Nutrición y dieta para la salud y enfermedad

Autore: Dra. Isabel de la Azuela Tenorio
Pubblicato:
Editor: Margarita Marquès

La alimentación juega un papel fundamental para nuestra salud. Con una correcta función del organismo y, en especial, una buena situación inmunológica, se consigue una ingesta adecuada de calorías y nutrientes. En este sentido, existen criterios para evaluar la calidad nutricional de los alimentos:

  • El grado de naturalidad de sus ingredientes.
  • El proceso de elaboración de un alimento industrial.
  • El equilibrio en las dietas.

 

Cualquier persona puede seguir una dieta antiinflamatoria, porque
evitará tener mayor predisposición a sufrir enfermedades en el futuro

 

¿Qué son los alimentos ultraprocesados?

Los alimentos ultraprocesados son aquellos que no se parecen en nada a su forma original. Normalmente, están cargados de azúcares añadidos, sal, grasas y aditivos.

 

El desarrollo de la industria alimentaria, las mejoras en la conservación, la seguridad y las características organolépticas (sabor, textura, etc.) de los productos alimenticios y el abaratamiento de su precio han disparado la presencia de los ultraprocesados en los mercados y, en consecuencia, su consumo.

 

Todo ello repercutiendo en las consecuencias que tendrán en nuestra salud, además de dictar los modelos alimentarios de la siguiente generación, especialmente en los adolescentes, que aprenderán mal esta actitud ante la alimentación.

 

En este sentido, las investigaciones han establecido una correlación entre mayor consumo de ultraprocesados y mayor consumo de nutrientes insanos

 

Algunos alimentos incluidos en el grupo de los ultraprocesados son: pizzas industriales, bocadillos empaquetados, bollería, pastelería industrial, galletas, helados industriales, yogures de sabores, postres industriales, chocolates, caramelos y chuches, queso procesado y algunos otros quesos envasados, barritas de cereales, bebidas azucaradas, platos preparados, harinas refinadas, productos cárnicos reconstituidos, surimis, etc.

 

Inflamación aguda e inflamación crónica

La inflamación es un proceso natural que ayuda al cuerpo a defenderse de daños y afecciones. Por lo tanto, es un mecanismo que el cuerpo activa para atacar el agente invasor y restaurar el equilibrio interno y celular. Gracias a ella, en condiciones normales la amenaza se elimina, se realiza la reparación necesaria y se activan procesos antiinflamatorios para minimizar el daño. Esta es la conocida inflamación aguda, y es adecuada. 

 

Sin embargo, cuando este proceso, se mantiene constantemente activo y se cronifica, el sistema sigue en una alerta constante. Este tipo de inflamación de larga duración, en el ámbito sanitario se conoce como inflamación de bajo grado. Se trata de una inflamación constante, crónica y silenciosa que resulta dañina y desgastante para el organismo.

 

¿Qué relación existe entre la dieta y la inflamación?

El estilo de vida y, en especial la alimentación, juegan un papel determinante en la resolución de la inflamación aguda y prevención de la inflamación crónica. Puesto que la dieta influye en el proceso inflamatorio, es interesante identificar qué patrones dietéticos tienen propiedades inflamatorias.

 

Los avances médicos y nuestro ritmo de vida actual han objetivado que detrás de muchas afecciones que sufrimos hoy en día se encuentran los procesos inflamatorios asociados a enfermedades como la diabetes, la fibromialgia, la gingivitis, la artritis, las enfermedades neurodegenerativas o el cáncer. 

 

En este sentido, en las regiones industrializadas del mundo, la incidencia de enfermedad inflamatoria intestinal (EII) sigue aumentando y han surgido nuevos fenómenos en los países que adoptan estilos de vida occidentales, lo que indica que el cambio en los hábitos nutricionales a una dieta occidental típica contribuye a la EII. Los pacientes con esta enfermedad tienen un mayor riesgo de cáncer colorrectal relacionado con la inflamación.

 

¿En qué casos está indicada una dieta antiinflamatoria?

En general, cualquier persona, aunque no tenga estas enfermedades, puede seguir un tiempo una dieta antiinflamatoria, porque con ella verá aumentada su calidad de vida y evitará tener mayor predisposición a sufrir las enfermedades mencionadas en el futuro.

 

Estudios en desarrollo investigan la evolución de ciertas dolencias con la introducción de la dieta ajustada en esta línea. Por supuesto, nunca sustituiría al tratamiento indicado por el facultativo, pero ya hay resultados en algunas líneas de investigación al respecto.

 

De este modo, una dieta antiinflamatoria es una manera saludable, natural y fácil de prevenir y mejorar estas enfermedades, como factor acompañante al tratamiento médico y control de la salud.

 

Así, la dieta antiinflamatoria está indicada en: lesiones, infecciones, procesos febriles, depresión y trastornos del estado de ánimo, problemas gastrointestinales, dolor, enfermedades que cursan con inflamación (artritis y algunas enfermedades autoinmunes), trastornos cardiovasculares (hipertensión y cardiopatía isquémica), obesidad o sobrepeso, hipotiroidismo e hipertiroidismo, enfermedades crónicas y en paciente pluripatológico.

 

Además, la dieta antiinflamatoria puede prevenir:

  • Diabetes.
  • Obesidad.
  • Colesterol LDL alto.
  • Enfermedades neurodegenerativas, con componente inflamatorio

 

¿Qué alimentos se incluyen dentro de la dieta antiinflamatoria?

La dieta antiinflamatoria se fundamenta en estos principios: priorizar alimentos que ayudan a nuestro cuerpo a combatir la inflamación (antiinflamatorios), especialmente aquellos ricos en antioxidantes, y evitar todos aquellos que provocan, mantienen o agravan un proceso inflamatorio, aumentando los marcadores de inflamación sistémica.

 

Debe proporcionar un equilibrio saludable de macronutrientes: proteínas, carbohidratos complejos, verduras y grasas de calidad en cada comida. Es importante también que nos aseguremos de satisfacer también las necesidades de vitaminas, minerales, fibra y agua.

 

Se aconseja fomentar el consumo de los siguientes alimentos siempre de forma proporcionada y variada con alimentos naturales, frutas y vegetales, huevo, pescado azul, avena, setas, aceite de coco y aceite de oliva (crudo), chocolate negro (mínimo 70% de cacao) o cacao puro, algas, especias y plantas.

 

El papel de la alimentación en una enfermedad

La dieta es un complemento para el paciente. En caso de enfermedad activa, no sustituirá el tratamiento farmacológico. La dieta y el modo de vida siempre deben ser supervisados por su médico, porque los productos saludables naturales en distintas afecciones también pueden producir cambios biológicos perjudiciales. Por eso, hay que individualizar cada caso y ajustar según la patología.

 

Por todo ello, será el médico especialista en Medicina Interna quién indicará estos ajustes para asegurar el equilibrio interno de los distintos sistemas y órganos.

 

Desaconsejamos por nuestra parte firmemente aplicar estas medidas sin control médico. Así como las prácticas de ingesta de productos descritos como “naturales” en el contexto de homeopatía sin supervisión de su médico habitual.

*Tradotto con Google Translator. Preghiamo ci scusi per ogni imperfezione

Dra. Isabel de la Azuela Tenorio
Medicina interna

*Tradotto con Google Translator. Preghiamo ci scusi per ogni imperfezione

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