que se encuentren en brote, sería recomendable anotar en un diario de alimentación, aquellos alimentos que puedan empeorar la sintomatología. En esta situación, puede ser beneficioso disminuir la cantidad de alimento por toma, garantizando una adecuada ingesta de nutrientes. Se debe mantener una abundante ingesta hídrica que compense las pérdidas intestinales, así como evitar bebidas alcohólicas o el exceso de cafeína. En una dieta equilibrada es recomendable realizar una ingesta rica de fibra.

 

Sin embargo, en pacientes con brote de EIIC puede ser recomendable disminuir la ingesta de fibra, sobre todo en pacientes con Enfermedad de Crohn con estenosis sobre todo de intestino delgado. Para más consejos nutricionales consultar en el enlace: https://educainflamatoria.com/dietas-y-nutricion/estoy-en-brote-que-puedo-comer/.

 

La Enfermedad Inflamatoria Intestinal es de naturaleza crónica y tiene un curso y evolución variable y poco predecible, lo cual genera mucha incertidumbre y preocupación a los pacientes.

 

Los síntomas cuando la enfermedad está activa, repercuten notablemente tanto a nivel físico como en la esfera social, laboral y emocional, siendo importante que, tanto el paciente como su entorno, aprendan a vivir con las dificultades que puede conllevar la enfermedad y buscar en todo momento asesoramiento y ayuda por parte de los profesionales implicados en el manejo y tratamiento de la EII (médico, enfermería especializada, psicólogo, nutricionista, etc.).

Por Dr. Alfredo Abraldes Bechiarelli
Aparato digestivo

El Dr. Alfredo Abraldes Bechiarelli es un gran especialista en Aparato Digestivo. Cuenta con más de 15 años de experiencia en la profesión y una extensa formación en distintos ámbitos de la especialidad. En concreto, es experto en enfermedad inflamatoria digestiva, endoscopia, ecografía digestiva, enfermedades y trastornos digestivos, SIBO y reflujo gastroesofágico, entre otros tratamientos y patologías.

Licenciado en Medicina por la Universidad de Cádiz (1996-2002), se especializó en Aparato Digestivo (Hospital Universitario Puerta del Mar 2003-2007). A lo largo de su trayectoria profesional, ha combinado su labor asistencial con la publicación de artículos en revistas de gran prestigio y la presentación de ponencias y comunicaciones en congresos y jornadas de la especialidad.

En la actualidad, ejerce en el Centro Médico ASISA Dr. Lobatón, el Centro Médico San Sebastián e Instituto Digestivo de Algeciras.

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