¿Por qué hay incontinencia urinaria durante el embarazo y el posparto?

Escrito por: Andrea Carralero Martínez
Publicado: | Actualizado: 10/02/2023
Editado por: Margarita Marquès

Existen multitud de cambios fisiológicos que se producen en la mujer cuando está embarazada. El simple hecho de que el útero se agrande para gestar al nuevo bebé, hace que la vejiga y el resto de órganos del abdomen se desplacen de su sitio. La vejiga, en este caso, desciende apoyándose en los huesos de la pelvis, y es comprimida por encima por el útero.

 

A medida que progresa el embarazo, la vejiga cada vez está más comprimida, por lo que disminuye su capacidad de retención de la orina y, es por ello, que aumenta la frecuencia de veces que las mujeres tienen que acudir al cuarto de baño.

 

La incontinencia urinaria durante el embarazo también es debida a esa compresión de la vejiga, y a que cuando desciende la vejiga hace que la uretra tenga más movilidad cuando realizamos algún esfuerzo (como toser, estornudar, o reír). Además, le tenemos que añadir el estado de nuestra musculatura del suelo pélvico, que es primordial que tenga un buen tono y una buena fuerza para poder controlar estas pérdidas de orina durante el embarazo, y más teniendo en cuenta que los cambios hormonales hacen que la musculatura esté más relajada.

 

En el posparto, el estado de la musculatura del suelo pélvico es imprescindible para el control de la incontinencia urinaria. En ocasiones, suceden acontecimientos en los partos que no favorecen la correcta función de la musculatura en el posparto. Es por ello que el trabajo muscular es lo más importante, y más cuando los partos han sido instrumentados.

 

En ocasiones, los embarazos y los partos también pueden causar prolapsos de órganos pélvicos, es decir, el descenso de los órganos como la vejiga, la uretra, el útero o el recto. Este puede llegar a ser un motivo de incontinencia urinaria también, aunque no siempre, ya que depende mucho que la musculatura del suelo pélvico tenga un buen tono muscular y pueda controlarlo.

 

Los factores de riesgo más importantes para padecer incontinencia urinaria son el sobrepeso y el estreñimiento, aunque existe un factor genético. Todos ellos hacen que la musculatura del suelo pélvico esté más debilitada, y complique el control del esfínter de la vejiga. También existen otros factores como cirugías ginecológicas, la ingesta de bebidas estimulantes, los sobreesfuerzos físicos de algunas prácticas de deporte o mal ejecutados, o la menopausia, que puede incrementar el riesgo de padecer incontinencia urinaria, tanto de esfuerzo como de urgencia.

 

La incontinencia urinaria nunca se puede considerar
fisiológica, independientemente del grado de gravedad

 

¿Si se sufre incontinencia en la gestación, es más probable que aparezca también en el posparto?

Efectivamente. Las mujeres que padecen incontinencia urinaria durante el embarazo, tienen más posibilidades de padecer incontinencia urinaria en el posparto, debido a que la musculatura del suelo pélvico ya no estaba bien durante la gestación.

 

¿Hay más probabilidad de sufrir incontinencia en un embarazo si la mujer ya la sufrió en un embarazo anterior?

Si la mujer no ha realizado rehabilitación del posparto anterior, y sigue padeciendo incontinencia urinaria, lo más probable es que continúe, e incluso que empeore en el siguiente embarazo y en el siguiente posparto.

 

¿Cómo se puede prevenir?

Es muy importante mejorar la musculatura del suelo pélvico durante el embarazo, y realizar una buena rehabilitación posparto de la mano de un fisioterapeuta especializado. La incontinencia urinaria se puede prevenir y se puede tratar, independientemente de la gravedad.

 

¿Cuáles son las vías para mejorar el cuadro de incontinencia posparto?

Para mejorar la musculatura del suelo pélvico existen los conocidos ejercicios llamados "Kegels", pero es importante que estén bien dirigidos y orientados a cada mujer, ya que consideramos un error importante recomendar una pauta de ejercicios estándar para todas las mujeres. ¿Y por qué es importante individualizar la pauta de ejercicios? ¿No es cierto que cuando acudes a un gimnasio por primera vez, no puedes levantar el mismo peso ni hacer las mismas repeticiones de pesas que una persona que acude todos los días desde hace años al gimnasio? Pues lo mismo sucede con la musculatura del suelo pélvico. Le tenemos que pedir la intensidad, la frecuencia y el tipo de contracciones que pueda, e irlas incrementado progresivamente conforme se vaya fortaleciendo.

 

Para mejorar el tono y la fuerza muscular, también disponemos de herramientas en consulta como la electroestimulación, o como el biofeedback que ayuda a mejorar la "propiocepción", o lo que es lo mismo, la conciencia de la musculatura y de las contracciones.

 

También es primordial el estado muscular de las abdominales profundas (o el CORE), ya que funciona paralelamente con la musculatura del suelo pélvico. Para mejorarla existen multitud de ejercicios posturales y de tonificación que se deben hacer paralelos a los ejercicios y a las técnicas anteriormente nombradas.

 

Y, para finalizar, es importante que las cicatrices que pueden ocasionar los partos, estén elásticas y no sean dolorosas, para que el tejido funcione correctamente. En ocasiones, una cicatriz adherida puede dar problemas importantes como incontinencia urinaria o dolor en las relaciones sexuales.

 

Las mujeres suelen pensar que sufrir este tipo de incontinencia es normal, pero ¿hay alguna incontinencia que se pueda considerar fisiológica o cualquier tipo debe ser objeto de consulta médica?

La incontinencia urinaria es una disfunción, una patología. En ninguna ocasión se puede considerar fisiológica, independientemente del grado de gravedad. Lo fisiológico es la continencia. Cualquier pérdida de orina, por pequeña que sea, o por poco frecuente que sea, muestra que existe un problema en el suelo pélvico, y debe ser un motivo de consulta médica y de rehabilitación en todos los casos.

Por Andrea Carralero Martínez
Fisioterapia

Andrea Carralero Martínez es una reputada especialista en Fisioterapia en suelo pélvico, en dolor pélvico crónico y en patologías urológicas, ginecológicas y obstétricas, como fisioterapia en postparto, en incontinencia urinaria y en disfunción sexual.

Se graduó en Fisioterapia y es Doctorada en el programa de metodología de la investigación biomédica y salud pública. Además, también tiene un máster en investigación en ciencias de la salud.

Además de su labor asistencia, ejerce como investigadora en el área de urología-ginecología-coloproctología-dolor pélvico crónico en el centro RAPbarcelona y en Hospital Clínic de Barcelona. Asimismo, ha combinado su trayectoria como profesional con la docencia, como profesora en distintos cursos y másteres.

En paralelo, también es autora de múltiples artículos y publicaciones relacionadas con su especialidad y ha asistido a numerosos congresos nacionales e internacionales.

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