Activación conductual: un enfoque eficaz para tratar la depresión

La depresión es una de las condiciones de salud mental más comunes en todo el mundo. Afecta profundamente la calidad de vida de quienes la padecen y, si bien existen diversas modalidades de tratamiento, una que ha ganado relevancia en los últimos años es la Activación Conductual (AC).

Este enfoque terapéutico, arraigado en el análisis del comportamiento aplicado a la depresión, ha demostrado ser altamente eficaz y ofrece una alternativa valiosa para abordar esta problemática.

Principios fundamentales de la activación conductual

La AC considera la depresión como un problema psicológico en lugar de una enfermedad, centrándose en cómo las personas responden a diversas situaciones vitales. Se considera un modelo dentro de las terapias contextuales y hunde sus raíces en el análisis del comportamiento aplicado a la depresión, con formulaciones de Lewinsonhn et al. (1976) donde fue aplicada por primera vez la “Agenda de eventos Placenteros” (Lewinsohn & Graf, 1973).

Su objetivo es ayudar a lolas personas a recuperar actividades placenteras y significativas que han perdido con el tiempo. A diferencia de otras terapias cognitivo-conductuales (TCC), que abordan múltiples componentes, la AC se concentra exclusivamente en la activación conductual.

Objetivos específicos y diferenciación de otras terapias

La AC busca restaurar las actividades que generan placer y significado en la vida del paciente, ya sea debido a cambios vitales negativos repentinos o a una pérdida gradual de interés en actividades previamente disfrutadas.

A diferencia de la TCC, la AC no se enfoca en reestructurar pensamientos automáticos ni en modificar cogniciones negativas, sino en fomentar la participación en actividades gratificantes como medio para mejorar el estado de ánimo.

Selección de actividades y proceso terapéutico

Durante el proceso terapéutico de AC se seleccionan actividades específicas en función de los valores y preferencias individuales del paciente. Para ello se indaga en los valores de la persona, que tienen que ver con las cualidades en las acciones que están presentes cuando la vida la siente como significativa. Serían la guía. Estas actividades se registran diariamente y se utilizan para identificar patrones de comportamiento saludables versus depresivos.

El terapeuta colabora estrechamente con el paciente para establecer un vínculo de confianza y comprensión, facilitando así la elección de actividades alineadas con los valores y metas del individuo.

Estrategias para superar barreras y resistencias

Es común que durante el tratamiento surjan barreras y resistencias que obstaculicen la participación activa en las actividades propuestas. Para abordar estas dificultades, la AC emplea diversas estrategias, como el establecimiento de metas realistas, el fomento del autocuidado y la identificación de pensamientos o creencias negativas que puedan interferir con el progreso terapéutico.

Evidencia de eficacia y beneficios de la activación conductual

En 2006, en un estudio de eficacia, la AC fue puesta a prueba de acuerdo con uno de los diseños experimentales y exigentes de la eficacia de las terapias psicológicas (Dimidjian et al., 2006), mostrándose como un tratamiento eficaz para la depresión. Por otro lado, el metaanálisis de Ekers et al. (2014) apoya y fortalece la evidencia disponible de que la AC es un tratamiento eficaz para la depresión.

Es de vital importancia que entre la persona y el terapeuta se establezca un vínculo de colaboración. El terapeuta habría de ser comprensivo, compasivo y paciente ante las dificultades que pueda presentar, y explicar bien en qué consiste la lógica del tratamiento para que así se entienda la importancia de los registros de actividad.

La AC se presenta como una opción terapéutica accesible y de bajo costo, que puede beneficiar a una amplia gama de personas que luchan contra la depresión.

Bibliografía:

Barraca Mairal, J., & Pérez Álvarez, M. (2015). Activación Conductual para el tratamiento de la depresión. Editorial Síntesis, Madrid.

Maero, F., & Quintero, P. J. (2015). Tratamiento Breve de Activación Conductual para Depresión. Editorial Akadia, Buenos Aires, Argentina.