SIBO e intolerancias alimentarias: ¿cuál es su relación?

Escrito por: Dr. Andrés Varela Silva
Publicado:
Editado por: Yoel Domínguez Boan

El sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO), —por sus siglas en inglés— y las intolerancias alimentarias son condiciones digestivas que afectan a un número creciente de personas en España y en todo el mundo. Aunque distintas, estas condiciones pueden solaparse y complicar el diagnóstico y manejo del paciente. Este artículo proporciona una visión integral sobre SIBO e intolerancias alimentarias, destacando su relación, diagnóstico y estrategias de manejo.

 

 

¿Qué es el SIBO?

El SIBO ocurre cuando hay un crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado, una zona que normalmente tiene una densidad bacteriana relativamente baja. Este desequilibrio puede interferir con la digestión normal y la absorción de nutrientes, causando una variedad de síntomas.

 

 

Síntomas comunes del SIBO

  • Distensión y gas intestinal.
     
  • Diarrea o estreñimiento.
     
  • Dolor abdominal.
     
  • Náuseas.
     
  • Fatiga.

 

 

Intolerancias alimentarias

A diferencia de las alergias alimentarias, que involucran una respuesta inmunitaria, las intolerancias alimentarias suelen estar relacionadas con la dificultad para digerir ciertos alimentos, lo que puede provocar síntomas digestivos incómodos. Sus síntomas habituales son los siguientes:

  • Hinchazón y distensión abdominal después de comer.
     
  • Diarrea.
     
  • Dolor abdominal.
     
  • Fatiga y dolor de cabeza.
     
  • Irritabilidad o nerviosismo.

 

 

La relación entre SIBO e intolerancias alimentarias

La relación entre SIBO e intolerancias alimentarias es compleja. El SIBO puede alterar a la mucosa intestinal, lo que a su vez puede facilitar las manifestaciones de las intolerancias alimentarias debido a la alteración de la digestión y absorción de nutrientes. Por otro lado, ciertas intolerancias alimentarias pueden exacerbar los síntomas del SIBO al aumentar la fermentación de alimentos no digeridos en el intestino delgado.

 

 

Diagnóstico del SIBO y de las intolerancias

  • SIBO. El diagnóstico de SIBO se realiza típicamente a través de un test de aliento. Este test mide los niveles de hidrógeno y metano después de la ingesta de una solución de glucosa o lactulosa, indicando la presencia de sobrecrecimiento bacteriano.
     
  • Intolerancias alimentarias. Las intolerancias alimentarias pueden ser más difíciles de diagnosticar. Los métodos incluyen la eliminación y reintroducción controlada de alimentos sospechosos, así como pruebas específicas, como el test de intolerancia a la lactosa o la fructosa.  Las intolerancias alimentarias representan una de las condiciones más prevalentes y, a menudo, menos entendidas en el ámbito de la salud digestiva. A diferencia de las alergias alimentarias, que son respuestas inmunológicas a proteínas específicas en los alimentos, las intolerancias están más relacionadas con la dificultad del cuerpo para digerir ciertos componentes de los alimentos. Esta distinción es crucial para el diagnóstico y manejo adecuados de los síntomas.

 

 

¿Qué causa las intolerancias?

  • Deficiencias enzimáticas: la intolerancia a la lactosa es un ejemplo clásico, donde el cuerpo no produce suficiente lactasa, la enzima necesaria para digerir la lactosa, el azúcar presente en la leche y productos lácteos.

 

  • Sensibilidad a aditivos alimentarios: algunas personas experimentan reacciones adversas a aditivos como el glutamato monosódico (GMS), los sulfitos utilizados como conservantes en alimentos procesados y el aspartamo, un edulcorante artificial.

 

  • Síndrome del Intestino Irritable (SII): las personas con SII pueden ser particularmente sensibles a ciertos alimentos que desencadenan sus síntomas, aunque esto no se clasifica tradicionalmente como una intolerancia alimentaria.

 

  • Sensibilidad a los FODMAP: una gama amplia de alimentos que contienen oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables pueden causar síntomas en personas sensibles, especialmente aquellas con SII.

 

SIBO
Las intolerancias alimentarias se traducen en síntomas digestivos incómodos
 

 

Síntomas y diagnóstico

Los síntomas de las intolerancias alimentarias pueden variar ampliamente, pero comúnmente incluyen:
 

  • Digestivos: hinchazón, gas, diarrea, y dolor abdominal.
     
