¿Qué papel juegan los sueños en nuestra vida?
Autore:Los sueños han jugado un papel trascendental en nuestra vida, desde los primeros inicios de la humanidad. En este sentido, hay referencias la interpretación de los sueños desde el antiguo Egipto. Asimismo, ya en la Biblia Josué mencionaba la interpretación de los sueños. Sucede lo mismo en la cultura griega, romana, inca, azteca...
Es decir, intentamos darle un significado a los sueños en nuestra vida diaria, pero solo recordamos aquellos sueños que suceden cerca de un episodio de despertar. Si el sueño es lo suficientemente intenso, y hacemos un esfuerzo por recordarlo, se queda, sino, normalmente, se olvidan.
El hecho de soñar significa que tenemos ciclos de sueño adecuados. Por lo que la ensoñación, el sueño REM, es fundamental para la consolidación de la memoria y el aprendizaje.
¿Es cierto que los sueños son imprescindibles y que no se puede vivir sin ellos?
Los sueños implican un correcto desarrollo del sueño nocturno. Como he dicho antes, son fundamentales para la consolidación de la memoria y el aprendizaje, aunque se puede vivir sin ensoñaciones.
Hay enfermedades como la apnea obstructiva del sueño en el que el colapso repetido de la vía aérea impide que se profundice lo suficiente en el sueño y, por ese motivo, no se produce sueño REM, que es el que produce la ensoñación. Estos pacientes tienen un sueño poco reparador y, frecuentemente, presentan cefaleas, despistes, mal humor, etc.
Se puede vivir durmiendo poco y mal, pero, evidentemente, se vive peor.
Muchas personas con insomnio no duermen durante el día, para poder dormir bien por la noche. Sin embargo, dormir la siesta puede relajar más y permite conciliar mejor el sueño por la noche. ¿Qué debemos hacer entonces?
El insomnio esconde muchas veces malos hábitos de sueño.
Como homo sapiens somos diurnos y estamos más activos durante el día. Nuestras hormonas nos mantienen activos y se secretan durante el día. Además. nuestro cerebro necesita de la exposición solar para mantenerse activos en su mejor versión durante la noche.
Si durante la noche no dormimos adecuadamente se crea una presión de sueño, que nos induce somnolencia, y esta es mayor después de comer sobre las 15h y las 16h. Si durante ese tiempo dormimos una siesta de 2 o 3 horas saldamos esa deuda de sueño nocturno. Y esa es una forma en la que se perpetúan los malos hábitos de sueño nocturno.
Lo ideal, si hay mucho sueño, sería una pequeña siesta de no más de 20 minutos.
¿Es cierto que la siesta mejora el rendimiento cognitivo y disminuye el riesgo de desarrollar patologías cardiovasculares?
Una pequeña siesta de no más de 20-30 minutos reconforta, y suele ser suficiente para restablecer nuestro adecuado funcionamiento diurno. Hay múltiples estudios que lo avalan.
El rendimiento cognitivo está en relación directa con la atención que se presta a lo que se hace, a las horas de estudio, a la motivación, y todo ello se culmina con el descanso nocturno adecuado.
Respecto al riesgo cardiovascular, aumenta en casos de problemas de apneas respiratorias, también en pacientes que tengan disminución mantenida de las horas de sueño durante meses-años.
En relación con la pregunta anterior, muchas personas duermen más los fines de semana para recuperar algo de sueño. ¿Es recomendable?
El ciclo de sueño que no se realiza en el día se pierde, no se recupera. El organismo, que es sabio, cuando hay poco sueño nocturno ejerce presión de sueño, por lo que existe una deuda de sueño para intentar optimizar el rendimiento diurno.
Cuando los fines de semana tenemos menos obligaciones estamos más relajados y se dan las condiciones ideales para una siesta. Además, si se sale la noche de los viernes y sábados, y no se duerme por la noche, la siesta está casi asegurada.
Hay adultos que siguen presentando episodios de sonambulismo de manera muy frecuente, ¿es necesario que sigan algún tratamiento para evitarlo?
El sonambulismo se da con más frecuencia en niños. Por así decirlo, es un ajuste cerebral de las ensoñaciones. Durante el sueño REM la mayor parte de las personas no tienen tono muscular y, por eso, cuando soñamos no nos movemos. Sin embargo, hay veces que hay desajustes, nos movemos cuando soñamos y están relacionados con el desarrollo cerebral. Por eso, conforme crecemos y maduramos cada vez son menos frecuentes los episodios de sonambulismo.
Para el sonambulismo no suele ser necesario tratamiento médico. Mientras que hay enfermedades como crisis epilépticas nocturnas, que pueden ser confundidas con el sonambulismo, y que necesitan tratamiento antiepiléptico.
¿Existen factores genéticos en los trastornos del sueño? ¿Se podrían heredar?
Sí existen factores genéticos en algunos trastornos del sueño como, por ejemplo, en la narcolepsia, en el síndrome de piernas inquietas y en el insomnio familiar fatal.
