Relaciones de pareja según tipos de apego

La teoría del apego fue desarrollada por el psicólogo británico John Bowlby en los años 80. Bowlby descubrió que los seres humanos tienen una tendencia innata a buscar la proximidad y el contacto con sus figuras de apego, especialmente en momentos de angustia o peligro.

Dependiendo de que los padres estén disponibles y puedan cubrir las necesidades (fisiológicas, emocionales, exploratorias, sociales, intelectuales…) de sus hijos, así se desarrollará en ellos un tipo de apego seguro o inseguro.

A partir de ese momento, empleamos esa forma de vincularnos con el resto de los seres humanos, especialmente con aquellas personas más cercanas.

Es decir, nuestro estilo de apego amoroso proviene básicamente de nuestra primera relación de amor. En nuestra más tierna infancia, aprendimos a relacionarnos emocionalmente con nuestros cuidadores primarios de forma profunda y efectiva. Este primer vínculo nos condicionará en la forma en que amaremos en la edad adulta.

Reconocer nuestro patrón de apego puede ayudarnos a comprender nuestras fortalezas y vulnerabilidades en una relación de pareja, así como mejorar en aquellos aspectos que interfieren en una dinámica saludable.

Los diferentes estilos de apego que pueden manifestarse en las relaciones de pareja

Existen cuatro tipos de apego. Las personas con apego seguro, se sienten cómodas con la intimidad y se sienten preparadas para ser vulnerables en las relaciones, ya que cuentan con el apoyo de los demás y están seguros de que son valorados y amados. Tienen una fuerte autoestima, así que también son muy capaces de disfrutar de su soledad.

Cuando algo no les gusta o les molesta en una relación, se lo comunican al otro de un modo asertivo y respetuoso. Es decir, ponen límites protegiéndose de aquello que les pueda herir. También gestionan ellos mismos sus propias emociones, cuentan con estrategias de autoconocimiento y autorregulación emocional, no necesitan que el otro esté bien para que ellos también lo estén.

Los otros tres son tipos de apego inseguro. El apego evitativo, tienden a evitar la intimidad y a menudo se sienten incómodas con la cercanía emocional. Creen que son autosuficientes y que pueden con todo. Pero detrás de esa carcasa de fortaleza, se esconde el miedo a que el otro le rechace o no desee su compañía, así que en cuanto anticipan un abandono, se van ellos primero. Tienen muchas defensas y les cuesta comunicar sus emociones, suelen ser prácticos y racionales.

Las personas con un estilo de apego ansioso tienden a preocuparse por la disponibilidad y el compromiso de su pareja, y pueden sentirse inseguras en la relación.  Generan relaciones de dependencia, necesitan que el otro se sienta bien y les apruebe para estar en calma. Les cuesta la soledad, pero cuando no están en pareja reconocen que están más tranquilos que nunca. Son personas inseguras en las relaciones con gran miedo al abandono y con la creencia “si me preocupo, te quiero”.

Finalmente, las personas con un estilo de apego desorganizado pueden tener dificultades para regular sus emociones y pueden tener problemas para establecer relaciones estables y saludables. Estas personas sufrieron miedo en su infancia con sus cuidadores y desarrollaron patrones contradictorios: a veces ansiosos, a veces evitativos.

Reconocer nuestros propios estilos de apego, valorar cómo influyen en nuestras relaciones, es básico para mejorar nuestros vínculos.

Factores que influyen en la formación del tipo de apego en una persona en las relaciones románticas

Además de las primeras relaciones que en la infancia con nuestros cuidadores primarios que hemos comentado, existen otros factores que pueden influir en el tipo de apego:

• Experiencias en nuestra infancia: ciertas situaciones traumáticas que hemos vivido en nuestras primeras etapas pueden influir en la forma de relacionarnos. Heridas de infancia como hospitalizaciones, depresión o fallecimiento de cuidadores, pérdida de alguien o algo importante en nuestra vida, abuso, negligencia, bullying…
• Experiencias posteriores: fallecimiento, crisis financiera, divorcio o ruptura, accidente… Por supuesto, cualquier situación en la que hayamos sentido el peligro de muerte.
• Modelos de relaciones que hemos presenciado de pequeños en nuestra infancia, de padres o personas muy cercanas.
• Relaciones anteriores de pareja que hemos vivido nosotros mismos, nos condicionaran las siguientes.

Es importante tener en cuenta que estos factores no determinan necesariamente el tipo de apego de una persona, sino que pueden influir en su formación.

¿Cómo afecta un apego inseguro a la estabilidad y la calidad de una relación de pareja?

Las personas con un estilo de apego inseguro pueden tener miedo a intimar en las relaciones, pues es donde se despiertan todas sus inseguridades. Aparece la desconfianza en el otro, su temor a que le abandonen, rechacen o traicionen. Este aspecto genera relaciones de gran inestabilidad emocional.

Además, las personas con un tipo de apego inseguro no expresan ni regulan adecuadamente sus emociones. Por este motivo, existe mayor dificultad para manejar los conflictos y llegar a acuerdos o negociaciones necesarios en las relaciones de pareja.

Al final, suele existir un gran desgaste en este tipo de relaciones. Las personas acaban muy cansadas de sufrir tanto con el amor y tienen periodos de “necesidad de desintoxicación” aunque en ellos no se lleguen a reparar del todo.  

Técnicas psicológicas para trabajar en el fortalecimiento de un apego más seguro en las relaciones de pareja

Si la pareja detecta que está desarrollando una dinámica tóxica en su relación, es recomendable realizar terapia de pareja basada en los tipos de apego. Para que puedan detectar juntos cuál es su estilo, cuáles son los problemas que se repiten y a partir de entonces trabajar su regulación emocional, estrategias de comunicación asertiva, resolución de conflictos...

Sería saludable que cada miembro de la pareja individualmente también haga su propio proceso individual de autoconocimiento para valorar sus miedos, resistencias, inseguridades y heridas no resueltas.

Es importante tener en cuenta que estas técnicas no son una solución rápida y pueden requerir tiempo y esfuerzo para producir resultados duraderos.

Consejos para los pacientes mejorar su dinámica de pareja

Si has identificado un tipo de apego inseguro en tus relaciones y deseas mejorar tu dinámica de pareja, aquí te presento algunos consejos y recomendaciones que podrían ayudarte:

• Reconoce tu patrón de apego: es el primer paso para mejorar tu dinámica de pareja. Identificar tus patrones de pensamiento y comportamiento, creencias y mitos sobre una relación de pareja, así como tus propias fortalezas y vulnerabilidades en una relación.
• Autoestima: trabajar en quién eres y por qué eres valioso, con independencia de las relaciones afectivas que puedas tener. Mejorar la confianza en nosotros mismos, repercute en la confianza que deposito en las relaciones.
• Comunicación asertiva: aprender a comunicar qué quieres, qué deseas, qué necesitas en una relación y lo que no. Poner limites en las relaciones es necesario para que pueda tener unas bases sólidas y sanas.
• Regular tus emociones: aprender a regular tus emociones puede ayudarte a manejar mejor los conflictos y las tensiones en una relación.
• Practica el tiempo a solas: para conocerte, para valorarte, para quererte. Aquel que no está bien en la relación consigo mismo (la más importante y duradera que va a tener), no podrá estar bien en una relación de pareja.

Si estas recomendaciones no son suficientes, quizás ha llegado el momento de invertir tiempo y esfuerzo en el proyecto más trascendental de tu vida: tú mismo. Busca ayuda profesional, un profesional de la salud mental puede ayudarte a comprender mejor tus patrones de apego y a trabajarlos para desarrollar un apego más seguro.