¿Para qué sirve la terapia familiar?

La atención a la familia se define como la base angular de intervención psicológica que se realiza al paciente, en la cual el síntoma, que define su malestar, se encuentra vinculado al contexto social en el que el paciente llevó a cabo su desarrollo durante las etapas de infancia y adolescencia. Esto hace que, en su vida actual, sea condicionante en gran medida de pensamientos, conductas y emociones no facilitadores de bienestar.

Su base teórica y metodológica se asienta en las terapias de tercera generación surgidas en el siglo XXI, las cuales encontraron su raíz en la Teoría Sistémica de Bronfenbrenner y la Teoría Holística del siglo XX que ubica al sujeto como parte integrante de una realidad que condiciona el propio desarrollo del sujeto como persona.

Conocer la formación de la unidad familiar es aceptar la existencia de aprendizajes que pueden ayudar o limitar al individuo como sujeto capacitado para su propio desarrollo.

¿Qué objetivos persigue?

El enfoque que desarrollo en “Terapia en familia” parte de un enfoque ecológico que tiene como principios:

• La realidad se construye en cada sujeto.
• La causalidad es circular e intervienen factores personales que condicionan la realidad.
• El lenguaje crea la realidad. Poder comunicar es básico para poder relacionar al sujeto con su entorno, además que el discurso nace a partir de la reflexión
• El orden nace a partir del caos. La visión de estructuras de relación que llevan por su inercia a determinar sistemas de función no siempre funcionales.
• La mente es social. El sujeto es creador de historias a partir de sus vivencias sociales, las cuales son el resultado de un juego de estructuras interpersonales y relacionales en su contexto familiar o social particular.

Bajo estos principios se definen como objetivos:

• La consciencia de la capacitación del sujeto para alcanzar la autonomía en sus distintos grados.
• Reforzar la salud mental e integral del usuario.
• Dotar de mayor competencia para alcanzar la adaptación del usuario a su medio social.
• Asesoramiento y apoyo para gestionar el estado de ánimo.
• Coaching para el manejo del estrés y tensión física en grupo e individualmente.
• Enriquecimiento para la adquisición de hábitos saludables.

¿Qué aplicaciones tiene este tipo de terapia?

Su aplicación resulta muy efectiva para niños y adolescentes que presentan:

• Trastorno del vínculo.
• Síntomas propios de trastorno de ansiedad (mutismo selectivo, fobia social, fobia específica, trastorno por ansiedad generalizada, trastornos debido a otra enfermedad médica, agorafobia, etc.).
• Trastornos obsesivos y relacionados.
• Trastorno por estrés postraumático relacionados con estresores y acontecimientos traumáticos.
• Trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo.
• Trastorno depresivo.

Por otra parte, podemos señalar su efectividad para aquellos adultos que presentan trastornos de personalidad por dependencia, trastornos depresivos y trastornos obsesivos y relacionados.

¿En qué consiste y cómo se desarrolla?

Se parte de un encuentro con la familia para determinar el motivo de la consulta, es decir, la entrevista inicial. En el caso de que ya esté definido el miembro familiar (hijo o hija) por el que se solicita la consulta, la entrevista inicial se realiza con los padres solamente y, en una segunda sesión, con el hijo o hija.

En el caso de que el motivo de consulta se centre en alguno de los progenitores, la entrevista inicial se realiza con ellos.

El encuadre terapéutico se realiza desde la primera sesión de intervención psicológica con la familia, definiendo distintos momentos del proceso terapéutico como sería de valoración y diagnóstico inicial, en el que se puede hacer partícipe a todos los miembros de la familia, así como aquellos allegados en sus distintos contextos ya sean el educativo, el sanitario o el de actividades de esparcimiento. En un tercer momento, se llegaría a la devolución y pronóstico, tras el cual entraríamos en el momento de concreción de las herramientas y metodología a realizar para alcanzar un estado de mejora en la salud mental e interrelación y convivencia social.

Toda la intervención terapéutica tiene como fin la mejora de la salud mental en términos de bienestar psicosocial, en su expresión a través de la gestión emocional y en la conducta de autorregulación a través de técnicas cognitivo-conductuales y Psicología de la salud.

¿Qué papel ocupa el terapeuta?

El rol del terapeuta forma parte del contexto de consulta y se encuentra asentado sobre los principios que definen el objetivo terapéutico. En un primer momento, el terapeuta se convierte en la expresión de todo lo que el sujeto-usuario quiera encontrar en la búsqueda de una solución para hacer desaparecer su dolor. El encuadre terapéutico que realiza el psicólogo se hace esencial para poder definir la estructura dinámica que se irá construyendo en el nuevo sistema de interacción terapeuta-usuario, gracias a la escucha activa y reflexiva, creando un discurso de empatía y compasión sobre las vivencias del hombre/mujer, la habilidad de su expresión y el desarrollo de la plasticidad psíquica para su adaptación.

De esta forma, el terapeuta-psicólogo es el generador de un nuevo discurso con lo propio y con lo ajeno, un apoyo de estimulación sobre lo que uno puede hacer y un enlace con lo pragmático de la vida.