Todo lo que necesitas saber sobre la salud bucodental para el bienestar de su bebé

Escrito por: Dr. Simón Pardiñas López
Publicado: | Actualizado: 21/03/2023
Editado por: Raúl Vara

La salud oral de un bebé tiene que empezar por la salud oral de la madre: si la madre tiene la boca sana, es más fácil que el bebé la tenga. Por esta razón es fundamental visitar al dentista con más frecuencia durante el embarazo.

 

 

 

 

¿Cómo son las piezas dentales de los bebés y niños?

 

La dentición es el conjunto de las piezas dentales de la boca. Cuando los dientes crecen, traspasan las encías y se hacen visibles, se conoce como erupción dental. Experimentamos dos erupciones dentales durante nuestra vida: la erupción de los dientes de leche y la erupción de los dientes definitivos.

 

Los dientes de leche crecen durante los dos primeros años de vida. Estos dientes de leche, con el paso de los años, se caerán y darán paso a los dientes definitivos. Los dientes de leche están compuestos por un total de 20 piezas divididas en: incisivos, caninos y molares.

 

Los primeros dientes que crecen son los incisivos centrales inferiores durante los primeros seis u ocho meses. A partir del noveno mes salen los incisivos centrales superiores y, a partir del año los incisivos laterales superiores e inferiores. Los primeros molares crecen al cabo de 15 meses, casi al mismo tiempo que los colmillos, que lo hacen a partir del año y medio. Por último, llegando a los dos años empiezan a crecer los segundos molares.

 

Durante el crecimiento de los dientes de leche el bebé puede experimentar diferentes síntomas, entre ellos: ganas de morder, salivación en abundancia, irritabilidad, y en algunos casos fiebre.

 

Para aliviar estos síntomas y hacer que la etapa en la que crecen los dientes de leche sea más amena se puede recurrir al frio: se recomienda enfriar el chupete y el biberón, de este modo se aliviará la sensación de dolor.

 

No se recomienda el uso del chupete a partir de los tres años de edad porque puede alterar la correcta formación de la boca del niño.

 

Hay bebés que nacen con dientes, los cuales se conocen como dientes natales. Estos dientes pueden estar formados o tener algún defecto, por eso hay que evaluar cada caso y determinar si hay que extraerlos o no. Normalmente, los dientes natales se extraen para que el bebé no se ahogue si se caen. También se extraen para que el proceso de amamantamiento sea más fácil y que el bebé no provoque heridas en el pezón de la madre.

 

Los ciclos de crecimiento pueden variar entre los niños, por eso a algún niño le tardan más en crecer los dientes que a otro. Pero si vemos que no los dientes de leche no crecen, hay que contactar con un profesional.

 

 

¿Cómo debe de ser la higiene bucal en los bebés y niños?

 

Desde el periodo de lactancia se debe de mantener una buena higiene bucal que después de deberá de prolongar toda la infancia. La higiene debe de empezar antes de la aparición de los primeros dientes, durante esta eta etapa se tiene que masajear las encías con una gasa húmeda. Cuando crece el primer diente se debe de lavar con un poco de pasta y un cepillo pequeño especial para estos casos.

 

Desde que los niños son pequeños debemos enseñarles buenos hábitos de higiene bucal y animarlos a cepillarse solos para que se acostumbren. Eso sí, hasta los tres años no se desarrolla por completo la capacidad de escupir y el niño se puede atragantar, por eso es importante que haya un adulto presente.

 

La higiene bucal se debe de realizar después de cada comida durante tres minutos. El cepillo Se debe de pasar por los dientes y la lengua, con poca pasta de dientes, y después usar hilo dental y enjuague bucal. Los niños pequeños no tienen la suficiente destreza para cepillarse, por eso se recomienda vigilar que lo hagan de forma adecuada.

 

La mejor pasta de dientes para los más pequeños entre 6 meses y cinco años es la de 1000 partes por millón de flúor en poca cantidad. Para los niños de entre seis meses y tres años, la cantidad adecuada es lo que equivale a un grano de arroz. En cambio, los niños de entre tres y cinco años, la cantidad que equivale a un guisante. A partir de los cinco años se recomienda usar una pasta de dientes de mínimo 1450 partes por millón de flúor.

 

El flúor es un elemento muy importante durante la etapa de formación de los dientes porque endurece el esmalte y minimiza la aparición de caries.

 

Los dientes de leche tienen más posibilidades de sufrir caries que los dientes definitivos porque la capa de esmalte es más fina y porosa. Aunque los dientes de leche se caigan, no debemos de ignorar los posibles problemas que pueden aparecer porque se pueden prolongar en los dientes definitivos. Hay que evitar que el bebé esté en contacto durante mucho tiempo con substancias dulces para evitar la aparición de caries. Para evitar las caries en los dientes de leche se recomienda el uso de selladores dentales.

 

 

 

Los dientes definitivos

 

Finalmente, con la caída de los dientes de leche aparecen los dientes definitivos que sustituyen y amplían los dientes de leche. Los dientes definitivos se clasifican del mismo modo que los de leche, pero con una categoría más: los premolares, situados entre los caninos y los molares. En total, los dientes definitivos están compuestos por 32 dientes, incluyendo las muelas del juicio.

 

Los dientes de leche se caen porque los dientes definitivos ejercen presión, porque están saliendo, sobre los dientes de leche. Cuando los dientes definitivos están completamente formados empiezan a crecer y los dientes de leche se caen para dejarles paso.

