¿Cuáles son los problemas oculares más comunes que requieren de atención oftalmológica?

Los problemas más comunes dependen de la edad del paciente. En los niños las más frecuentes son el estrabismo, el ojo vago y los problemas alérgicos. En el adulto joven, los efectos de refracción y las operaciones de cirugía refractiva que se plantean para su corrección.

En el adulto más mayor, con más de 45 años, la vista cansada y ese momento en el que empieza a aparecer una enfermedad insidiosa y grave que es el glaucoma que requiere diagnóstico precoz. En el adulto mayor, más de 60 años, hace estragos la degeneración macular asociada a la edad, que vez va siendo más frecuente en nuestra población.

La importancia de las revisiones oftalmológicas: ¿con qué frecuencia hay que hacerlas?

Las revisiones oftalmológicas las debe de realizar un oftalmólogo. Las revisiones en óptica tienen un valor de screening (muestreo), pero no llegan a un valor médico, sino optométrico. Dicho esto, recomiendo a todo niño que se haga una revisión a la edad de los 4 a 6 años, para descartar que tenga algún defecto de gafas, ojo vago y siempre que se le vea al niño con el ojo rojo o tenga tendencia a frotarse los ojos.

En el joven recomiendo hacer una revisión a todos los que tienen gafas hacia los 18 años, para evaluar las posibilidades de corrección refractiva de su efecto, que hoy en día se hacen de un modo muy conveniente con láseres especiales que permiten la corrección de defectos de graduación de hasta 8 o 10 dioptrías en el miope y hasta 7 en el hipermétrope, siempre con láseres especiales y con y con cirujanos refractivos de alta experiencia.

Hacia la edad de la presbicia, cuando ya empezamos a ver mal de cerca, indudablemente es un momento ideal para la realización de un diagnóstico precoz de patologías como el glaucoma (subida de la tensión del ojo), y en los diabéticos de la retinopatía diabética. Por cierto, los diabéticos deberían tener un control oftalmológico anual, desde la edad en que hayan sido diagnosticados.

Finalmente, a la edad de los 60 en adelante, edad en la que empieza a aparecer las cataratas, hay que hacerse una revisión anual para, además de descartar los problemas anteriormente mencionados de glaucoma o relacionados con la diabetes, valorar la existencia de alteraciones en la macula que puedan causar una degeneración macular y si hay cataratas cuándo deben de operarse.

¿Cómo se diagnostican y tratan las enfermedades oculares más comunes?

El ojo seco y la conjuntivitis son patologías frecuentes que, sin ser graves por lo general, son muy molestas y requieren de una atención cuidadosa. El ojo seco es muy frecuente en usuarios de lentes de contacto y en personas de edad media, en particular mujeres, muy en especial hacia la edad de la menopausia. Causan síntomas muy evidentes de desecación (sensación de cuerpo extraño), ojo rojo y en ocasiones ardor.

Lágrimas artificiales son muy eficaces, pero deben indicarse correctamente puesto que hay distintos tipos de ojo seco que pueden requerir diferentes tipos de lágrima artificial. Las conjuntivitis deben ser consideradas como signo de alarma puesto que, si se tiene el ojo rojo y además tenga secreción, aconsejo que acuda a su oftalmólogo para ver la causa de este enrojecimiento, que en ocasiones puede ocultar unas patologías graves que deben de ser diagnosticadas correctamente.

¿Puede la dieta y la nutrición desempeñar un papel en la salud ocular?

Sabemos que las dietas ricas en antioxidantes y pobres en grasas son buenas para la visión y para la salud en general. Es muy conveniente seguir los principios de la llamada “dieta mediterránea” rica en vegetales, pescados y pobre en grasas rojas y grasas.

Esta dieta a veces no es fácil de realizar puesto que, dependiendo de los hábitos de cada uno y de su disponibilidad de comer en lugares y horas regulares, hay que complementarlos con medicación, asistiendo con complementos dietéticos muy convenientes que aportan elementos como el omega 3 en sus distintas variantes, zinc, carotenos y otros productos llamados oligoelementos y minerales son muy convenientes para el largo plazo de nuestra visión y siendo además eficaces en el control del ojo seco.