Asma, una enfermedad que requiere una mayor atención para todos

El 2 de mayo se celebra el Día Mundial del Asma, un día para concienciar sobre esta enfermedad y la necesidad de su control y atención a todas las personas afectadas.

Día Mundial del asma
Día Mundial del asma

El asma es una enfermedad respiratoria heterogénea, generalmente asociada con inflamación crónica de las vías respiratorias e hiperreactividad, que afecta a unos 339 millones de personas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En España, más de tres millones de personas tienen asma, de las que el 10% son niños de entre 6 y 7 años y el 15% son adolescentes de entre 13 y 14 años, mientras que la prevalencia del asma en adultos es del 5 %.

Con motivo de seguir educando y concienciando sobre esta enfermedad, en 1998 se estableció el día 2 de mayo como el Día Mundial del Asma en la primera reunión mundial acerca del asma en Barcelona. Esa iniciativa se estableció para concienciar a la población sobre lo que supone padecer esta enfermedad y la importancia, tanto de sus cifras como de su necesidad de llevar un control y seguimiento de todas las personas que la sufren, sin limitaciones. De todo ello hablamos con la Dra. Corbacho Abelaira, especialista en Neumología en el Hospital Ribera Povisa.

Dra. Corbacho, especialista en Neumología en el Hospital Ribera Povisa.

El asma es una de las principales enfermedades no transmisibles

El asma es una enfermedad multifactorial que no se puede prevenir y en la que participan muchos elementos, tanto relacionados con la persona (genética, comorbilidades), como con el entorno (exposición ambiental a irritantes, contaminantes o alérgenos). Dentro de los desencadenantes más frecuentes, están lo que se llaman alérgenos: ácaros, pólenes, epitelios de animales u hongos y, otros más relacionados con el asma laboral como el polvo de la madera, el polvo de los granos, la caspa de animales, los hongos o los químicos.

¿Afectan a la enfermedad los factores externos?

Hay desencadenantes que se relacionan con la contaminación del aire exterior, productos de olor intenso como perfumes o productos de limpieza y desinfección o el propio ejercicio físico. Las condiciones meteorológicas pueden hacer aparecer los síntomas de asma, un cambio de clima repentino puede provocar un ataque de asma. El aire frío y seco puede causar ataques muy fuertes; en especial en personas que practican deportes de invierno y tienen asma causada por el ejercicio, el aire cálido y húmedo también puede ser un problema, sobre todo si se combinan con la contaminación y genera altos niveles de ozono. Por otro lado, clima húmedo también puede favorece el crecimiento del moho y el viento puede esparcir el moho y el polen en el aire.

Los signos y síntomas más comunes del asma comprenden: falta de aire, dolor u opresión del pecho, tos, sibilancias (silbidos en el pecho al respirar), problemas para dormir. Constituye una importante alteración en la calidad de vida del que la sufre con absentismo escolar y laboral, limitación en las actividades de la vida diaria.

¿Cómo se realiza el diagnóstico?

Todos estos datos clínicos son básicos a la hora de diagnosticar el asma. La prueba diagnóstica fundamental es la Espirometría con la que se trata de medir el grado de obstrucción que tiene los bronquios, así como la respuesta a la medicación aplicada (se realiza una prueba basal al inicio y otra 20-30 minutos después del uso de un broncodilatador). Aún así, el que esta prueba sea normal, no excluye el diagnóstico. Otra prueba importante es la medición del pico flujo (mide la velocidad del aire que el paciente exhala) que el propio paciente la puede realizar en su domicilio y resulta muy útil para controlar su empeoramiento y para adaptar las pautas de tratamiento que su médico le habrá entregado.

Una de las principales pruebas diagnósticas para el asma es la espirometría.

Si sospechamos que el paciente presenta un asma de tipo alérgico, procederemos a realizar unas pruebas cutáneas (Prick test) o sanguíneas (RAST) de alergia. Otras pruebas son más específicas como la de provocación bronquial, la medición de la Fracción exhalada de óxido nítrico (FeNO) o la radiografía de tórax.

¿En qué consiste el tratamiento?

