Día Mundial de la Neumonía: todo lo que necesitas saber

Hoy lunes 12 de noviembre, es el Día Mundial de la Neumonía. Esta es una de las enfermedades infecciosas más letales que afecta sobre todo a niños menores de cinco años y a varones mayores de 65 años con patologías cardiopulmonares, respiratorias o diabetes. El Dr. Adalberto Pacheco Galván, especialista en Neumología, expone diversos datos a tener en cuenta, los síntomas, las causas y el tratamiento.

¿Qué es la neumonía?

La neumonía es un proceso inflamatorio que afecta a la zona distal del árbol bronquial y los alvéolos, que son los millones de saquitos pulmonares donde se produce el intercambio de gases, expulsar el dióxido de carbono y captar el oxígeno, fundamental como combustible para todas las funciones metabólicas del organismo. En ocasiones no solo los alvéolos se ven inflamados sino los pequeños bronquios distales. En este caso podemos denominar al proceso como bronconeumonía. Habitualmente el origen de la inflación está ocasionada por microorganismos (bacterias, virus y hongos) aunque también pueden motivar esa inflamación  agentes tóxicos no microbianos ya sean gaseosos o líquidos. En este último caso algunos científicos admiten el término de neumonitis para diferenciarlo de neumonía,  mas vinculada a agentes infecciosos.

En todos los casos se observa en la radiografía de tórax una opacidad más o menos extensa que en ocasiones obliga a emplear técnicas radiológicas más sofisticadas como el TAC torácico.

Datos que considere destacados sobre la neumonía

Habitualmente la neumonía se adquiere por la entrada desde la garganta hacia los bronquios y alvéolos (aspiración) de material gaseoso o líquido que transporta microorganismos o componentes tóxicos como humos o material procedente del estómago. Otra vía de llegada a los alvéolos para producir neumonías es la vía sanguínea, a través de la cual desde otro órgano del cuerpo normalmente infectado, se accede a la zona de los alvéolos; esta vía es mucho menos frecuente que la espirativa. La inflamación inherente a la neumonía supone que  millones de alvéolos queden inhabilitados para ejercer la función básica de la captación de oxígeno, por lo que según la extensión del proceso, puede propiciarse una disminución peligrosa de la cantidad de oxígeno disponible para el normal funcionamiento del organismo en general.

¿Cuáles son los síntomas más habituales?

Los síntomas más habituales son la fiebre y los escalofríos, junto a dificultad de respirar y la tos, y además,  si el proceso inflamatorio afecta la membrana que recubre los pulmones, la pleura, puede desencadenarse un dolor agudo en la zona de contacto típicamente costal y más pronunciada en la inspiración. La expectoración acompañando a la tos frecuente suele ser en los procesos infecciosos, espesos y amarillentos o verdosos. En ocasiones aparece durante el  proceso el esputo manchado con sangre.

Existen neumonías donde la producción de esputo es escasa o nula, la fiebre es de menos intensidad  pero la apariencia en la radiografía de tórax es marcada y la llamamos neumonía atípica, producida  por gérmenes no clásicos bacterianos como puede ser el neumococo, como son : Mycoplasmas, Clamidias, Legionellas, virus etc.

¿Cuáles son las causas?

Habitualmente la causa directa de las neumonías es la colonización de las vías aéreas superiores (garganta) por los agentes microbianos y la posterior aspiración a los pulmones; otro mecanismo es la inhalación de microbios existentes en el aire, o el mucho menos frecuente acceso de  los mismos a los pulmones por vía sanguínea desde otro lugar del organismo. El estado inmunológico del individuo con neumonía pude ser determinante de la frecuencia y la extensión de las neumonías y por tanto de la gravedad de las mismas.

¿En qué consiste el tratamiento?

Como las causas de las neumonías suelen ser las bacterias, existe un amplio armamentario antibióticos para combatirlas que resultan más eficaces cuantos más específicos sean. Para eso cual deberíamos disponer de muestras de esputo para cultivar el germen o análisis sanguíneo para determinar la cantidad de anticuerpos, que si son muy elevaos pueden indicar el organismo causante específico.

Las medidas a tomar son: el reposo, la hidratación y, en ocasiones, oxígeno. Suelen prescribirse en proporción directa a la gravedad de la neumonía y teniendo en cuenta las condiciones básicas del individuo que la sufre: edad, enfermedades acompañantes, estado inmunológico etc.

¿Ha habido avances en los últimos años?

Existe una ampliación de la disposición de antibióticos cada vez más eficaces  por su necesidad de menor tiempo para el control de la infección, aunque en ocasiones se abuse de los mismos ocasionando la aparición de cepas de microorganismo resistentes, y por tanto queda anulada la eficacia del antibiótico en cuestión. Este es un problema de salud mundial que obliga a investigar antibióticos cada vez más sofisticados para gérmenes cada vez más resistentes, una suerte de espiral preocupante.

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