Acoso laboral: ¿qué signos nos pueden alertar?

No querer ir a trabajar, sentir angustia o presentar síntomas físicos, como dolor de cabeza, evitar ciertas situaciones laborales, como reuniones o presentaciones, sentirse triste, abatido, inseguro y con baja autoestima... Son solo alguno de los síntomas que puede presentar una persona que sufre acoso laboral o mobbing.

El acoso laboral afectará tanto a mujeres como a hombres, indistintamente, y puede surgir en cualquier momento o etapa laboral.

¿En qué consiste el acoso laboral?

La víctima de mobbing sufrirá violencia psicológica por parte de un compañero de trabajo, un grupo de compañeros, sus superiores o jefes.

Los acosadores generarán situaciones, de forma sistemática, en su lugar de trabajo. Estas situaciones no se relacionarán directamente con el desempeño del trabajo en sí, sino que tendrán que ver con la relación entre las personas. De este modo, no se criticará tanto la eficacia o la organización de la persona en el trabajo, sino las características personales de la víctima.

Le ocultarán información, impedirán su comunicación con el resto, criticarán aspectos de su vida, le chillarán, le ignorarán, le podrán llegar a amenazar de forma directa o indirectamente… Llegarán al punto de ridiculizarle y le provocarán inseguridad, falta de confianza o baja autoestima.

El estrés laboral provocará vulnerabilidad para desarrollar ansiedad y/o depresión entre otras patologías. Su sentimiento de frustración, apatía o desmotivación estará presente en las demás facetas de su vida. Su rendimiento laboral se podrá ver afectado y el absentismo laboral aumentará.

¿Qué debemos hacer si sufrimos acoso laboral?

Normalizar esta circunstancia puede llegar a ser muy peligroso. Aguantar o dejarlo pasar solo puede fomentar el sufrimiento de la víctima y su sentimiento de indefensión y desesperanza. El hostigamiento psicológico en el ámbito laboral puede conllevar gran sufrimiento al que lo recibe, llevándole incluso a tomar decisiones dolorosas y desesperadas.

Por eso, debemos actuar. Pedir asesoramiento jurídico y denunciar la situación de acoso será muy importante. La víctima de acoso deberá rodearse de un entorno adecuado, ya que contar con buenos apoyos será imprescindible. Para ello, confiar en las personas que le rodean será necesario y, por lo tanto, contarles aquello que le está pasando, todo lo que está sufriendo. Solo de esa manera los demás empatizarán con él.

Comunicar los hechos al comité de Seguridad, Prevención y Salud de la empresa o, en su defecto, ponerlo en conocimiento de un representante legal de trabajadores (por ejemplo, un miembro de un sindicato) será otro paso a seguir en este camino importante y necesario para poder terminar con esa situación violenta. Estos profesionales sabrán como acompañarle y ayudarle de una manera pertinente.

Y, por último, pero no por ello menos importante, el dejarse orientar, apoyar y ayudar psicológicamente por un especialista en Psicología, a través de una terapia psicológica personalizada, será fundamental para poder sanar psicológicamente y poder desarrollar estrategias de afrontamiento para futuras situaciones laborales que se puedan dar, con el fin de que estas sean satisfactorias y libres de conflictos.