Día Mundial del Corazón: creación de entornos saludables

El 29 de Septiembre es el Día Mundial del Corazón y en esta ocasión se quiere poner el acento en la creación de entornos saludables, una necesaria estrategia para reducir los factores de riesgo asociados a las enfermedades cardiovasculares.

La Dra. Miren Morillas, especialista en cardiología y miembro de Top Doctors, responde a preguntas que nos surgen sobre las enfermedades cardiovasculares y nos da algunos consejos para poder realizar unos hábitos más saludables.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en el mundo y en la mayoría de los países de la Región de las Américas, donde causan 1,6 millones de muertes al año, el 30% de ellas prematuras en personas de 30 a 69 años.

Para conocer más datos en este día tan reseñable, entrevistamos a la Dra. Miren Morillas para que nos explique más a fondo algunos aspectos cardiológicos:

Buenos días Dr. Morillas, la primera pregunta que nos surge, y así entramos un poco en contexto, ¿cuáles son las enfermedades cardiovasculares (ECV) más frecuentes que sufre la población

La enfermedad cardiovascular que tiene más incidencia, por lo que más prevalencia tiene, es la cardiopatía isquémica y las derivadas de la hipertensión arterial y de la fibrilación auricular (FA), que en muchas ocasiones acompaña a la hipertensión arterial. Todas estas causas también conducen a la aparición de la insuficiencia cardíaca crónica, que al final es muy prevalente en la población.

Un punto importante para la prevención de las ECV es conocer qué factores de riesgo se asocian a una mayor probabilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular, ¿podría comentarnos cuáles tenemos que tener en cuenta?

Existen dos tipos de factores de riesgo cardiovascular, los no modificables y los modificables. Dentro de los factores de riesgo cardiovascular no modificables entrarían la edad y la genética. El envejecimiento provoca la afloración de la patología cardiovascular.
Los factores de riesgo cardiovascular modificables tenemos el tabaquismo que se mantiene en primer lugar, aunque la prevalencia está en descenso en la población general, aunque todavía se mantiene en niveles muy altos, especialmente en los jóvenes, en el que se ha visto un aumento en la incidencia de consumo de cannabis.
Después está la hipertensión arterial y la diabetes, la dislipidemia, que muchas veces van unidas. Junto a ellos está la obesidad y la vida sedentaria. También se sabe que situaciones de ánimo depresivo y ansiedad influyen en la aparición de la enfermedad cardiovascular, ya que se asocian a un menor cuidado en general de la salud, debido a sus hábitos comportamentales negativos, que van influyendo en que se vayan generando factores de riesgo.

Aunque es necesaria para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, la sal consumida en exceso es una de las principales causas de la hipertensión arterial. Un factor es la sal ¿Cómo podemos reducir su consumo y en qué debemos fijarnos?

Cuando ya existe una hipertensión establecida o una insuficiencia cardíaca es muy importante reducir el consumo, no suprimirlo, pero sí rebajarlo por debajo de 2,5 g al día. Igualmente, esta medida es muy recomendable para la población en general, pero para poder llevarla a cabo hay que introducir una serie de cambios en los hábitos de alimentación, como por ejemplo evitar aderezar con mucha sal las comidas y, sobre todo, evitar los alimentos procesados, que es donde muchas veces “está la sal escondida”; al igual que en conservas y encurtidos, en general. Suprimiendo los alimentos que sabemos que contienen un exceso de sal y evitando los alimentos procesados podemos reducir el consumo en gran medida y así evitar la aparición de una futura hipertensión.

Sabemos que realizar ejercicio físico es bueno para la salud pero, ¿cómo de importante es realizar ejercicio físico diariamente para mejorar la salud cardíaca?

El ejercicio físico es muy importante para paliar el sedentarismo. Hay personas que realizan su ejercicio diario en un gimnasio, aunque es mejor realizar ejercicio en espacios naturales. Por otro lado, hay otras personas que apenas realizan ejercicio físico en su día a día. Algunos pequeños gestos que se pueden añadir a la rutina diaria es bajarse una parada de metro antes, salir a caminar o pasear y usar las escaleras en vez de ascensor.
Realizar ejercicio físico ayuda a las enfermedades cardiorrespiratorias, ayuda a paliar la obesidad y mejora el estado de ánimo.

Para terminar, quisiera que me hablara de la relación que hay entre las mujeres y la salud cardíaca, ¿cómo afectan las enfermedades cardiovasculares a las mujeres?

Es muy importante concienciar a la población sobre las enfermedades cardiovasculares, especialmente a las mujeres en torno al fin de la época fértil, que es donde suelen experimentar una ganancia de peso, asociada a la reducción de la actividad física que se desarrolla. Ante esta etapa media de la vida existe un incremento de la incidencia cardiovascular en las mujeres, sobre todo de la cardiopatía isquémica, que muchas veces, y en contra de lo que se piensa, tiene mayor incidencia, prevalencia y es más agresiva.
Bajo mi punto de vista hay que intensificar la sensibilización a la población sobre la incidencia que tienen las enfermedades cardiovasculares en las mujeres, ya que los síntomas no son claros al principio suelen retrasar la búsqueda de atención médica. Es por esto que hay que centrar la atención en el cuidado, diagnóstico y tratamiento de este grupo de población, que se puede considerar de alto riesgo.

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