¿Qué pruebas de imagen hacen falta para diagnosticar ciática o lumbalgia?

El dolor lumbar o lo que comúnmente se conoce como lumbago o ciática puede tener muchas causas y, a menudo, se debe a más de una. Las causas más habituales son las siguientes:
 

• Descompensaciones.
   
• Sobrecarga o insuficiencia de la musculatura de la espalda.
   
• Enfermedad degenerativa del disco.
   
• Hernia.
   
• Mala alineación de la columna vertebral. En este listado, se incluye la escoliosis, las fracturas por compresión osteoporótica, los traumatismos o las infecciones.

¿De verdad es necesario hacer siempre una resonancia magnética para diagnosticar las causas y tratarla? No, no siempre es necesario realizar alguna de estas pruebas.

Como tal, la principal fuente de información para saber las causas de por qué duele la espalda son tanto la exploración física como la historia clínica del paciente. En este caso, las pruebas de imagen únicamente tendrán valor si sus resultados se corresponden con los de la exploración física y los síntomas que refiere el paciente. Las pruebas, como su propio nombre indica, son sólo complementarias a la historia clínica y exploración del paciente.

Los cirujanos de columna solicitamos fundamentalmente tres pruebas para el diagnóstico y tratamiento de la lumbalgia o de la ciática. Estas son: radiografías simples, resonancia magnética casi siempre sin contraste y el TAC. Las diferencias entre cada una de ellas son las siguientes:

Radiografía simple

Es la mejor prueba de imagen para evaluar la alineación y las deformidades de la columna vertebral. La radiografía tiene que ser la primera prueba de imagen utilizada para evaluar el estado de la columna. Son más útiles cuando se realizan en carga, es decir con el paciente de pie, pero a veces las realizamos con movimientos (dinámicas) en flexión (hacia delante), en extensión (hacia atrás), estirados boca arriba (decúbito supino) o boca abajo (decúbito prono) para ver y comprobar la estabilidad de la columna. La radiología no es dolorosa pero la radiación de los rayos X puede resultar nociva, por lo que se utilizará únicamente en casos en los que está realmente justificado.

Resonancia magnética

Es la prueba en excelencia para el estudio de las partes blandas (disco vertebral, nervios, médula, musculatura, etc.). La resonancia magnética tiene la capacidad de detectar la presencia de la estenosis de canal, de la hernia discal, de lesiones nerviosas o lesiones medulares. Como tal, cuando se utiliza, el paciente no está expuesto a ningún tipo de radiación, por lo que es una prueba inocua y no dolorosa. No obstante, precisa que el paciente esté completamente quiero durante al menos un cuarto de hora en un espacio pequeño, por lo que es posible que su realización resulte desagradable a personas con claustrofobia o con cierta ansiedad. Sin embargo, algunas investigaciones cuestionan la fiabilidad de la resonancia magnética a la hora de diagnosticar dolencias de espalda, ya que la misma imagen era interpretada por distintos especialistas, o incluso por el mismo especialista, pero en tiempos distintos.

Otras investigaciones han señalado que, en una resonancia magnética lumbar, hasta tres de cada diez de las personas sanas y sin dolor muestran hernias discales, y hasta siete de cada diez, presentan protrusiones. Además, alcanzados los 40 años, casi todas las personas sanas tienen signos de degeneración ósea y discal. A nivel de columna cervical, las evidencias son parecidas: casi el 88% de los pacientes sanos y sin dolor presentan protrusiones discales. A los 20 años, los presentan el 73% de los hombres y el 78% de las mujeres, y la frecuencia, tamaño y número de protrusiones aumenta con la edad. Sin embargo, no ha sido posible demostrar la existencia de diferencias cervicales en pacientes con dolor cervical y pacientes sin síntomas, por lo que el significado clínico y la utilidad diagnóstica no se pueden demostrar. La resonancia magnética ha de realizarse en los casos en los que ha probado su fiabilidad, por lo que así se evitarían los diagnósticos erróneos y los tratamientos inadecuados e innecesarios.

El TAC o tomografía axial computarizada.

Es una prueba muy útil para analizar la alineación de la columna y para estudiar el hueso, sobre todo cuando el paciente ha tenido un traumatismo de la columna vertebral. El escáner permite observar el estado de los huesos mejor que la resonancia magnética. El TAC es el mejor examen para evaluar la formación ósea (artrodesis) tras la cirugía de la columna vertebral. El escáner no duele ni produce molestas, pero tampoco se trata de una prueba totalmente inocua, ya que expone al paciente a una irradiación importante, que equivale a la de varias radiografías a la vez.