El insomnio puede empeorar nuestra salud cardiovascular

¿Qué es el insomnio?

El insomnio es la dificultad para dormirse o mantenerse dormido que puede provocar cansancio y afecta de forma perjudicial en el funcionamiento de nuestro cuerpo. Algunos estudios apuntan a que el insomnio también puede aumentar de forma notable el riesgo de sufrir un infarto agudo de miocardio.

Actualmente, padecer de insomnio es una dolencia común, ya sea por un estilo de vida estresante, una falta de ejercicio físico, por una mala dieta o también por una excesiva exposición a la tecnología.

Se calcula que, a lo largo de un año, aproximadamente entre el 30 y el 40% de las personas de edad adulta pueden padecer en algún momento síntomas de insomnio, al que se le puede añadir la posibilidad de sufrir hipertensión y el riesgo de padecer un ictus alcanza el 40 y 50% de las personas.

Ocurre en ocasiones que el insomnio puede convertirse en un ciclo vicioso de difícil salida por el hecho de que se produce un estado de hiperactivación anormal durante las horas de la noche. Este comportamiento repercute en el rendimiento del día, creando un deterioro de nuestro organismo y fomenta el mantenimiento de los malos hábitos.

¿Cuáles son los síntomas de insomnio?

Cuando no podemos conciliar el sueño o nos despertamos varias veces a lo largo de la noche, esto suele ser porque padecemos de insomnio. Dicho esto, simplemente tener dificultades para dormir es solo una pequeña parte de los síntomas que aparecen cuando tenemos insomnio. Estos pueden ser:

• Dificultades para conciliar el sueño de noche.
• Despertarse frecuentemente a lo largo de la noche.
• Despertarse muy temprano.
• No sentirse descansado tras dormir.
• Cansancio generalizado.
• Irritabilidad, depresión o ansiedad.
• Dificultades para concentrarse.
• Aumento de errores o accidentes.
• Preocupación constante respecto al sueño.

Consejos para dormir mejor e intentar evitar el insomnio

Es frecuente que los malos hábitos a la hora de irse a dormir sean una de las principales causas de este trastorno que tanto afecto al sueño y al descanso. Es por eso que resulta de vital importancia mantener una rutina que nos facilite la conciliación del sueño y ser capaces de mantenerlo, como mínimo, 6 horas para que podamos descansar en condiciones. 

Algunas de las medidas que podemos tomar pueden ser las siguientes:

• Mantener un horario que sea regular y estable.
• Desconectar los dispositivos electrónicos una media hora antes de irse a dormir.
• Hacer ejercicio físico, aunque no antes de irse a dormir.
• No consumir alimentos azucarados ni bebidas con cafeína.
• Evitar cenas copiosas o que sean muy grasientas.
• No consumir alcohol antes de irse a dormir.
• Tomar una infusión relajante o medio vaso de leche templada puede ayudar a conciliar el sueño.

Si, a pesar de llevar una rutina especialmente diseñada para favorecer el sueño, seguimos teniendo problemas para dormir, debemos consultar con nuestro médico de confianza lo antes posible, para poder identificar el problema y dar solución a lo que pueda estar provocándolo.

Debemos recordar que el sueño debe ser parte de un estilo de vida saludable, al igual que lo es el ejercicio diario y una dieta equilibrada. Al descansar las horas necesarias, fortalecemos nuestra salud. También debemos acudir a un especialista en Cardiología de forma periódica para hacer chequeos cardiovasculares para evitar posibles apariciones de infartos o ictus.