La cardiología infantil se convierte en cardiología de las cardiopatías congénitas

Escrito por: Dr. Fernando Villagrá Blanco
Publicado: | Actualizado: 03/01/2023
Editado por: Margarita Marquès

La cardiología infantil una especialidad médica relativamente joven. En nuestro país se inició en los años 65-70 y, entonces, el nombre de la especialidad era cardiología infantil, porque los destinatarios eran niños y algún adolescente.

 

En los años 70 investigábamos la anatomía de las distintas cardiopatías y cómo corregirlas. La mayoría de los pacientes eran niños mayores a los que realizábamos cirugía correctora. A los pocos lactantes y neonatos que teníamos les hacíamos cirugía paliativa. La mortalidad espontánea era altísima y la mortalidad hospitalaria quirúrgica alcanzaba el 20%.

 

En los 80 y 90 conseguimos abordar con aceptable mortalidad las patologías más complejas en el periodo neonatal y de lactancia, al conocer mejor su anatomía y fisiopatología. En los adolescentes consolidamos las técnicas reparadoras con conductos extracardiacos en las cardiopatías complejas. 

 

En 1982 nació en el ámbito de la medicina privada nuestra Unidad de Cardiopatías Congénitas (UCC) integrada por cardiólogos infantiles, cirujanos cardiovasculares y psicólogos, a causa de la gran importancia del aspecto humano de la especialidad y la necesidad de una información al paciente entendible, realista y veraz.

 

Esta especialidad tiene como objetivo el cuidado integral de los pacientes
con cardiopatía congénita desde la edad fetal hasta la edad adulta

 

El descenso de la mortalidad quirúrgica

En la primera década de este siglo consolidamos las técnicas más complejas en los neonatos y lactantes e iniciamos las reparaciones de las lesiones residuales y las valvuloplastias conservadoras en los adolescentes. Empezamos a ver adultos jóvenes con cardiopatías congénitas, la mayoría operados en la edad infantil y que habían sobrevivido. Procedíamos a reparar sus lesiones residuales y a establecer un seguimiento a largo plazo (de por vida). La mortalidad quirúrgica descendió al 2-5%

 

Por otro lado, las técnicas miniinvasivas percutáneas irrumpieron con fuerza y sustituyeron a la cirugía en cardiopatías de complejidad sencilla o media. En esos años se adelantó al periodo fetal el diagnóstico de las cardiopatías congénitas, de forma que la mayoría de las cardiopatías se diagnosticaban durante el embarazo, preparando a padres y familia psicológicamente para el momento del nacimiento. El diagnóstico fetal de las cardiopatías viabilizó la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) ante determinadas cardiopatías congénitas, disminuyendo importantemente el número de cardiópatas infantiles.

 

En la segunda década de este siglo, la drástica disminución de la natalidad en nuestro país potenció aún más este descenso. Por el contrario, en nuestras consultas acudían más y más adultos jóvenes y no tan jóvenes con cardiopatía congénita, la mayoría operados en la edad infantil, pero también algunos no operados que buscaban soluciones para una cardiopatía bien tolerada durante años pero que amenazaba con limitar su calidad de vida.

 

La especialidad dejó de llamarse cardiología infantil y empezó a llamarse Cardiología de las Cardiopatías Congénitas. Esta especialidad tiene como objetivo el cuidado integral de los pacientes con cardiopatía congénita desde la edad fetal hasta la edad adulta. Incorporamos cardiólogos de adultos con formación en cardiopatías congénitas y organizamos consultas mixtas de transición de la edad infantil a la edad adulta atendida por un cardiólogo pediatra y un cardiólogo de adultos. El primero aporta el conocimiento del propio paciente desde la edad infantil y el aspecto anatómico y técnicas invasivas, el segundo la función cardiaca y el manejo de las enfermedades y complicaciones extracardiacas inherentes a la edad adulta. Irrumpieron con fuerza las técnicas más sofisticadas y complejas como el trasplante o el ECMO en casos con situaciones clínicas críticas.

 

En la actualidad, la experiencia acumulada incluyendo el seguimiento a largo plazo, las guías internacionales, la mejoría de todas las técnicas e implantes, una más sofisticada monitorización, una depurada técnica anestésica y de cuidados postoperatorios en las unidades de intensivos ofrecen a los cardiópatas congénitos de todas las edades unos óptimos resultados con larga supervivencia y excelente calidad de vida. Las técnicas percutáneas con un diseño depurado de catéteres y dispositivos permiten un tratamiento eficaz sin cirugía en muchas cardiopatías.

Por Dr. Fernando Villagrá Blanco
Cirugía Cardiovascular infantil

El Dr. Villagrá Blanco es un destacado especialista en Cirugía Cardiovascular y cuenta con más de 40 años de experiencia. En la actualidad es el Jefe de la Unidad de Cardiopatías Congénitas y Jefe de Servicio de Cirugía Cardíaca Infantil en el Hospital Universitario Montepríncipe.

Licenciado en Medicina y Cirugía, se especializó vía MIR por la Universidad de Connecticut (Estados Unidos) y el Hospital Universitario Puerta de Hierro. Además, es Doctor en Medicina por la Universidad Autónoma de Madrid y experto en Bloque Quirúrgico.

Durante su trayectoria, ha realizado más de 100 publicaciones en revistas nacionales e internacionales y es autor de múltiples capítulos de libros. Además, es miembro de varias sociedades científicas reconocidas, como la Sociedad Española de Cardiología, la Sociedad Española de Cirugía Cardiovascular y la Sociedad Europea Internacional de Cirugía Cardiovascular.

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