Fascitis plantar: causas, síntomas y tratamiento

La fascitis plantar es una patología muy frecuente en la población, sobre todo en pacientes de edades comprendidas entre los 35 y 65 años, en edad laboral activa. 

Se produce por una inflamación a nivel del calcáneo de la inserción de la fascia plantar, que es un tejido fibroso que forma y mantiene el arco de la planta del pie.

Las causas de esta patología son múltiples, pero sobre todo está íntimamente relacionado con un acortamiento del sistema gastro-Aquileo-plantar, lo que provoca en estos pacientes una disminución de la flexión dorsal de los pies, y esto se asocia a la aparición de diversas patologías: la fascitis plantar como se ha comentado, pero también se asocia de manera frecuente a la patología del tendón de Aquiles y a dolor en el dedo gordo (hallux limitus).

El paciente con fascitis plantar refiere que tiene un dolor en el talón, que sobre todo suele ser muy doloroso al levantarse de la cama, pero que está presente durante todo el día. En pacientes que tienen que utilizar calzado laboral rígido o bien están muchas horas de pie se suele presentar la fascitis plantar con bastante frecuencia.

Fascitis plantar: diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico de esta patología es principalmente clínico, siendo imprescindible la exploración física, ya que es tan importante diagnosticar esta patología como diferenciarla de otras afectaciones del pie que se presentan de manera similar, pero tienen tratamiento muy distinto (como por ejemplo el síndrome del túnel tarsiano). 

También se pueden solicitar pruebas complementarias, como es una radiografía. En esta a veces podemos observar una calcificación de la inserción de la fascia plantar, lo que es más conocido como espolón calcáneo. También se puede solicitar una ecografía o una resonancia magnética, sobre todo cuando queremos hacer un diagnóstico diferencial con otras patologías, como he referido previamente.

El tratamiento de esta patología debe combinar ejercicios que el paciente debe hacer por su cuenta, y que van enfocados a elongar este sistema gastro-aquíleo-plantar, medidas de crioterapia ayudadas si precisan de tratamiento antiinflamatorio, y tratamiento rehabilitador. 

En los casos en que el paciente no mejora con este tratamiento, tenemos otros de segunda línea, como son: plantillas de descarga, tratamientos más específicos de rehabilitación como son las ondas de choque, y tratamientos mediante infiltración de Plasma rico en Plaquetas (PRP).

Y, por último, en aquellos pacientes en los que persiste clínica de dolor a pesar de haber cubierto todos estos tratamientos, se realiza un tratamiento quirúrgico. Existen diversas técnicas, pero en nuestra experiencia, el alargamiento del músculo gastrocnemio medial mediante tenotomía parcial es de los que mejor resultado ofrece actualmente. Es un tipo de cirugía que se realiza mediante una pequeña incisión en la parte posterior de la rodilla, y se hace de manera ambulatoria.

Por lo tanto, la fascitis plantar es una patología que a pesar de ser muy frecuente precisa de un buen diagnóstico y un tratamiento lo más precoz posible y bien enfocado, para evitar que esta patología se cronifique. Y es igual de importante hacer un buen diagnóstico diferencial para evitar errores de tratamiento y hacer una terapia bien indicada.

Si desea más información sobre la fascitis plantar, consulte con un especialista en Traumatología.