La biomecánica infantil: una ciencia aplicada al desarrollo y la salud de los niños
Written in association with:La biomecánica es la ciencia que estudia el movimiento y el equilibrio de los seres vivos y de los objetos sometidos a fuerzas. La biomecánica infantil se ocupa de analizar las características y los cambios que se producen en el aparato locomotor de los niños, desde el nacimiento hasta la adolescencia, y de cómo estos influyen en su desarrollo físico, cognitivo, emocional y social.
La biomecánica infantil tiene diversas aplicaciones prácticas:
- Prevención y el tratamiento de lesiones.
- Mejora del rendimiento deportivo
- Adaptación del calzado y la ropa.
- Educación física y la estimulación temprana.
¿Qué factores influyen en la biomecánica infantil?
La biomecánica infantil está condicionada por una serie de factores que determinan las diferencias entre el movimiento de los niños y el de los adultos. Estos factores son:
- El crecimiento: los niños experimentan un aumento progresivo de su tamaño, peso y proporciones corporales, lo que implica una adaptación constante de su postura, equilibrio y coordinación. El crecimiento no es uniforme ni lineal, sino que se produce por brotes y varía según el sexo, la edad y la genética. Además, el crecimiento afecta a los distintos segmentos corporales de forma diferente, siendo más rápido en las extremidades que en el tronco.
- La maduración: los niños desarrollan gradualmente sus capacidades motoras, sensoriales, cognitivas y emocionales, lo que les permite realizar movimientos más complejos, precisos y variados. La maduración también depende del sexo, la edad y la genética, pero sobre todo del entorno y de las experiencias que el niño vive. La maduración no siempre coincide con el crecimiento, por lo que puede haber desajustes entre el tamaño y la habilidad del niño.
- El aprendizaje: los niños adquieren nuevos conocimientos y habilidades a través de la observación, la imitación, la exploración, el juego y la práctica. El aprendizaje les permite mejorar su control motor, su percepción espacial y temporal, su memoria y su atención. El aprendizaje también está influido por el entorno y por las motivaciones e intereses del niño.
- El medio ambiente: los niños interactúan con el medio que les rodea, que les ofrece estímulos, oportunidades y limitaciones para su movimiento. El medio ambiente incluye tanto los aspectos físicos (clima, terreno, objetos) como los sociales (familia, amigos, normas). El medio ambiente puede favorecer o dificultar el desarrollo biomecánico del niño.
¿Qué beneficios tiene la biomecánica infantil?
La biomecánica infantil tiene múltiples beneficios para la salud y el bienestar de los niños. Algunos de ellos son:
- Prevenir y tratar lesiones: la biomecánica infantil permite identificar las causas y los factores de riesgo de las lesiones más frecuentes en los niños, como las fracturas, las luxaciones, las tendinitis o las contracturas. También permite diseñar programas de prevención basados en ejercicios específicos, estiramientos, calentamiento y enfriamiento. Asimismo, permite aplicar tratamientos adecuados a cada caso, teniendo en cuenta las características del niño y su etapa de desarrollo.
- Mejorar el rendimiento deportivo: la biomecánica infantil permite optimizar el entrenamiento deportivo de los niños, adaptándolo a sus capacidades, objetivos y necesidades. También permite mejorar la técnica deportiva, corrigiendo los errores o vicios posturales que puedan afectar al rendimiento o causar lesiones. Además, permite seleccionar el material deportivo más apropiado para cada niño, como el calzado.
- Adaptar el calzado: la biomecánica infantil permite elegir el calzado, teniendo en cuenta su talla, su forma, su actividad y su comodidad. Un calzado adecuado favorece el desarrollo normal del pie y de la columna vertebral, evitan rozaduras, ampollas, callos o deformidades, y facilitan el movimiento y la transpiración del pie.
- Fomentar la educación física y la estimulación temprana: la biomecánica infantil permite planificar y realizar actividades físicas que favorezcan el desarrollo integral de los niños, desde el nacimiento hasta la adolescencia. Estas actividades deben ser variadas, lúdicas, motivadoras y adaptadas al nivel de cada niño. La educación física y la estimulación temprana contribuyen a mejorar la salud, el crecimiento, la maduración, el aprendizaje y la socialización de los niños.
¿Cómo se realiza una exploración biomecánica infantil?
Una exploración biomecánica infantil es un estudio muy completo que se realiza a partir de los 3 años de edad. Su objetivo es evaluar el estado del aparato locomotor del niño y detectar posibles alteraciones o disfunciones que puedan afectar a su desarrollo o a su salud.
La exploración biomecánica infantil consta de varias fases:
- Anamnesis: se recoge la información relevante sobre el niño, como sus datos personales, su historial médico, sus hábitos de vida, sus actividades deportivas o sus motivos de consulta.
- Exploración física: se examina al niño en diferentes posiciones (de pie, sentado, tumbado) y se le realizan pruebas, test y mediciones de rangos articulares, musculares y de respuesta a estímulos. Se evalúan aspectos como la postura, el equilibrio, la marcha, la carrera.
- Exploración instrumental: se utilizan instrumentos específicos para medir con mayor precisión algunos parámetros biomecánicos del niño. Algunos de estos instrumentos son el podoscopio (para observar la huella plantar), el goniómetro (para medir los ángulos articulares) o la plataforma de presiones (para medir las fuerzas que actúan sobre el pie).
- Análisis e informe: se analizan los datos obtenidos en la exploración y se elabora un informe con los resultados, las conclusiones y las recomendaciones para el niño, o en cualquier otro caso, para profesionales que necesiten de él para completar nuestros tratamientos. El informe puede incluir gráficos, imágenes o vídeos que ilustren los hallazgos.
La exploración biomecánica infantil es un estudio muy útil para prevenir problemas futuros, mejorar el rendimiento deportivo o tratar lesiones existentes. Se recomienda realizarla al menos una vez al año o cuando se observe algún cambio o síntoma en el niño que pueda indicar una alteración biomecánica. Los signos y síntomas más importantes a tener en cuenta son: dolor, asimetrías de miembros, caídas frecuentes y/o cansancio.