Pacientes con riesgo de presentar disfagia orofaríngea

Existen varios tipos de pacientes que presentan riesgo de presentar disfagia orofaríngea. Son los siguientes:

• Ancianos: se estima que un 70-90% de los ancianos, incluso sin enfermedad neurológica, tiene algún grado de disfunción de la deglución, lo que puede conducir a un déficit nutricional con la consiguiente pérdida de peso, aumento del tiempo de las comidas, depresión y fatiga. Existen evidencias que indican que los trastornos de la deglución y de los reflejos de protección de las vías respiratorias pueden ser un mecanismo etiopatogénico importante que den lugar a neumonías adquiridas. Como muestra, basta señalar que la neumonía es hasta 6 veces más frecuente en los pacientes de más de 75 años que en los menores de 60 años. Y que en pacientes hospitalizados la frecuencia es aún mayor.
• Pacientes con enfermedades neurológicas: la prevalencia de disfagia orofaríngea en pacientes con accidentes cerebrovasculares está entorno al 50%, en la Esclerosis Múltiple del 44%, en la Esclerosis Lateral Amiotrófica del 60 % y en la enfermedad de Parkinson hasta del 84%. Esta prevalencia elevada, con grados de severidad variables puede llegar a hacer necesaria una alimentación no-oral y se relaciona además, con mayor discapacidad, estancias hospitalarias prolongadas y mayor mortalidad.
• Pacientes con tumores malignos de las vías aéreo-digestivas superiores: los tumores localizados en cavidad bucal, faringe o laringe pueden producir dolor o dificultad para tragar. Además, los tratamientos empleados para su control (quimio, radioterapia y cirugía) pueden producir secuelas que alteren las estructuras y mecanismos implicados en la deglución.
• En pacientes con bronconeumonías de repetición debe descartarse disfagia y aspiración del alimento hacia la vía tráqueo-bronquial.

La Unidad de Disfagia y Aspiración está compuesta por médicos otorrinolaringólogos y logopedas con amplia experiencia en el diagnóstico y tratamiento de los pacientes con disfagia.

Entre las exploraciones que se llevan a cabo destaca la videoendoscópia de la deglución. Mediante el empleo de un fibroscopio con cámara que se introduce por vía nasal, se visualiza cómo se produce la deglución para diferentes volúmenes y texturas de alimentos. De esta manera, no sólo detectamos los problemas que haya, sino que se pueden identificar los tipos de alimentos y las cantidades que pueden producir riesgo de aspiración.

El tratamiento de la disfagia tiene por objetivo conseguir una alimentación eficaz en términos nutritivos, además de segura desde el punto de vista de protección de la vía aérea. Se basa en las siguientes premisas:

• Modificar la dieta: adaptando la textura y volumen de los alimentos y bebidas, para permitir una nutrición eficiente sin riesgos de aspiración. Contamos además con la colaboración de nutricionistas que estudian las necesidades de cada paciente y la manera de ajustar la dieta a sus requerimientos específicos.
• Rehabilitación logopédica: ejercicios encaminados a mejorar la tonicidad y fuerza de la musculatura orofacial encargada de la deglución y de las modificaciones posturales o maniobras deglutorias que mejoran la eficacia del acto de tragar.
• Cirugía dirigida a situaciones concretas: exéresis de divertículos, toxina botulínica sobre hipertonías del esfínter esofágico superior, etc.