Cómo afecta la espasticidad a la salud de las personas
Autore:La espasticidad es un signo clínico que tiene lugar en numerosas afecciones neurológicas, como ictus, esclerosis múltiple, daño cerebral hipóxico, lesión cerebral traumática, lesión medular, tumores y enfermedades degenerativas. Es un trastorno que provoca en el individuo una pérdida de funcionalidad y autonomía, afectando a la calidad de vida.
Variabilidad clínica de la espasticidad
Este trastorno aparece a causa de una lesión en el sistema nervioso central y forma parte del denominado síndrome de la neurona motora superior, en el cual se observan síntomas negativos (debilidad, fatiga o disminución de la destreza) o positivos (clonía, signo de Babinski, espasticidad, espasmos flexores o extensores, patrones de contracción disinérgicos o distonías).
En función de la etiología, la espasticidad se puede dividir en:
- Supraespinal: como el ictus o la parálisis cerebral.
- Espinales y mixtas.
- Con afectación espinal y supraespinal: como la esclerosis múltiple o la esclerosis lateral amiotrófica.
En función de la localización se puede clasificar en:
- Espasticidad focal: afecta a una zona aislada del cuerpo.
- Espasticidad multifocal: afecta a múltiples áreas del cuerpo aisladas o no contiguas.
- Espasticidad regional y general: afecta a una región continua grande o a múltiples áreas grandes del cuerpo.
¿Qué repercusiones funcionales tiene?
La espasticidad leve podría ser beneficiosa, porque previene la decalcificación ósea, favorece la bipedestación y puede proporcionar beneficio cardiovascular, disminuyendo el riesgo de trombosis venosa profunda. Sin embargo, en otras ocasiones tiene consecuencias físicas, emocionales y sociales graves: la vida diaria resulta difícil, aparece rigidez articular, contracturas, dolor, posturas anómalas, limitación del movimiento, etc.
Tratamiento de la espasticidad
El tratamiento de la espasticidad es multidisciplinario e implica diferentes especialistas: médicos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, técnicos ortopédicos y enfermeras.
Antes de diseñar un tratamiento de la espasticidad, se debe valorar su impacto en la movilidad general. Se debe evaluar si causa dolor o si reduce el grado de autonomía y la participación en la vida social. No toda espasticidad debe tratarse, ya que en algunos casos, puede ser beneficiosa.
Los tratamientos más utilizados son los siguientes:
- Fisioterapia: Para reducir el tono muscular excesivo, dar al paciente sensación de posición adecuada y facilitar los movimientos, y evitar las limitaciones articulares.
- Estimulación eléctrica transcutánea: Generalmente, se usa para reducir el dolor, pero permite reducir la espasticidad y mejora el equilibrio estático y la velocidad de la marcha en pacientes con accidente cerebrovascular.
- Uso de ortesis: Las férulas y las ortesis permiten mantener el segmento del cuerpo desplazado o móvil en una determinada posición para prevenir lesiones, corregir deformidades o ayudar a realizar actividades motoras.
- Terapias de quimiodesnervación y neurólisis: El tratamiento focal mediante infiltración con toxina botulínica es útil cuando la espasticidad afecta a pocos grupos musculares.
- Terapia farmacológica: Existen muchos medicamentos antiespásticos de administración oral.
- Tratamiento quirúrgico: Las técnicas quirúrgicas fundamentales para el tratamiento de la espasticidad son el alargamiento de tendones o su trasposición son las técnicas quirúrgicas.