La alimentación y el ejercicio, claves en el tratamiento del ovario poliquístico

El síndrome de ovario poliquístico (PCOS) es un trastorno endocrino y es el más frecuente en la edad reproductiva de la mujer.

Síntomas del síndrome de ovario poliquístico

El cuadro clínico es muy variado, en función de la edad del paciente. Se suele manifestar a partir del periodo previo a la primera menstruación, mediante alteraciones en el ciclo, principalmente oligomenorrea, es decir, reglas irregulares o ausencia de regla.

Por otro lado, el aumento de andrógenos presenta síntomas como el hirsutismo, alopecia y acné, que han sido aceptados como criterios diagnósticos de hiperandrogenismo por varios consensos médicos. Habitualmente el hirsutismo es discreto y moderado, apareciendo después de la pubertad.

La presencia del síndrome de ovario poliquístico debe tenerse en cuenta en mujeres que presentan obesidad, síntoma que existe en casi el 50% de las adolescentes con PCOS. Además, la mayoría de las pacientes manifiestan alteraciones metabólicas como la resistencia a la insulina con hiperinsulinemia compensatoria y dislipemia. Por lo tanto, independientemente del peso de la paciente, se deben estudiar estos parámetros a través de un estudio de perfil lipídico y un test de tolerancia a la glucosa.

Por último, para confirmar el diagnóstico por parte del especialista en Ginecología, es necesario el estudio ecográfico de los ovarios.
 

¿Cuáles son las complicaciones del síndrome de ovario poliquístico?

Existen muchos riesgos para la salud en las personas con PCOS:

• Infertilidad: debido al trastorno en el desarrollo normal de los folículos en los ovarios.
• Mayor tasa de abortos espontáneos: entre un 30 y un 50% más en comparación con la población en general.
• Complicaciones obstétricas en el embarazo: obesidad, diabetes gestacional o elevación de la tensión arterial.
• Sd metabólico: diabetes tipo 2.
• Enfermedades cardiovasculares:
• Cáncer: principalmente, de endometrio.

Frente a estas complicaciones, es importante el tratamiento. En primer lugar, se intenta conseguir la reducción del peso corporal, ya que esto mejorará las características clínicas y la salud metabólica a largo plazo de la paciente.

La dieta y el ejercicio físico son el eje fundamental en el tratamiento, apoyado también en diferentes técnicas médicas como la liraglutida, para ayudar a perder peso, o el uso de tratamientos hormonales para el control del ciclo menstrual.