Cómo preparar a los niños para la vuelta al cole

Retomar la rutina después de unas vacaciones no es sencillo, pero tras unos meses de recreo y descanso a nuestros hijos les toca volver a la normalidad. La vuelta al cole, por lo general, suele costar, ya que los niños experimentan una montaña rusa de emociones, sobre todo los más pequeños.

Si bien es cierto que no existe ningún método totalmente efectivo que haga que la vuelta al cole no sea un proceso tan costoso, sí existen algunas pautas que, de seguirlas, ayudan y mucho a encarar el inicio del nuevo curso con mayor energía y entusiasmo:

  • Hablar con ellos: es importante darles la oportunidad de que se expresen y de que les escuchemos activamente para poder aconsejarles, tranquilizarles y ayudarles a que se sientan queridos.
  • Gradualmente retomar rutinas: unas semanas antes de la vuelta al cole empezar a levantarlos a la hora que se levantarían, que desayunen y coman a la hora que lo harán cuando estén en el colegio, etc.
  • Que duerman las horas necesarias: es bastante habitual que en vacaciones nos vayamos a dormir más tarde todos y que nos levantemos más tarde. Tenemos que intentar unas semanas antes adecuar nuevamente sus horarios de sueño para que descansen un mínimo de 8 horas.
  • Participación en la vuelta al cole: habitualmente los padres creemos que la vuelta al cole es algo de lo que nos tenemos que encargar nosotros, pero la realidad es que ellos quieren ser partícipes. Debemos dejar que ayuden a la hora de comprar el material escolar, por ejemplo, para que tengan ilusión por volver.
  • Organización: conviene también unos días antes tener todo el material, la bata y los libros preparados. Es importante una vez más dejar que ayuden en esta tarea para que se sientan importantes.
  • Las vacaciones se acaban, el ocio no: la vuelta a la rutina no tiene por qué ser el fin de todas las actividades que les divierten. De hecho, seguir yendo al parque a jugar, hacer excursiones los fines de semana, seguir yendo a la playa mientras siga haciendo calor, etc.
  • Ser un ejemplo para ellos: los niños imitan a menudo los comportamientos de los adultos, con lo cual si optamos por estar positivos ante la vuelta a nuestra rutina, muy probablemente nuestros hijos harán lo mismo.
  • La importancia de las despedidas: cuando los llevemos al colegio de nuevo es importante despedirnos correctamente para que no se queden preocupados. Asimismo tampoco es bueno alargar en exceso la despedida durante ese período de adaptación a la escuela.

Cómo evitar una crisis postvacacional

Los seres humanos en general somos expertos en no llevar del todo bien los cambios. En este sentido, el paso de un periodo vacacional a la vuelta a la rutina puede hacerse muy cuesta arriba para algunas personas.

Los niños como comentábamos antes no solo sufren también estos cambios, sino que además quizás les afecta a algunos más incluso que a los adultos. Lo mejor es hacerles entender que la vida consiste en esto: la alternancia entre el esfuerzo y el ocio. Deben entender que cuando son pequeños deben formarse para el día de mañana y que cuando sean mayores deberán hacer frente a largas jornadas de trabajo para poder comprarse una casa, un coche, etc. En definitiva, tienen que ver que no es algo malo, sino algo normal e inevitable, que llevado con positivismo es mucho más llevadero.

La vuelta al cole, por lo general, suele costar.

Evidentemente, la vuelta al cole viene acompañada de horas lectivas, deberes y exámenes, pero no hay que olvidar la parte buena que tiene todo esto. Para ello, es fundamental remarcarle las cosas buenas de su vuelta al colegio: volverá a ver a sus amigos, podrá jugar a futbol en el patio, hacer educación física o la asignatura que le guste, etc.

Finalmente para evitar una crisis postvacacional conviene tener algunos consejos en cuenta:

  • No apurar al máximo las vacaciones fuera de la residencia habitual para que el choque de la vuelta a la normalidad no sea tan duro.
  • Recuperar los hábitos de alimentación, dejando los helados, las chuches y los platos que no solemos comer fuera de la época vacacional.
  • Es importante que vuelvan a hacer ejercicio, ya sea en el parque o en la actividad extraescolar que estuviesen apuntados. Todo ello ayuda a normalizar la vuelta, evitando que se les haga un mundo.
  • No presionarlos demasiado con las expectativas del nuevo curso. Al principio lo importante es que se sientan cómodos, ya habrá tiempo más adelante para pedirles un poco más de implicación o unos mejores resultados.
  • Enseñarles a aceptar todas estas emociones que les toca vivir. Tener angustia, rabia, tristeza, etc., es completamente normal, pero hay que aprender a sobrellevarlo.
  • Por último, a pesar de que las vacaciones ya terminen o ya hayan terminado, debemos aprovechar con ellos cualquier momento libre para disfrutar.

Cómo recuperar la rutina y el ritmo tras las vacaciones

Básicamente con mucha calma y con positivismo, empezando por nosotros, los adultos. No solo el niño vuelve a sus rutinas, sino que toda la unidad familiar vuelve. Lo mejor es que se coja todo con positividad y optimismo para afrontar lo que vendrá de la mejor manera posible. Si empezamos por hacerlo nosotros mismos, ellos nos imitarán. Si por el contrario, optamos por exteriorizar nuestras frustraciones y quejarnos todo el día, nuestros hijos nos verán e imitarán nuestra reacción ante este cambio.

La clave, sin duda, es hacerlo todo poco a poco, muy gradualmente, para ir cogiendo ritmo y en cuestión de días, o hasta la primera semana, tener una progresión diaria hasta llegar al ritmo necesario de atención y de trabajo que requiere la actividad escolar.

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