¿Cómo identificar un ataque de pánico?

Al pánico se lo conoce como “miedo al miedo”, ya que el pánico es un miedo exagerado a sensaciones físicas provocadas por la ansiedad y una interpretación catastrofista de las mismas. Cuando aparece la sintomatología ansiosa (taquicardia, respiración rápida, sudoración...) como respuesta a una posible amenaza, o por otras razones, sentimos las mismas cosas cuando hacemos ejercicio, cuando hace mucho calor..., y puede dispararse una interpretación catastrofista, creyendo que nos pasa algo más grave. Lo más común es creer que nos vamos a morir, que nos está dando un infarto o que estamos perdiendo la cordura. Esta interpretación dispara nuestro sistema de alerta y miedo natural, generando ese miedo a la ansiedad y todo el círculo vicioso que implica el pánico.

¿Cuáles son las causas frecuentes de los ataques de pánico?

La causa de los ataques de pánico es la interpretación de la sintomatología física desagradable de la ansiedad, que puede ser errónea o exagerada por desconocimiento, por una preocupación previa, miedo a alguna enfermedad relacionada, etc.

¿Un ataque de pánico es sinónimo de tener ansiedad?

No, como se explica anteriormente, el pánico es la combinación de la ansiedad y el miedo, y una interpretación errónea de la misma.

¿Cómo se pueden combatir la ansiedad y los ataques de pánico?

Con psicoterapia. Desde la consulta, el o la profesional estudiará el caso concreto, viendo cuáles son los disparadores de ansiedad, la sintomatología que siente la persona y la interpretación que hace de la misma a nivel cognitivo.

También se estudiará el contexto y las circunstancias en las que aparece, así como la intensidad, duración y frecuencia de los episodios y lo que hace, piensa y siente la persona.

A partir de una evaluación completa y una formulación del caso, se procederá al tratamiento, que podría resumirse de forma general en los siguientes pasos: la devolución de la evaluación y comprensión por parte del paciente, junto a una psicoeducación sobre el pánico y la ansiedad y, posteriormente, una exposición interoceptiva a sensaciones desagradables y a lugares asociados al pánico, si fuera necesario.

¿Se pueden prevenir los ataques de pánico?

Una buena psicoeducación en ansiedad, la sintomatología física que puede causar, el ciclo ansioso y la razón por la que aparece cada una de las sensaciones podrían reducir la interpretación catastrófica de las mismas, previniendo los ataques de pánico en la población general.

Y, por supuesto, una intervención psicológica desde la evidencia científica reducirá la posibilidad de que se den – o se repitan – estos episodios en el futuro, y la posible interferencia que puedan tener en la vida del paciente.