¿Debemos prepararnos para las comidas de Navidad?

En realidad, antes de Navidad debemos de llevar la dieta habitual, adecuada al tiempo y necesidades de cada persona.

No es muy sensato “perder unos kilitos” controlando previamente la comida, para luego cogerlos y después de Navidades intentar perderlos otra vez.

Qué y cómo debemos comer en Navidad

Aunque durante estas fechas se suceden las comidas abundantes de empresa, amigos y familia, la tradición está variando. Ya no sucede que toquen las campanas el 1 de diciembre (o antes) y empecemos a comer desaforadamente.

Cada vez más, países como España, tienden a modificar estos hábitos tradicionales y a ser más comedidos, puesto que les va en ello la salud, y esto es lo más importante.
 

Hay que partir de la idea de que las comidas “sociales” no equivalen a comer mucho. Se tiene que comer con medida y favorecer la conversación y las buenas costumbres. Cada vez más, se tiende a disminuir las cenas copiosas con alcohol, azúcares y grasas abundantes, y tomamos alimentos mejor elaborados y más saludables. Las verduras, los pescados y las carnes no sólo son excelentes alimentos, si su preparación es más ligera (al horno, a la plancha, al vapor, a la sal, etc.), sino que también resultan más gratificantes para nuestro organismo.

Cómo no comer en exceso en Navidad

A lo largo de la historia, la comida siempre ha sido una necesidad para la supervivencia, por lo que su carencia suponía un problema (salvo en determinadas capas sociales que hacían gala de su glotonería y sus vientres abultados como símbolo de su opulencia).

Este problema está presente todavía en muchas partes.

Asimismo, la obesidad es tan importante como la desnutrición, y se ha convertido en una epidemia en muchas partes del mundo.

El exceso de comida es una de las principales causas de enfermedad, y tiene una relación directa con una forma de vida que genera altos niveles de ansiedad en las personas. Una manera para controlar esta ansiedad es comiendo, lo que ha convertido a la comida en una forma más de adicción, igual de dañina que el alcohol, el tabaco o las drogas sintéticas.

Por eso, el endocrinólogo-nutricionista tiene un papel fundamental en la modificación de la dieta, puesto que puede controlar la ansiedad y el sobrepeso.

Cómo desintoxicarnos después de la Navidad

Si tenemos una disciplina saludable, los días navideños importantes realmente sólo son entre 4 y 6, y si no cometemos excesos muy notables no hay porque aumentar más de 1 o 2 kilos, que se pueden perder fácilmente. ¿Cómo? Tomando mucha agua, infusiones, verduras en abundancia, poco alcohol, pescado, fruta, etc; junto con la actividad física habitual. Andar mucho e ir en bicicleta sería muy adecuado, pero como ocurre cada vez más, si las Navidades son una forma de vacaciones en el mar o en la montaña con más ejercicio, la alimentación debe ser más abundante.