El diagnóstico de alta resolución a través de la imagen
Autore:Un diagnóstico preciso de la patología del aparato locomotor es fundamental para que el tratamiento sea eficaz posteriormente, ya que únicamente se pude tratar algo de forma correcta si se conoce. Así, la palabra diagnóstico significa reconocer lo ya conocido.
Es por ello, que en nuestras consultas utilizamos técnicas de diagnóstico por imagen, entre las que destacan la radiografía digital, la ecografía, el TAC o la Resonancia Magnética.
La radiografía digital
La radiografía digital ha sustituido a la radiografía convencional, y permite mejorar tanto la definición de la imagen como la capacidad de ampliar cualquier imagen sin perder calidad. Esto se consigue sin aumentar la dosis de radiación utilizada.
Para hacerla funcionar se utilizan dos proyecciones, el ante posterior y la lateral. No obstante, en ocasiones se hacen proyecciones especiales, las conocidas como oblicuas. A su vez, existen las telerradiografías, que son estudios radiográficos especiales para valorar la alineación de la columna y los miembros inferiores.
Se utiliza especialmente para diagnosticar lesiones óseas, como las fracturas, la artrosis o la presencia de tumores.
El TAC (Tomografía Axial Computarizada)
El TAC tiene las mismas indicaciones que la radiografía, pero se diferencia de ésta en que permite observar con más detalle las lesiones óseas y en algunas partes blandas. La ventaja principal del TAC es que permite observar la lesión en 3D.
No obstante, el uso del TAC precisa de u tiempo mayor en comparación a la radiografía, y su uso aumenta la exposición a las radiaciones. Debe mencionarse también que los equipos de última generación permiten estudios relativamente cortos, así como con una excelente definición de la imagen, con coretes de hasta un milímetro.
El TAC se indica en lesiones óseas en las que la radiografía no puede o no ha podido obtener la información necesaria, como las fracturas complejas, o las fracturas difíciles de detectar como las fracturas por estrés o la fractura de escafoides.
La ecografía
La ecografía es una técnica independiente que debe ser realizada por un operador experto. La ecografía utiliza los ultrasonidos, y, por lo tanto, no utiliza radiación ionizante, por lo que no tiene potenciales efectos negativos sobre las células. Es por esto que es la técnica de elección durante el embarazo.
Con la ecografía, el especialista utiliza una onda que dirige hacia la zona que se desea explorar, y esta se recoge y se reconstruye en una imagen que se observa a través de una pantalla. Una de sus ventajas principales es que permite observar las estructuras en movimiento.
La ecografía no permite ver a través del hueso, mientras que en el agua las ondas pasan completamente. Por lo tanto, la ecografía se indica especialmente para diagnosticar lesiones de partes blandas, como roturas musculares o lesiones tendinosas, así como quistes contenedores de líquido.
La resonancia magnética
Una resonancia magnética se trata de una técnica que somete al cuerpo a distintos pulsos magnéticos, y a través de unos receptores por radiofrecuencia se observa la reacción de distintos átomos de hidrógeno del cuerpo humano. Mientras se realiza, el ordenador reconstruye mediante estas señales una imagen del interior del cuerpo con una gran definición. Existen dos tipos de equipos de resonancia, abiertos y cerrados, siendo los abiertos menos potentes (con menos definición) que los cerrados.
Normalmente, es necesaria la presencia de un técnico experto para hacer la resonancia, así como un radiólogo que establezca un informe preciso que se entrega mediante informe y junto con las imágenes al paciente. En este aspecto, tanto la calidad del equipo como la experiencia del profesional sanitario mejoran su fiabilidad.
La resonancia magnética se indica en lesiones de partes blandas, ya que aportan una definición mayor que en la ecografía. La resonancia se utiliza para diagnosticar de forma precisa lesiones de las articulaciones, del sistema nervioso, lesiones de columna, lesiones ligamentosas… Se trata de una técnica menos eficaz que el TAC a la hora de estudiar las fracturas óseas.
Si desea más información, consulte con un especialista en Traumatología.
