Operarme la espalda: ¿necesito un cirujano ortopédico o un neurocirujano?

Hoy en día, en nuestro país, la cirugía de columna vertebral está en manos de dos especialidades médicas. Por un lado, la Traumatología y Cirugía Ortopédica; por el otro, la Neurocirugía. Las dos se estudian mediante el sistema MIR, sistema de formación vigente en España desde 1976, y al que se accede mediante pruebas selectivas de convocatoria anual. En ambas especialidades está incluida la patología de columna vertebral.

EuroSpine, la Sociedad Europea de Columna, ha llevado a cabo varios estándares y políticas en cuando a la formación de posgrado de patología vertebral bajo un serio control de calidad. Para ello, ha desarrollado el conocido como Eurospine Diploma, siendo la única certificación a nivel europeo que acredita a un profesional para realizar cirugía de columna vertebral. De esta forma, el cirujano ortopédico que recibe formación adicional a través de este programa formativo homologado, será considerado un cirujano de columna.

Como tal, la cirugía de columna se trata de una subespecialidad que, debido a su complejidad, precisa dedicación exclusiva, una formación exhaustiva y continua, así como el manejo de distintas técnicas quirúrgicas.  En sí misma, la patología de columna es variada, y se puede dividir en cinco bloques:

1. Degenerativa. Artrosis.
    
2. Infecciosa. Derivada de infecciones, como la espondilodiscitis.
    
3. Tumoral. Patología tumoral primaria o metastásica.
    
4. Traumática. Fracturas o luxaciones.
    
5. Deformidades. Escoliosis.

¿Qué diferencia al cirujano ortopédico o traumatólogo del neurocirujano?

La diferencia principal es que el neurocirujano trata la patología quirúrgica del sistema nervioso, mientras que el cirujano ortopédico o traumatólogo es el encargado de tratar la patología quirúrgica, aunque en este caso, del aparato locomotor. Ambas especialidades tienen en común los trastornos de columna vertebral.

El neurocirujano, por ejemplo, tendrá más experiencia y destreza en la patología intrarraquídea, como por ejemplo los tumores intradurales, las malformaciones o los hematomas. Por su parte, el cirujano ortopédico tendrá más habilidad a la hora de manejar el hueso, la musculatura o de los ligamentos que conforman la columna.

A modo de ejemplo, existen procedimientos quirúrgicos que los cirujanos ortopédicos con formación en cirugía de columna vertebral tienen más experiencia que los neurocirujanos a la hora de tratar la escoliosis —tanto pediátrica como en adultos—, cifosis, y otras deformidades en las que se incluye la pelvis.

¿Es mi problema de columna quirúrgico?

Es importante recordar que el porcentaje de cirugía en patología de columna vertebral es inferior al 1%, y que el 90% de las hernias no necesitan una cirugía. Así, el profesional que tiene una tasa de intervención quirúrgica de un 50%, y que ofrezca la cirugía como solución a las hernias discales, no tendrá buenos resultados, ya que estará sobre indicando un tratamiento.

Se puede decir que, la primera causa del fracaso de la cirugía de columna es un mal diagnóstico y/o una mala indicación clínica. Por lo tanto, una entrevista clínica adecuada, así como una interpretación correcta de las pruebas de diagnóstico por imagen, serán tan importantes como la habilidad del profesional.

Los avances en tecnología y en salud, unidos a la gran cantidad de opciones de tratamiento, obligan al cirujano a escoger el mejor tratamiento aplicando la medicina basada en la evidencia, es decir, la técnica quirúrgica necesitará un apoyo científico sólido. Así, la opción idónea tendrá suficiente información para tomar o no una decisión sobre qué técnica emplear, tanto científica como éticamente.

¿A quién escojo? Para responder a esto, debe tenerse en cuenta lo siguiente:

• Tiene que existir una buena relación entre el paciente y el médico.
   
• La exploración física y la entrevista clínica son las pruebas más importantes. Las pruebas de diagnóstico por imagen únicamente complementan la historia y la exploración.
   
• Un buen cirujano invitará siempre a la realización de preguntas.
   
• Es importante informarse sobre la experiencia y trayectoria del cirujano.
   
• El equipo es importante: se obtienen mejores resultados si en la intervención participan dos cirujanos de columna o un equipo.
   
• Pregunta la evidencia de la técnica que se realizará, que su empleo y elección no sea únicamente una tendencia o moda del momento.