¿Cómo prevenir el pie diabético?
Written by:Para que los pies funcionen de forma óptima necesitan tener un correcto apoyo al andar, así como una adecuada circulación sanguínea.
En el caso de las personas con diabetes se pueden producir algunas complicaciones. Esto es debido a que la diabetes provoca tener unos vasos sanguíneos más estrechos, reduciendo el riego sanguíneo. Además, los nervios también se deterioran, causando una disminución de la sensibilidad y alterando la anatomía del pie.
Estos factores, a grandes rasgos, son lo que se conoce como síndrome del pie diabético, lo cual puede predisponer a padecer úlceras en el pie.
El pie diabético en Podología
El pie diabético es una ulceración, infección o destrucción de los tejidos profundos vinculado con alteraciones neurológicas, así como distintos grados de patología vascular periférica en las extremidades inferiores. El pie diabético afecta a personas con diabetes que no han sido tratados o no están siendo tratados adecuadamente.
Estas ulceras se pueden prevenir, siempre y cuando se siga una correcta estrategia que incluya:
- Cribado
- Clasificación del riesgo
- Medidas preventivas
- Tratamiento
Las 11 medidas para prevenir el pie diabético
- Revisar las uñas: si tienen un color oscuro, puede ser signo de infección.
- Aplicar crema hidratante, excepto en los dedos.
- Inspeccionar los pies diariamente, para buscar sequedad, hinchazón, rozaduras, etc.
- Evitar caminar descalzo.
- No utilizar productos irritantes.
- Utilizar calcetines que no aprieten y cambiarlos diariamente.
- Vigilar los cambios de temperatura y color de la piel: un pie frío puede indicar problemas de circulación y uno enrojecido puede significar infección.
- Usar calzado cómodo que no oprima los dedos.
- En vez de cortar las uñas, limarlas semanalmente.
- Lavar los pies de forma diaria con jabón neutro, secándolos correctamente.
- Usar plantillas a medida.
¿En qué momento debemos acudir al especialista?
Debemos acudir al especialista en Podología en los siguientes casos:
- Si aparecen heridas, rozaduras o ampollas en los pies.
- Se notan cambios de sensibilidad en pies o piernas.
- Cuando las uñas están encarnadas o con un aspecto fuera de lo habitual.
- Alteraciones en las formas de los pies.
- Si hay limitaciones en la movilidad del pie.
Seguir estas indicaciones puede servir para obtener un diagnóstico precoz, fundamental en cualquier tratamiento.