Cirugía de feminización
Dr. Javier Collado Alcázar - Cirugía plástica, estética y reparadora
Creado el: 22-01-2020
Editado el: 20-02-2024
¿Qué es la cirugía de feminización?
La cirugía de feminización, también conocida como cirugía de reasignación de género o cirugía de confirmación de género, es un conjunto de procedimientos quirúrgicos realizados para modificar las características físicas de una persona para que se alineen más con su identidad de género femenina. Esta cirugía es parte de la transición de género para las personas transgénero que desean cambiar su apariencia física para que refleje mejor su identidad de género experimentada.
Los procedimientos comunes en la cirugía de confirmación del género facial pueden incluir la remodelación facial para suavizar rasgos masculinos, como la reducción de la mandíbula o de la nuez, la rinoplastia, la feminización de la frente (denominada frontoplastia) y el levantamiento de cejas, entre otros. Además, pueden incluir la cirugía de aumento mamario, la remodelación corporal y la reconstrucción genital, como la vaginoplastia, dependiendo de las necesidades y deseos individuales de la persona.
¿Por qué se realiza?
Las personas que deciden realizarse esta cirugía lo hacen porque padecen angustia debido a que no tienen el mismo género expresado que el sexo con el que nacieron (disforia de género).
Las cirugías de feminización acostumbran a posponerse hasta la edad adulta. Estas serían algunas de las opciones más habituales:
- Aumento de senos.
- Cirugía plástica de mandíbula, mentón, mejillas, frente, etc.
- Abdominoplastia, gluteoplastia y liposucción.
- Feminización de la voz.
- Condrolaringoplastia o reducción de la nuez de Adám.
- Cirugía genital para eliminar los testículos (orquiectomía), crear una vagina con tejido peneano del colon (colovaginoplastia), etc.
Sin embargo, la cirugía de feminización no está hecha para todas las mujeres transexuales. El médico podría desaconsejar estas cirugías si tienes trastornos mentales, cardíacos o hemorrágicos, entre otros.
¿Qué riesgos presenta?
Como sucede con cualquier cirugía mayor, la cirugía de feminización puede provocar algunas de las siguientes complicaciones:
- Riesgo de sangrado.
- Infección y una reacción adversa a la anestesia.
- Mala cicatrización de la herida.
- Hematoma.
- Cambios en la sensibilidad de la piel.
- Dolor persistente.
- Menor sensibilidad.
- Tejido corporal dañado o muerto (necrosis del tejido) en la vagina y los labios.
¿En qué consiste la preparación?
Antes de someterse a la cirugía de feminización, el paciente debe reunirse con el cirujano para explicarle cuales son sus expectativas. Él, a su vez, le dará ciertas indicaciones de la alimentación, además de unas pautas que necesitará para la anestesia.
Asimismo, antes de ser candidato de esta cirugía, el paciente debe pasar una evaluación de los siguientes puntos:
- Una revisión de las historias clínicas familiares y personales.
- Una exploración física, incluida la evaluación de los órganos genitales internos.
- Análisis de laboratorio para medir los lípidos, el azúcar en sangre, las enzimas hepáticas, los electrolitos y la hormona prolactina, así como un hemograma completo.
- Una revisión de las vacunas.
- Análisis para la detección adecuado para la edad y el sexo.
Identificación y abordaje del problema de tabaquismo, el abuso de drogas, el consumo excesivo de alcohol, el VIH u otras infecciones de transmisión sexual.
- Una conversación sobre la congelación de esperma (criopreservación de semen).
- Una evaluación mental para asegurarse que el paciente es plenamente consciente de la intervención a la que va a someterse.
¿Cómo son sus resultados?
Los resultados de una cirugía de feminización acostumbran a tener siempre un impacto favorable tanto en el bienestar del paciente como en su función sexual. No obstante, para ello es fundamental continuar con una atención médica en la etapa postoperatoria a largo plazo y un seguimiento de los tratamientos prescritos para asegurar unos buenos resultados.