¿Existe relación entre la presencia de trastornos psiquiátricos y los trastornos del sueño?
Existe una relación directa entre trastornos psiquiátricos y los trastornos del sueño.
Por ejemplo, la depresión puede provocar insomnio o, a veces, excesiva somnolencia. En el caso de la ansiedad está en relación directa con el insomnio y los pacientes con trastorno bipolar apenas necesitan sueño durante sus crisis maniacas.
Los fármacos para tratar estos trastornos, también tienen su efecto sobre el sueño. Hay que manejarlos con criterio y siempre bajo la prescripción médica de un especialista en Neurofisiología.
¿Se pueden prevenir los trastornos del sueño?
Sí, se pueden prevenir los trastornos del sueño del mismo modo que se puede prevenir la obesidad, la diabetes, u otras enfermedades. Una buena higiene de los hábitos de sueño es esencial para evitar trastornos del sueño.
¿Los trastornos del sueño afectan más a los niños o a los adultos?
Los trastornos del sueño son mucho más frecuentes en adultos. La mayor parte de los problemas de sueño en niños están en relación con malos hábitos de sueño.
¿Es posible curar los trastornos del sueño o son crónicos?
Se pueden curar los trastornos del sueño. Es importante hacer una buena entrevista médica, averiguar las causas que los provocan y actuar sobre ellos.
Hoy en día, hay un gran porcentaje de problemas del sueño, sobre todo de insomnio. ¿Cuál puede ser la explicación?
Se debe a la inmediatez, el aquí y ahora, del mundo en el que vivimos. También afecta ver la televisión, el móvil o la tablet hasta altas horas de la noche y la escasa exposición a la luz solar. No podemos ir atrás en el tiempo, pero podemos aplicar adecuadamente las nuevas tecnologías y ser dueños de nuestro tiempo y de nuestro descanso nocturno.
¿Existe algún trastorno del sueño que sea más habitual en unos lugares que en otros?
En el mundo desarrollado el más frecuente es el insomnio. Al mismo tiempo, los trastornos respiratorios, como la apnea de sueño, que está en relación directa con el sobrepeso y la obesidad, son una lacra en las sociedades avanzadas.
En los países muy al norte hay periodos de escasísima exposición solar en invierno y excesiva exposición solar en verano, que provoca más horas de sueño en invierno y mayor actividad en verano.
En España, ¿cuál es el trastorno del sueño más común?
En nuestro país el trastorno de sueño más frecuente es el insomnio, seguido de la apnea obstructiva del sueño. Por otro lado, la narcolepsia o el síndrome de piernas inquietas son menos habituales.
¿Cuáles han sido los avances relativamente más recientes en la medicina de este campo?
El desarrollo de fármacos hipnóticos y sedantes, así como el desarrollo de dispositivos de presión continua sobre la vía aérea (CPAP), dispositivos de avance mandibular, cirugías sobre el paladar y la faringe.
Además, se ha producido un desarrollo de unidades y laboratorios de sueño para poder diagnosticar adecuadamente todas las patologías del sueño.
¿Las pesadillas indican una mala noche de sueño?
Las pesadillas son sueños. Soñamos con lo que percibimos por nuestros sentidos. Por eso, son más frecuentes después de ver una película de terror o de sufrir experiencias estresantes, desagradables, traumas, etc.
¿Es cierto que se relaciona la mejor calidad de sueño con una dieta adecuada?
Se relaciona una mejor calidad de sueño con una vida más ordenada. Si se está delgado, apenas se tendrán problemas de apneas respiratorias.
Existe una relación directa entre la calidad del sueño y la digestión. Se concilia mucho mejor el sueño con los procesos digestivos ya realizados. Por ejemplo, en España es un auténtico disparate cenar a las 22:30h e irse a dormir con el estómago lleno a las 23:00h.
¿Existe alguna posición concreta que ayuda o facilita conciliar el sueño?
La mejor postura para dormir es en la que uno esté más cómodo. Hay quien duerme boca abajo, de lado, boca arriba.
Aunque es cierto que los problemas de apnea respiratoria son más frecuentes y dormir boca arriba favorece.
¿Hay alguna manera de adaptar o forzar el cuerpo a madrugar?
Sí, en realidad, estamos hechos para madrugar. En condiciones normales y fisiológicas nos despertamos un poco antes de que amanezca y nos dormimos un poco después de que se ponga el sol.
Si uno madruga y se va a la cama pronto todos los días, y consigue una buena rutina, se despertará todos los días, después de dormir entre 7 y 10 horas, perfectamente restablecido, despejado y en plena forma. La actividad física diaria y una exposición solar adecuada todos los días ayudará a estar mucho más equilibrado, y su descanso nocturno será mucho mejor.
Para bien y para mal, España es diferente, y eso incluye los horarios de vida, de sueño y de funcionamiento de la sociedad. En ese sentido, hay estudios que demuestran que más de la mitad de los españoles duermen menos de 7 horas diarias. Cenar tarde y ver la televisión influyen en nuestras horas de sueño.
