¿Cómo adaptar la Navidad a la Covid-19?
Escrito por:Estas serán, sin duda, unas Navidades atípicas debido a la pandemia por la Covid-19. Según crecemos, muchos adultos vamos perdiendo la ilusión por la Navidad y es posible que este año especialmente no estén los ánimos para muchas celebraciones, tampoco para los más pequeños a quienes puede que les falte parte del calor humano de otros años. No obstante, es raro encontrar un niño que no disfrute de esta época tan especial del año y, no solo de los días más señalados, sino de todos los preparativos y rituales que van anunciando la llegada de estas fiestas ya desde el mes de noviembre.
Desafortunadamente, este año, algunas de las actividades navideñas en la calle se verán restringidas, como las visitas a mercadillos navideños, los paseos por las zonas comerciales, las cabalgatas de Reyes y las decoraciones navideñas que organizan los Ayuntamientos en calles y plazas.
Los niños se adaptan bien a las novedades, ya nos lo han demostrado en estos meses, pero la pandemia también les afecta a ellos y lógicamente están notando el ambiente general de crispación que esta situación esté generando en nosotros. Echan de menos los planes divertidos que antes hacían y ahora no pueden, les falta el contacto físico con sus amigos y familiares y perciben el desgaste psicológico en sus padres. Por estos motivos la Navidad es una muy buena oportunidad para poner un poco de luz en este año tan complicado, hacer que la vivan como la época mágica y de ilusión a la que están acostumbrados y, por qué no, contagiarnos nosotros también de esa ilusión a través de ellos.
No nos demos de baja de la Navidad
No cabe duda de que este año va a ser diferente y va a haber algunas cosas a las que estamos acostumbrados que no vamos a poder hacer, como viajar o reunirnos con toda la familia. No obstante, no hay motivo para no empaparse del espíritu navideño a través de las decoraciones, los villancicos, los calendarios de adviento o la carta a los Reyes Magos, que son actividades de las que podemos disfrutar sin poner en riesgo la salud.
Ahora es más importante que nunca reforzar las rutinas y sustituir los planes en la calle por actividades y juegos en casa, así como el contacto tú a tú por la videoconferencia, a la que tanto nos hemos habituado.
Ante la incertidumbre, una explicación sincera y comprensiva
Es posible que a muchos padres les afecte la incertidumbre que rodea a estas Navidades o la tristeza de no poder reunirnos como siempre, pero es importante no trasladarles esa angustia a los niños. Es necesario ser sinceros con ellos, responder a sus dudas con calma y con cariño y explicarles con antelación lo que va a ocurrir y por qué (adaptando la información a sus edades). Será importante también transmitirles la temporalidad de los cambios de este año. Es decir, que estas Navidades no vayan a ser como las de los años anteriores, no significa que a partir de ahora vayan a ser siempre así. Se trata de una situación excepcional y mientras dure podemos centrarnos en todo aquello que sí podemos hacer.
Conectar con los valores y el espíritu familiar
Para ello será bueno también aprovechar este año para contactar con los verdaderos valores de la Navidad y preguntar a cada uno qué le apetece hacer y qué es importante para ellos en estas fechas (la familia, la generosidad, la religión, la ilusión y la alegría compartidas, etc.) y desde ahí buscar oportunidades y alternativas para vivir dichos valores. Por ejemplo, no podemos juntarnos con todos en casa, pero los que convivimos podemos fomentar ese espíritu familiar y comunitario haciendo actividades juntos (tarjetas navideñas, dulces, películas…); regalando objetos que faciliten que puedan pasar tiempo con sus primos y amigos al aire libre (bicicletas, patinetes…), participando en actividades solidarias, etc.
Para más información acerca de cómo gestionar la situación originada por el coronavirus en Navidades, no dude en contactar con un especialista en Psicología.