¿Por qué tras la pandemia del COVID-19 se están dando casos de estrés postraumático?

¿Por qué tras la pandemia del COVID-19 se están dando casos de estrés postraumático? (factores de la pandemia que han favorecido su aparición)

Para que pueda producirse el trastorno por estrés postraumático (TEPT) la persona tiene que estar expuesta a una situación traumática no solo muy grave, sino inusual en la experiencia humana habitual (desde la gripe de 1918 no se ha dado en el mundo occidental una situación similar).

Si a eso se añade lo inesperado de los hechos, la falta de un tratamiento eficaz, la estructura sanitaria en España insuficiente para a contención del virus, el hecho de no poder despedirse de los fallecidos, etc; se dan suficientes factores para la aparición de este trastorno.

¿Hay personas más propensas que otras a desarrollar esta patología?

Sí, son más propensas las mujeres, las personas que hayan padecido situaciones traumáticas en la infancia o enfermedades psiquiátricas previas; aquellas con rasgos de personalidad límite paranoide, dependiente y antisocial o aquellas personas con escaso apoyo sociofamiliar y cambios vitales recientes de carácter estresante.

¿Cómo podemos saber si estamos padeciendo estrés postraumático?

De forma resumida los síntomas son los siguientes:

• Recuerdos, sueño, reexperimentación de algunos aspectos de la situación traumática, síntomas físicos y psíquicos ante hechos que simbolizan el trauma.
• Evitación persistente de estímulos asociados al hecho traumático.
• Alteraciones cognitivas y del estado de ánimo asociadas al suceso traumático.
• Estado de hiperalerta e hiperreactividad (irritabilidad, conducta autodestructiva) asociadas al suceso traumático.

¿Podemos prevenir el desarrollo esta patología?

La población más expuesta a presentar el TEPT son los sanitarios, las fuerzas de seguridad, el personal de residencias, las personas con fallecimientos de allegados (más aún si no se han podido despedir) y personas con afectación grave (propia y /o de seres queridos).

Sobre esta población, en caso de no haber presentado síntomas psíquicos relevantes debe iniciarse un seguimiento por parte del Médico de Familia o Médico General; con mayor énfasis si se acompañan de los factores de riesgo ya citados.

Si las personas ya presentan síntomas psíquicos, aunque no sean del TEPT, el seguimiento periódico debe de realizarse a nivel del especialista (según los casos: Psiquiatra, Psicólogo o ambos profesionales coordinados).