Día Mundial de la Nutrición: cuidar la alimentación es cuidar la salud

Hoy, 28 de mayo, se celebra el Día Mundial de la Nutrición. Se trata de una iniciativa apoyada por múltiples instituciones, además de la colaboración de la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD). La celebración de este día nace con la voluntad de concienciar sobre la importancia de una buena alimentación y nutrición, así como un estilo de vida saludable. Y es que vivimos influenciados, cada vez más, por un estilo de vida rápido, con poco tiempo para dedicar a la alimentación. La carga de trabajo, la familia, las tareas del hogar y el estrés acumulado nos impiden, muchas veces, ingerir alimentos saludables. Sin embargo, muchas veces no somos suficientemente conscientes de lo nocivos que pueden ser algunos alimentos para el organismo y su correcto funcionamiento. La Dra. Ana Molina, el Dr. Hernández López y la Dra. Montse Folch, miembros de Top Doctors y especialistas en la materia, nos ofrecen sus consejos.

 

¿Por qué es importante establecer unos hábitos alimenticios correctos?

Es importante saber que estableciendo unos hábitos alimenticios correctos se podrán frenar o disminuir ciertas enfermedades que aparecen como respuesta a una deficiencia o mal hábito alimenticio. Y es que en los últimos años, y como consecuencia del estrés y la “rapidez” con la que vivimos, se ha dado un incremento de ciertas patologías que, a su vez, ocupan los primeros lugares en mortalidad en el mundo occidental: isquemia coronaria, hipertensión, cáncer, diabetes, cirrosis, osteoporosis u obesidad, entre otras. Muchos estudios han demostrado que las grasas saturadas, el azúcar, la sal y el alcohol son algunas de las sustancias que deben moderarse. En este sentido, una reeducación poblacional en sus hábitos alimenticios es muy recomendable.

 

Nutrición preventiva: reeducación poblacional para unos buenos hábitos alimenticios

La nutrición preventiva consiste en una serie de planes de alimentación que enseñan al paciente a diseñar una dieta personalizada, con los alimentos y nutrientes que el organismo necesita. Así, no es solo necesario calmar el hambre “con cosas que se comen o beben”, sino que deben ingerirse aquellos alimentos que aporten las vitaminas necesarias. Lo más importante es saber que, gracias a la nutrición preventiva, se podrán conseguir ciertos propósitos:

  • Solucionar molestias digestivas: acidez, mala digestión, flatulencias, estreñimiento, intolerancias alimenticias, etc.
  • Prevenir y corregir problemas sanguíneos, tales como la anemia.
  • Retrasar patologías óseas, como la osteoporosis.
  • Ser de ayuda en enfermedades degenerativas.
  • Regular y mejorar problemas de estrés y ansiedad.
  • Reducir problemas de insomnio.
  • Evitar patologías como la obesidad y la aparición de enfermedades derivadas: diabetes, hipertensión, cánceres y patologías cardiovasculares (colesterol e hipertensión).

 

Las dietas milagro son perjudiciales para la salud

Sin embargo, hay que tener en cuenta ciertos hábitos poco saludables que, muchas veces, asociamos con la alimentación. Si queremos perder peso las dietas milagro jamás serán la solución. La Dra. Ana Molina, especialista en Medicina Estética y Nutrición, y miembro de Top Doctors, asegura que “las dietas milagro son dietas muy restrictivas que prometen una rápida pérdida de peso. Sin embargo, la restricción calórica importante conlleva desequilibrios nutricionales en el organismo”. Así, estas dietas pueden favorecer la pérdida importante de masa muscular, así como un aumento de riesgo cardiovascular.

Aunque son dietas fáciles de conseguir, hay una falsa creencia de que pueden seguirse sin ningún control médico y que son inocuas, algo totalmente incorrecto. Es más, la Dra. Molina explica que las dietas milagro conllevan, muchas veces, algunos efectos secundarios no deseados: “cansancio, mal aliento, estreñimiento, pérdida de masa muscular e incluso favorecer la aparición de patologías cardiovasculares o diabetes. Además, la recuperación casi inmediata de peso suele ser la tónica habitual, con el considerado efecto “yo-yo””.

 

Cómo influye la alimentación sobre el estado de ánimo

Hay muchas personas que dicen estar de mal humor cuando están a dieta o cambian sus hábitos alimenticios. Sin embargo, también hay otras que se sienten como nuevas, de buen humor y con mejor carácter. El Dr. Hernández López, especialista en Nutrición y Dietética y miembro de Top Doctors, explica que “es algo totalmente normal. Sin duda, la dieta tiene un componente psicológico que hace que, por una parte, se pueda estar malhumorado si ésta lleva a pasar hambre pero que, por otro lado, puede mejorar el estado de ánimo si encaja bien en el estilo de vida del paciente, y ayuda a que se sienta mejor físicamente y con la propia imagen”.

Asimismo, en muchos casos se relaciona la falta de energía y ánimo que surge con un plan de adelgazamiento con una alimentación inadecuada. La clave, explica el Dr. Hernández, está en comer sano en cuanto a calidad y cantidad. La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), de hecho, dice que hay que ser conscientes de que cada persona no compra, cocina o come igual si tiene un buen día, si está deprimida o enfadada, o si tiene otro tipo de sensación. Por ello, sugieren tener presente que comer bien influye en el equilibrio emocional y las alteraciones en el equilibrio emocional no deben impedir que el individuo siga comiendo bien.

Una alimentación equilibrada exige, pues, un aporte de nutrientes adecuado a las necesidades individuales de cada persona para mantener una buena salud y prevenir enfermedades. Así, el Dr. Hernández recomienda “tener en cuenta la cantidad y calidad de alimentos pero también la hidratación, el aporte de fibra, comer despacio y con las mínimas distracciones, masticando correctamente para así evitar hinchazón, pesadez, gases o malas digestiones”, consejos especialmente aplicables en niños desde que son pequeños, para que así adquieran unos hábitos alimenticios correctos. A esto cabe añadir el hecho de hacer ejercicio, ya que es un factor muy importante para mejorar la salud a nivel físico, psíquico y social.

 

Coaching nutricional o cómo conseguir motivación en la dieta

El coaching nutricional es un entrenamiento que permite motivar a aquellas personas que no han conseguido perder peso previamente. Suelen ser personas a quienes les falta voluntad y motivación. Además de la motivación estética, es importante que el paciente sienta que hace una dieta por su salud, que debe ser la motivación principal. La Dra. Montse Folch, especialista en Nutrición y Dietética y miembro de Top Doctors, explica que “no hay que olvidar que la alimentación es la gasolina de nuestro organismo, por lo que se pueden ir corrigiendo las diferentes alteraciones que pueda tener la persona y, al mismo tiempo que va bajando de peso, va solucionándolos sin tratamiento o con tratamiento si se precisa”.

El coaching nutricional, además de la motivación, es una forma de enseñar cómo mantener el peso una vez alcanzado el deseado. Así, “durante todo el proceso de adelgazamiento debemos aprender cómo mantenernos. Se dice que las células del cuerpo tienen memoria y necesitan 6 años manteniendo el mismo hábito para cambiar esa memoria, yo siempre digo 2 años, por tanto, cambiar de hábitos, mantener el peso no es tan fácil. Tampoco es tan difícil si durante el adelgazamiento lo hemos aprendido, que es de lo que se trata”.

Y es que la nutrición debe ser sana, equilibrada y armónica. Una buena nutrición y hábitos alimenticios se traducirá en una buena salud, con suficiente energía para todo el día, un peso adecuado y la ingesta de nutrientes necesarios.

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