Cómo evitar una hernia discal

Written by: Dr. Jaume Fontanals Jorba
Published: | Updated: 21/03/2023
Edited by: Sofía Berrón

La columna vertebral tiene más de 20 vértebras entre las que encontramos discos blancos que se encargan de amortiguar a las vértebras y mantenerlas en su sitio. Sin embargo, con el paso del tiempo los discos van perdiendo su capacidad e incluso pueden romperse, dejando escapar la sustancia gelatinosa que hay en su interior, e irritando los nervios de la zona.

La hernia de disco suele ser bastante frecuente y generalmente se presenta de una manera aguda y repentina debido al trabajo que tenemos o los malos hábitos en nuestras vidas.

Los síntomas más comunes son entumecimiento,
hormigueo, debilidad y dolor punzante

¿Cuáles son las causas y factores de riesgo?

- Edad: a medida que se envejece, los discos se empiezan a secar y se debilitan, por lo que los espacios intervertebrales se van reduciendo. La edad promedio de aparición de una hernia discal es entre los 30 y los 50 años.
- Género: suele afectar más a hombres que a mujeres.
- Cargar peso de manera inadecuada.
- Sobrepeso
- Estilo de vida sedentario
- Tabaquismo: fumar disminuye el aporte de oxígeno que captan los glóbulos rojos, lo cual causa una degeneración y envejecimiento pronunciado.
- Genética.

 

Síntomas de la hernia discal

Los síntomas más frecuentes de la hernia de disco son entumecimiento, hormigueo, debilidad y dolor punzante en la zona, localizado y/o irradiado. También puede afectar a la parte posterior de la pierna, desde el glúteo hasta la planta del pie.

 

Además, existen otros indicios menos comunes: la pérdida de fuerza y la incontinencia urinaria.

Generalmente el dolor se agrava al estar sentado o de pie por un largo periodo de tiempo, mientras que el estar acostado suele traer un cierto alivio.

 

Las complicaciones de la hernia discal

El daño que tienen los discos intervertebrales una vez tenemos una hernia de disco no se cura solo, e incluso puede evolucionar y complicarse con el paso del tiempo. Por esta razón, es importante acudir a un especialista para poder llegar a un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Algunos de las señales de alarma a las que le tenemos que prestar atención para saber si una hernia discal está complicándose son:

  • Dolor “irradiado”:  cuando el dolor no es solo en la espalda, si no que se extiende hacia las extremidades inferiores o superiores.
  • Dolor constante en la espalda.
  • Debilidad progresiva al realizar actividades rutinarias
  • Anestesia en silla de montar: pérdida progresiva de la sensibilidad en algunas áreas del cuerpo.

Cuando una hernia de disco no llega a ser tratada la complicación más normal es el déficit neurológico irreversible.

 

¿Cómo prevenir la hernia discal?

Si bien es una patología muy frecuente, es posible prevenirla, evitando los factores de riesgo de esta patología.

  1. Controlar el peso corporal: el IMC debería de estar entre 18.5 y 24.9. Cuando el paciente presenta sobrepeso se añade fuerza en la zona lumbar y debilita la musculatura.
  2. Alimentación saludable
  3. Eliminar el tabaco
  4. Realizar actividad física o deporte: es recomendable hacer ejercicios o estiramientos para reforzar aquellas zonas que cargan la columna vertebral. Estos músculos se llaman CORE: lumbares, abdominales, de la pelvis, de los glúteos y de la columna.
  5. Postura correcta: si trabajamos en una oficina, es importante tener la pantalla a la altura de la vista, mantener la posición de la espalda lo más erguida posible y apoyar los pies en el suelo.
  6. Esfuerzos o cargas excesivas: cuando debamos cargar peso es recomendable hacerlo flexionando las rodillas y no girar la columna vertebral.

 

Tratamiento con ozonoterapia

El tratamiento mediante Ozono busca desinflamar y disminuir el volumen de la hernia, retrasar lo máximo posible la cirugía y aliviar el dolor, estimulando la producción de enzimas antioxidantes.

 

El procedimiento de ozonoterapia puede dividirse en cuatro partes:
1- Exploración física: revisión de la historia clínica y diagnóstico adecuado
2- Resonancia Magnética Nuclear: confirma la sospecha de una hernia de disco
3- Analítica + estrés oxidativo: no todos los pacientes son susceptibles de ser tratados con Ozono, por lo que se debe realizar una analítica básica y una prueba de estrés oxidativo.

4- Administración de Ozono: para la hernia discal se suele aplicar mediante vía paravertebral. Generalmente se suelen requerir alrededor de ocho sesiones especiadas en el tiempo.

Las ventajas del tratamiento de la hernia discal con ozonoterapia son múltiples. En primer lugar, es un procedimiento que no requiere ingreso hospitalario, ya que las inyecciones se realizan mediante anestesia local. Esto le permite al paciente recuperar su rutina normal antes de las 24 horas de la intervención.

En segundo lugar, este tipo de técnicas tienen muy pocas contraindicaciones y casi no tienen efectos secundarios.

*Translated with Google translator. We apologize for any imperfection

By Dr. Jaume Fontanals Jorba
General Practitioner

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