Dentro de los tratamientos del asma los grupos fundamentales son:

  • Los medicamentos para el control del asma a largo plazo que se toman de forma regular para controlar los síntomas crónicos y prevenir los ataques de asma son el tipo de tratamiento más importante para la mayoría de las personas con asma.
  • Los medicamentos para alivio rápido (medicamentos de rescate). Se toman, según sea necesario, para el alivio rápido y a corto plazo de los síntomas y se usan para prevenir o tratar un ataque de asma.
  • Si estamos ante pacientes alérgicos pueden resultar útiles las vacunas y la inmunoterapia y, en pacientes con asma muy severa, desde hace unos años disponemos de lo que se conoce como terapias biológicas, que tratan de contener las respuestas biológicas subyacentes que causan inflamación en los pulmones.

La importancia del control y la prevención

Como todas las enfermedades crónicas, lo más importante es mantener un buen control y prevenir los ataques. Más de la mitad de los pacientes con asma no tiene su enfermedad controlada. La causa principal de este mal control es la falta de cumplimiento de la medicación. Los pacientes mal controlados tienen peor calidad de vida y producen mayor consumo de recursos sanitarios.

Resulta fundamental el papel de la educación terapéutica como elemento clave en el manejo y control del asma. Tanto los profesionales sanitarios como los pacientes y sus familias pueden y han de ser formados y educados, con dos objetivos fundamentales: conseguir una óptima calidad de vida y una capacidad suficiente para manejar el asma de una forma auto gestionada. Todo ello, se puede conseguir a través de un proceso educativo que ha de ser individualizado, continuo, progresivo, dinámico y secuencial. Es fundamental la comunicación médico-paciente-familia para la adquisición de conocimientos y habilidades, sino también un cambio de actitudes y creencias.

Más de tres millones de personas tienen asma, de las que el 10% son niños de entre 6 y 7 años

Un gran impacto psicológico

El impacto psicológico de la enfermedad crónica, sobre todo en el niño y su familia, es un tema de gran interés debido a que puede causar una limitación de su actividad física y de otras actividades de la vida diaria y provocar una mayor incidencia de problemas psicológicos, altos niveles de estrés, problemas de conducta y desajuste social. Por otra parte, se sabe que algunas exacerbaciones están provocadas por cambios emocionales o problemas psicológicos. Un aspecto trascendental es el de conocer cómo los pacientes perciben sus síntomas, ya que esto puede determinar la decisión de tratar o no los ajustes terapéuticos.

Además, se deben procurar objetivos específicos que sean acordados entre las partes en relación con el deporte, a la actividad lúdica, etc. Con ejemplos de los muchos deportistas de alta competición que padecen asma, es bueno hacer comprender que hacer deporte para controlar la patología, se demuestra que es un elemento favorecedor en el control de una enfermedad crónica.

Hacer deporte o un mínimo de actividad física es fundamental para el control del asma.

Para que todo esto funcione es fundamental conocer la enfermedad y aceptarla, identificar sus factores desencadenantes, conocer las medidas preventivas, conocer los signos de gravedad de una crisis y comprender los tipos de tratamiento. La negación o de aceptación de la enfermedad, así como las creencias y la percepción erróneas que el paciente-familia tiene de su enfermedad pueden determinar actitudes hacia las medicaciones, temor a los efectos secundarios, a la posibilidad de adicción, y demasiada confianza en medicina alternativas (cuyas bases científicas son generalmente nulas).

Día Mundial del Asma

La celebración del Día Mundial del Asma es una buena oportunidad para llamar la atención sobre esta enfermedad y destacar que lo más importante es mantener un buen control y prevenir los ataques, cumplir el tratamiento prescrito por médico, acudir a las consultas médicas programadas y tener un estilo de vida saludable.

Desde el grupo gallego de asma de la SOGAPAR se proponen una serie de recomendaciones para mantener un estilo de vida saludable y un buen control del asma.

10 recomendaciones de la SOGAPAR para mantener un estilo de vida saludable y poder controlar el asma.

Leave a Reply

avatar
  Subscribe  
Notify of