¿Cómo se pueden curar los traumas infantiles?

Escrito por: José Martín del Pliego
Publicado:
Editado por: Lucía Ramírez

Pierre Janet –filósofo, psicólogo y neurólogo–, en 1919, ya daba una definición totalmente válida sobre el concepto de trauma en nuestros tiempos. Se trata del resultado de la exposición a un acontecimiento estresante e inevitable, que supera los mecanismos de afrontamiento de la persona, lo que impide que el acontecimiento se integre, apartándolo de nuestra consciencia, como si no estuviera, pero presentándose de otras maneras en nuestro cuerpo y en nuestras percepciones internas.

Por eso, sucede algo que supera mis capacidades para afrontarlo y no hay nadie que pueda ayudarme; esto es básico también. 


 

El trauma puede manifestarse en el periodo fetal, en un
embarazo traumático o durante los primeros años de vida

 

¿Hay personas más vulnerables?

Debido a nuestra fragilidad y dependencia cuando somos niños, somos más vulnerables al trauma.  Durante casi los dos primeros años la madre es quien tiene que gestionar el sistema nervioso del niño, ya que él solo no puede. 
 

El trauma no solamente aparece por un acontecimiento estresante, el simple hecho de no dar al niño eso que necesita para sentirse seguro puede provocar un trauma de apego con consecuencias en su edad adulta. Por este motivo, las personas que se han tenido seguridad en su ambiente social y familiar, que han tenido buenos vínculos interpersonales, tienen más resistencia a que el trauma se instale en sus vidas.

 

¿Podemos recordar traumas de la infancia?

Un trauma puede manifestarse incluso en el periodo fetal, en un embarazo traumático o en durante los primeros años de vida. Esto hace que la memoria explícita, la autobiográfica, no tenga datos de aquello que sucedió. Es decir, la parte de nuestro cerebro 'de pensar' no puede recordar nada, pero nuestro cuerpo no puede olvidar absolutamente nada de lo que nos ha pasado.

Por ello, los recuerdos de lo que nos ocurrió son solo percepciones físicas, emociones que ocurren con fuerza o incluso sensaciones de aquello que está enterrado de forma profunda y alejada de nuestra consciencia, por lo que los códigos que generalmente usamos para recordar no nos sirven con el trauma.

 

¿Cómo nos afectan en la vida diaria?

Aunque se 'reexperimenta' de forma intrusiva lo que nos ha ocurrido, debido al dolor que conlleva, hay intentos de evitación de recuerdo de ese episodio traumático.

En ese sentido, el sistema nervioso se queda crónicamente sobreactivado y siempre está en alerta. En ocasiones aparece entumecimiento emocional, depresión, falta de energía y falta de motivación. También, podemos sufrir efectos disociativos, como sentir lo que ocurre a distancia, desconectados de lo que nos rodea. Esto puede suponer muchos lapsus de memoria, borrando periodos de años de nuestra vida.

El cerebro encapsula el trauma, lo 'esconde' y forma capas a su alrededor para alejarnos del dolor que hemos sentido y sufrido. Aunque está guardado, cuando un estímulo determinado lo activa sale toda la energía acumulada de dos maneras, con hipoactivación o hiperactivación.

 

¿Cuáles son las mejores terapias que abordan los traumas?

Las respuestas emocionales guardadas en nuestro cuerpo están desconectadas de nuestro neocórtex, la parte de pensar. Debido a ello, conversacionalmente es muy difícil que la terapia sea efectiva, ya que estamos incidiendo en un área que sabe poco del trauma que ocurrió.

No obstante, si trabajamos las memorias implícitas en nuestro cuerpo, lo que las emociones nos van aportando y damos un espacio para que esto se pueda expresar, estaremos hablando el mismo idioma que el trauma y este se podrá liberar.

Por tanto, las técnicas de liberación y procesamiento emocional son las que más éxito están teniendo con los traumas. Terapia EMDR, hipnosisbrainspotting, método Aleceia, somatic experiencing, entre otras, son algunos modos que usa el especialista en Psicología para ayudar a sacar aquello que en su momento no se pudo expresar, y transformarlo en algo diferente que la persona pueda gestionar. 

No se trata de olvidar aquello que sucedió, más bien de convertirlo en algo distinto que deje de afectarnos en nuestra vida diaria. Si nos sentimos seguros en el ambiente social en el que vivimos podemos promover la curación y los procesos de restauración y crecimiento.

Por José Martín del Pliego
Psicología

El Sr. del Pliego es un reconocido especialista en Psicología. Cuenta con más de 20 años de experiencia en su especialidad y formación. Se licenció en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid y cuenta con diversos másteres sobre sexología, psicología clínica, terapia de interacción recíproca e hipnosis clínica. Todo ello ha hecho que se haya especializado en trauma, ansiedad, hipnosis, brainspotting, psicoterapia profunda y control emocional.

A lo largo de su trayectoria ha combinado la labor asistencial con la actividad divulgativa, siendo autor de diversos artículos sobre la especialidad. También ha impartido distintos cursos y seminarios en centros públicos y privados.

En la actualidad, el Sr. del Pliego es el responsable del área de Psicología del Centro Médico Los Tilos en Segovia.

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