 

Los dientes de leche se pueden caer de forma prematura, si esto sucede los dientes de su alrededor tenderán a ocupar el espacio del diente que se ha caído, generando malposiciones de las piezas dentales. Para evitar estas malposiciones se coloca un mantenedor hasta la erupción del diente que falta, para asegurase de que tenga suficiente espacio para cuando crezca.

 

Si los dientes de leche no se caen se debe a dos razones: la primera es porque hay algo que obstaculiza el proceso o porque el diente definitivo no está formado completamente. El segundo caso se llama agenesia dental y tiene un origen genético. Otra patología que hace que los dientes de leche no se caigan es la anquilosis, es decir, que el diente de leche está unido al hueso.

 

Los dientes incluidos o impactados son los dientes definitivos que no crecen. Normalmente, esto suele suceder con los colmillos. Para solucionar este problema existen varias técnicas, pero la más utilizada es la atracción con ortodoncia. Para ello se habilita un acceso al diente a través de la encía y el hueso, después de le coloca un botón al diente con el que se hace tracción hacia afuera hasta que quede colocado en su sitio.

 

Los dientes definitivos crecen a partir de los 6 o 7 años de edad. Los primeros dientes en erupcionar son los primeros molares inferiores y superiores sobre los 6 años y los incisivos centrales inferiores. A los 7 u 8 años crecen los centrales superiores y laterales inferiores. Entre los 9 y los 13 años salen el resto de los dientes: colmillos, segundos molares y premolares.

 

Las muelas del juicio son los últimos dientes que crecen. Suelen salir entre los 17 y los 24 años, pero no le salen a todo el mundo. Pueden crecer sin causar ninguna molestia, pero en algunos casos pueden generar una malposición por falta de espacio en la mandíbula y será necesario extraerlas.

 

 

Enfermedades bucodentales infantiles

 

Durante la infancia pueden surgir algunas enfermedades bucodentales porque el sistema inmunitario de los bebés y niños no está totalmente desarrollado. Normalmente, estas enfermedades no son graves, pero hay que tratarlas a tiempo. Las más comunes son:

  1. Muguet (Candidiasis oral en bebés): es común en recién nacidos lactantes menores de seis meses. Sus causas, normalmente, son dos: contaminación en el parto si la madre padece candidiasis vaginal o por malos hábitos a la hora de mamar, por ejemplo, si saliva mucho se favorece el crecimiento del hongo.

 

  1. Herpes oral: normalmente se produce de forma asintomática, es decir, que no se manifiestan síntomas exteriores, pero también existe la posibilidad de desarrollar una gingivoestomatitis herpética. Los principales síntomas de esta patología son: fiebre alta, dolor de cabeza, malestar general, dolor de garganta e inflamación de encías con dolor. Al cabo de unos días empezarán a surgir ampollas por la zona de la cara.

 

 

  1. Bruxismo infantil: es un problema frecuente en bebés y niños. El bruxismo consiste en apretar involuntariamente los dientes. Normalmente se trata de un bruxismo fisiológico, relacionado con el desarrollo de la boca, y cuando crezcan los dientes definitivos desaparece.

 

  1. Traumatismos dentales: durante el desarrollo de la infancia es normal que se produzcan fisuras, roturas o avulsiones en los dientes. En los casos más extremos, si el diente ha sido arrancado de raíz hay que conservarlo sin tocar la raíz y sin lavarlo, después se tiene que introducir en un dispositivo que permite su conservación durante 24 horas. En el caso de no tener este dispositivo se puede meter el diente en leche para conservarlo durante unas horas. Cuando esto pasa hay que ir inmediatamente al dentista para la reconstrucción del diente.

 

  1. Mononucleosis o enfermedad del beso: es una infección causada por el virus Epstein-Barr de la familia de los herpesvirus. Se transmite de forma oral a través de las secreciones orales y normalmente se contagia durante la niñez o la adolescencia. Tiene un periodo de incubación de entre 30 y 50 días y los síntomas principales son: lesiones en la cavidad oral, faringitis, cansancio, fiebre alta e inflamación de los ganglios. El tratamiento se realiza con antinflamatorios para reducir la inflación, la fiebre y el dolor.

 

 

  1. Las paperas: es una enfermedad contagiosa causada por el virus Paramyxoviridae que se localiza en las glándulas parótidas. Los principales síntomas son: dolor al masticar y al tragar, glándulas salivales inflamadas, fiebre y pérdida del apetito. No hay un tratamiento fijo para las paperas, pero se recomienda el uso de antinflamatorios para reducir los síntomas y la inyección de la vacuna triple vírica.

Por Dr. Simón Pardiñas López
Odontología y estomatología

Prestigioso especialista en Odontología, el Dr. Pardiñas López es odontólogo, con una amplia formación en periodonciaimplantologíacirugía oral. Su trayectoria académica en el extranjero impartida por los mejores profesionales, le convierte en un doctor de primer nivel.

Actualmente, es el director de la Clínica Médico Dental Pardiñas, una de las clínicas de más prestigio en Galicia. Autor de numerosos artículos científicos y ponente en multitud de cursos de ámbito nacional e internacional, es miembro de las principales sociedades científicas de nivel nacional e internacional.

Es además el creador del canal dental más grande del mundo en YouTube, con más de 300 millones de visualizaciones y 1.000.000 de suscriptores.

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