¿Por qué vivimos en una sociedad obsesiva?

Autore: Cristina Gómez Lozano
Pubblicato: | Aggiornato: 12/01/2024
Editor: Marga Marquès Gener

Se entiende por obsesión cuando un pensamiento, idea o imagen aparecen de forma espontánea, repetitiva e incontrolado en nuestra mente. Puede ser que ésta genere gran incertidumbre, o se perciba con una carga emocional desagradable, dolorosa o perturbadora. En ese momento la respuesta del individuo es la de intentar controlar dicho pensamiento, generando así una “psicotrampa” que lo lleva justo a lo contrario que pretendía.

 

Justamente la sociedad occidental se caracteriza por ser muy obsesiva. Las personas hemos caído en la trampa de pensar que, si nos esforzamos en controlar absolutamente todo, incluidos nuestros pensamientos y reacciones fisiológicas, huiremos de la incerteza que nos provoca una inseguridad que nos resulta tan molesta.  Así, hemos desarrollamos sistemas conocimiento y de control tecnológico para pretender tener bajo control una realidad que no pocas veces se escapa del mismo.

 

La terapia breve estratégica puede ser una buena técnica
para las personas que sufren un trastorno obsesivo-compulsivo

 

Causas de la obsesión en la sociedad actual: cómo afecta a la calidad de vida

El problema de la obsesión se desarrolla cuando la persona percibe que lo que experimenta a nivel físico y/o mental escapa de lo que cree que “debería” sentir, pensar o experimentar. Entonces se esfuerza en aplicar determinadas formas de pensamiento o acción para recuperar el control que, paradójicamente, lo lleva a su pérdida. Por ejemplo, una persona que experimenta una imagen intrusiva desagradable y perturbadora intenta batallarla con todas sus fuerzas para no pensar en ella. Justamente esta acción es la que hace que esta se fije más en el pensamiento.

 

A todos nos puede suceder alguna vez tener este tipo de respuesta, sólo si el patrón de actuación se vuelve rígido y redundante será cuando nos provoque caer en la trampa de la obsesión.

 

A mi modo de entender el contexto social refuerza estos tipos de patrones obsesivos ya que vivimos en una sociedad dónde el progreso nos ha llevado a desarrollar sistemas de control y conocimiento que buscan dar respuestas para que todo encaje, todo tenga una respuesta, que nos de la ansiada sensación de control de nuestra realidad y nos aleje de la insoportable incertidumbre.

 

¿Cuáles son los síntomas más comunes de la obsesión y cómo se diferencian de comportamientos saludables?

Tener una cierta previsión es algo bueno, ya que puede evitar que nos encontremos en situaciones adversas o poco convenientes. Por ejemplo, anticipar que en un transporte quizás no podamos pagar con tarjeta no hace tomar la precaución de llevar efectivo y que si no funcionase la primera opción usemos la segunda.

 

El problema viene cuando la persona intenta tener bajo control absolutamente todo lo que le rodea, generando un patrón rígido de actuación que aplica a todos los ámbitos de su vida. Así el individuo pasa a controlar todo: las relaciones, el trabajo, la familia, el medio físico, incluso aquello que es incontrolable como las propias reacciones fisiológicas o los pensamientos.

 

La persona obsesiva siempre se encuentra tensa cómo resultado de estar en una situación de alerta constante, pendiente de que todo “cuadre” y funcione según sus creencias, provocándole estados de ansiedad.

 

Las personas que mantienen comportamientos saludables frente a la obsesión son aquellas que tiene una flexibilidad de pensamiento que las lleva a poder ver las situaciones des de más de un punto de vista. Así, si algo falla, tienen en su repertorio otras formas de comportamiento que no las llevan a colapsar.

 

Por otro lado, son personas que saben manejarse en la incertidumbre, entienden que no todo puede tener una respuesta en el presente. Aceptan que no siempre salen las cosas como pretenderían. Dejan espacio para que su fisiología funcione de forma autónoma sin intentar controlarla. Entienden que los pensamientos y la imaginación no tiene porqué corresponder con su voluntad de acción. En resumidas cuentas, son personas que sin controlar conscientemente a sí mismo, a los demás y al mundo, paradójicamente tienen mayor control sobre su experiencia.

