Nebulizadores

 

¿Qué son los nebulizadores?

Los nebulizadores son unos aparatos que administran los medicamentos líquidos en vapor a través de un tubo de plástico que une la salida del aparato, con una mascarilla que el paciente se coloca en la boca.

 

El vapor va directamente a los pulmones según se respira. El medicamento introducide puede ser un antibiótico o un medicamento para sus pulmones.

 

 

¿Por qué se utilizan los nebulizadores?

Los nebulizadores son útiles el tratamiento de patologías como el asma, EPOC, cáncer de pulmón u otros tipos de enfermedades pulmonares, ya que transforman el medicamento líquido, recetado por el especialista, en vapor y puede actuar más eficazmente y rápidamente.

 

¿En qué consiste el tratamiento con nebulizadores?

El paciente siempre debe estar cerca de la máquina e inhalar a través de la boquilla conectada. Para conseguir que el medicamento tenga el efecto deseado, debe inhalar varias veces de forma profunda y lenta durante 10 y 15 minutos, según recomiende el especialista.

 

Las ventajas que ofrecen frente al inhalador tradicional es que no requiere tanto esfuerzo a la hora de aspirar el medicamento. Además, los nebulizadores son aparatos pequeños y fáciles de transportar.

 

Preparación para los nebulizadores

Antes de utilizar un nebulizador, es importante tomar las siguientes medidas:

  • Lavarse las manos con agua y jabón.
  • Medir con una jeringuilla la medicación indicada por el especialista junto con la cantidad adecuada de solución salina (suero fisiológico).
  • Preparar la mezcla justo antes del proceso.
  • Regular la cantidad de niebla a la mitad de potencia en bebés y niños.

 

Cuidados tras el tratamiento

Una vez realizado el tratamiento de nebulización, se recomienda:

  • Desmontar el aparato, lavar todas las partes (excepto la válvula y la tubería) en un plato con agua y jabón líquido y enjuagarlas con agua.
  • Sacudir el exceso de agua una vez lavado el nebulizador.
  • Colocar las piezas de nuevo y enchufarlas con el compresor de aire para secar el aparato rápidamente.
  • Asegurarse de que el nebulizador está totalmente seco antes de guardarlo.
  • Regular la cantidad de niebla a la mitad de potencia en bebés y niños.

 

Alternativas al nebulizador

En ocasiones para tratar patologías como el asma se puede recomendar el uso de inhaladores.