¿Cómo podemos saber si tenemos intolerancia a la fructosa?
Escrito por:La fructosa es un azúcar (monosacárido) presente de forma natural en alimentos vegetales y añadido de forma artificial como edulcorante en muchos productos. La malabsorción de la fructosa es una patología frecuente en la población, que se conoce como intolerancia a la fructosa.
Su causa es el déficit de un transportador intestinal específico, que es necesario para su absorción en el intestino delgado. Por ello, la fructosa no absorbida llegará hasta el colon, donde es fermentada por las bacterias intestinales con la producción de gases como el metano, hidrógeno y dióxido de carbono, así como ácidos grasos de cadena corta y agua.
¿Cómo podemos saber si tenemos intolerancia a la fructosa?
Los síntomas más frecuentes incluyen:
- Flatulencia (gases).
- Hinchazón abdominal.
- Dolor tipo cólico (retortijones).
- Diarrea “explosiva”.
¿Qué pruebas se deben realizar para confirmar la intolerancia?
Para confirmar esta malabsorción se pueden realizar pruebas de laboratorio, como el test del hidrógeno espirado o prueba del aliento.
Sería también interesante realizar, a su vez, la prueba de malabsorción del sorbitol (es un poliol empleado como edulcorante en diferentes alimentos, que se encuentra de forma natural en muchos alimentos junto a la fructosa).
¿Cómo debe ser la alimentación de una persona que sufre intolerancia a la fructosa?
La persona que sufre una intolerancia a la fructosa debe evitar ciertos alimentos, como son frutas como manzana, pera, ciruela, cereza, melocotón, higos, uvas, dátiles y albaricoques.
Se debe reducir el consumo de mermeladas, sobre todo las preparadas con fructosa, y la carne de membrillo. Los chocolates, miel, turrón de jijona, productos de bollería, zumos comerciales, jarabes y chicles o gominolas “sin azúcar” también pueden contener fructosa, de manera que se deben evitar.
En general, también hay que reducir la cantidad de muchas verduras y legumbres.