 

¿Cuál es el impacto de la obsesión en las relaciones interpersonales?

Como ya he comentado la característica de la obsesión es el control, que llevado al extremo produce un efecto contrario al que la persona pretende. La persona busca obtener la coherencia absoluta entre lo que piensa y lo que sucede, así combate absolutamente siempre para ello. A nivel de relaciones interpersonales esto se traduce en una insistencia sobre los demás para que sientan piensen y se comporten conforme piensa el obsesivo. Ello conduce, no en raras ocasiones, a situaciones que los otros pueden percibir como asfixiantes.

 

Pongamos por ejemplo a una persona que colma hasta niveles extremos a su pareja de atenciones, al progenitor que decidiendo absolutamente todo no deja margen al hijo para expresar su propia personalidad, o al jefe que supervisa absolutamente todo lo que hace su empleado. Las personas no se sienten respetadas ni consideradas en sus sentimientos y necesidades. Aquí se produce la contradicción del obsesivo; intentando por todos los medios ser querido y respetado consigue justo lo contrario.

 

¿Cómo influyen los estándares de belleza, éxito y perfección en la obsesión de las personas en la sociedad moderna?

Dichos estándares influyen negativamente ya que generalmente no se corresponden con lo realmente natural o alcanzable. Entonces es fácil que la persona con un perfil obsesivo empiece a dirigir todos sus esfuerzos por conseguirlos cayendo en la trampa de que cuanto más se esfuerce más atrapada se quedará en la idea de conseguirlo, ya que piensa que alcanzar el objetivo es cuestión de seguir insistiendo un poco más. Como cuando una persona empieza a ponerse de puntillas para llegar hasta algo que está fuera de su alcance.

 

Primero empieza a alargar el brazo, luego a ponerse de puntillas para ganar mayor altura y aun así no llega, toma una banqueta y colocándose encima sigue estirando el brazo y las puntas del pie hasta perder el equilibrio y caer.

 

Por tanto, dependiendo del objetivo irreal que se pretenda obtener podemos acabar desarrollando una dismorfofobia, un trastorno de la conducta alimentaria, trastornos del comportamiento sexual, crear una adicción al estudio o trabajo, etc. que se traducirán en ansiedad, alteraciones psicosomáticas, malestar subjetivo, sufrimiento emocional, y problemas de relación con las personas del entorno.

 

El papel de las redes sociales y los medios de comunicación en la creación y perpetuación de obsesiones en las personas

Vivimos en una sociedad hiperconectada a través de las redes y medios de comunicación. Estos no son imparciales, sino que son utilizados por usuarios, empresas, profesionales y organismos para generar unas expectativas concretas que generen en los seguidores y consumidores unas necesidades que tiendan a cubrir.

 

Van cargadas de información -a menudo inadecuada, descontextualizada, insuficiente o equivocada- que las personas asumen sin filtros interpretándolas como “una realidad verdadera”, evitando hacer juicios críticos y ajustándolas a sus reales necesidades, situación o características.

 

El bombardeo constante y sin tregua de dichos medios funciona como la gota calcárea que poco a poco acaba agujereando la roca, o sea, generando en las personas la tendencia a conseguir lo ofertado. En el metaverso todo es susceptible de estar distorsionado, la persona con un perfil obsesivo lucha y combate constantemente por tener el control. Siempre más se esfuerza en llegar a la consecución más verá como su objetivo se aleja y más condenado se verá a seguir peleando por conseguirlo. La persona cae en un círculo vicioso o una trampa mental en toda regla.

 

Por fortuna, des de la Terapia Breve Estratégica, modelo des del cual oriento mis terapias, conocemos muy bien el funcionamiento de este tipo de pensamiento pudiendo ofrecer a las personas una terapia basada en la lógica del problema aplicando las estrategias desarrolladas a lo largo de años de investigación en el Centro di Terapia Strategica que dirige el Profesor Giorgio Nardone en Arezzo (Italia). Liberándolas en pocas sesiones de la esclavitud y tiranía de la trampa que construyeron.

*Tradotto con Google Translator. Preghiamo ci scusi per ogni imperfezione

Cristina Gómez Lozano
Psicologia

*Tradotto con Google Translator. Preghiamo ci scusi per ogni imperfezione

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