Tratamiento estético-implantológico: un caso real

Paciente de 58 años de edad a la que hace ocho años le realizamos un tratamiento combinado de implantes dentales las dos arcadas dentarias.

Para llevar a cabo la intervención, se le realizó una elevación del seno maxilar derecho para poder colocar dos implantes; mientras que en el maxilar inferior se colocaron cinco implantes en los dos tramos posteriores.

La paciente no estaba feliz ni satisfecha con el estado estético de sus grupos anteriores inferior y superior, por lo que se le propuso un tratamiento de rehabilitación protésica integral, incluyendo prótesis de porcelana sobre los implantes y carillas de acetato para los grupos anteriores, tanto superior como inferior.

La intervención fue un éxito, todos los implantes se integraron a la perfección y no hubo ningún problema para colocar las prótesis de forma correcta.

Posteriormente, se procedió al tallado de los dientes inferiores y superiores con el objetivo de colocar las carillas de acetato.

Lamentablemente, no disponemos de fotografías del instante de la colocación, pero ocho años después, una vez que hemos realizado la revisión anual, hemos hecho unas fotos clínicas del caso.

Se puede apreciar que el estado estético es prácticamente el mismo que hace ocho años, cuando lo colocamos. No existe una retracción de las encías, tampoco hay una degradación de las carillas y cuando la paciente sonríe, las prótesis son prácticamente imperceptibles.

Así, ocho años después, es evidente que los objetivos funcionales y estéticos se consiguieron, ya que casi una década después se mantienen como el primer día.

¿Qué son exactamente las carillas dentales?

Las carillas dentales son uno de los tratamientos de estética dental más utilizados hoy en día. Como tal, la carilla consiste en una lámina muy fina de porcelana, de acetato o de composite, y tienen una función estética en pacientes que sufren alteraciones de color o de posicionamiento de las piezas dentales. Se debe recalcar, pues, que la función principal de las carillas (restablecimiento o corrección estética) no tienen nada que ver con la salud dental, aunque pueden tener influencia en la psicología del propio paciente.

Como tal, la preparación del diente debe ser muy minuciosa, tratando de respetar al máximo la superficie del esmalte, así como cuidando los ajustes debajo de la encía.

Una vez que se ha realizado el tallado, se colocarán carillas provisionales que se pueden realizar en la propia clínica. Debemos tener cuidado en mantener el ajuste y la integridad de los tejidos blandos de la paciente evitando dañar las encías. Posteriormente, en la segunda fase, se cementan las carillas definitivas siguiendo los mismos criterios sobre los tejidos blandos y ajustando muy bien en los “Hombros” tallados. De esto depende eliminar las retracciones que pueden condicionar la estética futura.

Es posible que, una vez que se coloquen las carillas, el paciente note cierta sensibilidad dental durante los primeros días, aunque estas molestias suelen desaparecer por sí mismas al cabo de un tiempo.

Personalmente, y a pesar de que las carillas son muy resistentes, aconsejo a aquellos pacientes que porten carillas en los segmentos anteriores de las arcadas dentales, que eviten al máximo los movimientos de tracción al masticar, y que por la noche utilicen férulas de reposo.

Si desea más información, consulte con un especialista en Odontología.