Importancia del proceso preadoptivo para acompañar a los padres

El día que unos padres reciben la noticia de que tendrán una asignación, de que han sido elegidos para adoptar a un niño o niña, estarán nerviosos. Quizás les han dicho su edad, si es un niño o niña, pero nada más. En los días posteriores habrá una reunión oficial donde les presentarán la información del que será su nuevo hijo o hija y recibirán mucha información, que se unirá a un empacho de lenguaje oficial e informes. Poco a poco procesarán la información, se ilusionarán, se preocuparán, se alegrarán y también se desesperarán.

¿Qué papel desarrolla el Pediatra en el proceso de adopción?

Con esa mezcla de sentimientos, emociones y expectación llegarán los padres a la consulta del especialista en Pediatría experto en adopciones, casi buscando permiso para decir sí a esa criatura que ya sienten suya, en parte. Sin embargo, la función del especialista es recordarles que todavía no lo es.

De la misma manera, aunque los padres vayan buscando que se les diga que todo está bien, no es así y nunca lo será. La herida o la historia de vida irán dando la cara a lo largo de la vida del niño o niña, de manera más sutil o menos, en forma de pequeños rasgos de personalidad, quizás.

En la visita con el pediatra se hablará de temas médicos, de aquello que se conoce del niño o niña: de cómo el desamparo que ha sufrido y el hecho de vivir en una institución, por ejemplo, han mermado su neurodesarrollo, su cuerpo.

No obstante, también se hablará de las fortalezas, del esfuerzo adicional que supondrá para los padres la crianza de este niño o niña. Esto hace que sea necesario también hablar de los padres, o del padre o madre, a título individual: de cómo se ha llegado a ese momento, de la lucha, de la espera, de la ilusión y, si se considera apropiado, de aquello que no pudo ser.

Importancia del proceso preadoptivo

Todo esto se considera un proceso preadoptivo, más que una visita preadoptiva. Esta primera visita normalmente llevará a otras para valorar nueva información pero, sobre todo, para acompañar.

Lo más normal es que en este proceso todo vaya bien y los padres puedan ir a conocer y a buscar a su hijo o hija, en casos de adopción internacional, o recibirlo, en casos de adopción nacional. Pero hay ocasiones en que no es así. A veces simplemente los padres no se ven; quieren pero no se ven. O bien aparece nueva información y el especialista de nuevo explica qué esfuerzo puede suponer, a nivel de pareja, y se ve que no. Esta es una situación muy dura que puede surgir y donde es importante ser honesto con uno mismo y con la pareja.

Adoptar no es fácil. Es una aventura preciosa, y para los niños y niñas poder tener una familia es un derecho, una necesidad. Pero si no se está preparado o preparada quizás no es el papá o mamá que esa criatura necesita en ese momento.

De todo esto se hablará en el proceso preadoptivo. Meses más tarde, cuando se acepte la asignación, se entra en materia: biberones, papillas, rutinas de dormir, primeros auxilios, etc. Todo aquello que pueda ayudarles y autorizarles como papás de un niño o niña que ya lleva tiempo en este mundo. Se prepara el viaje o bienvenida, en caso de adopción nacional, de todo aquello que hará el tiempo de adaptación más disfrutable.