  • No digestivos: dolores de cabeza, migraña, cansancio, e incluso alteraciones cutáneas.
     

El diagnóstico de intolerancias alimentarias puede ser un desafío, ya que no existe una prueba única que pueda identificar todas las intolerancias. La estrategia más efectiva es un diario de alimentos y síntomas, seguido de una dieta de eliminación y reintroducción, bajo supervisión médica. Este enfoque ayuda a identificar los alimentos desencadenantes específicos y a desarrollar un plan de dieta personalizado.

 

 

Tratamiento y manejo de las intolerancias

El manejo de las intolerancias alimentarias se centra en la identificación y eliminación de los alimentos desencadenantes. Sin embargo, es esencial hacerlo de manera que no comprometa la nutrición general. Consejos clave incluyen:
 

  • Educación nutricional: trabajar con un nutricionista para asegurar una dieta equilibrada mientras se evitan los alimentos problemáticos.
     
  • Suplementos enzimáticos: como la lactasa para personas con intolerancia a la lactosa, que pueden ayudar a digerir específicamente los alimentos problemáticos.
     
  • Adaptaciones dietéticas: introducir alternativas saludables que no provoquen síntomas, como leche sin lactosa para la intolerancia a la lactosa o pan sin gluten para aquellos con sensibilidad al gluten no celíaca.

 

 

Recomendaciones de la SEPD y ASENEM sobre el SIBO

La Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) junto con la Asociación Española de Neurogastroenterología y Motilidad (ASENEM) ha publicado las siguientes recomendaciones sobre el SIBO:
 

  • La evidencia clínica disponible actualmente sugiere que la mayoría de los pacientes con síntomas inespecíficos como distensión abdominal, meteorismo, flatulencia, diarrea intermitente y otros síntomas abdominales, no padecen SIBO. No se recomienda, por tanto, descartar SIBO mediante test de aire expirado en pacientes con síntomas digestivos inespecíficos, que no presenten factores predisponentes para SIBO.
     
  • Se aconseja descartar la presencia de SIBO en pacientes con factores de riesgo, como cirugías intestinales o enfermedades que alteren la motilidad intestinal, con afectación de su calidad de vida, déficits nutricionales o síntomas graves, seleccionando cuidadosamente el método diagnóstico y el sustrato a utilizar.
     
  • Se recomienda utilizar como sustrato del TAE la glucosa por encima de la lactulosa dada su mayor sensibilidad y especificidad, así como que las pruebas para el diagnóstico del SIBO sean interpretadas por personal formado y experto.
     
  • Debe evitarse el uso de antibióticos de forma sistemática en pacientes con patologías funcionales muy prevalentes como el síndrome de intestino irritable.

 

 

 

Tratamiento y manejo del SIBO

El tratamiento del SIBO debe centrarse en mejorar la sintomatología y no tanto en negativizar el resultado del test del aliento, haciendo previamente hincapié en la identificación de las causas subyacentes y en la corrección de las deficiencias nutricionales que se detecten.

 

El tratamiento del SIBO puede incluir:

 

  • Antibióticos: para reducir el sobrecrecimiento bacteriano.

 

  • Modificación de la dieta: dietas bajas en FODMAP (carbohidratos fermentables de cadena corta) pueden ayudar a reducir los síntomas.

 

  • Probióticos: para ayudar a restaurar un equilibrio saludable de la flora intestinal.

 

 

El SIBO y las intolerancias alimentarias pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida. Comprender la relación entre estas condiciones es crucial para un diagnóstico correcto y un manejo efectivo.

 

Si experimentas síntomas digestivos persistentes, es importante consultar con un especialista en aparato digestivo.

 

A través de un enfoque individualizado y un manejo cuidadoso, es posible aliviar los síntomas y mejorar significativamente la salud digestiva.

Por Dr. Andrés Varela Silva
Aparato digestivo

El Dr. Andrés Varela Silva es un reputado médico especialista en Aparato Digestivo en Madrid. Cuenta con una amplia trayectoria médico-profesional de más de dos décadas, así como una extensa formación en la especialidad. 

Se licenció en Medicina y Cirugía y se especializó en Aparato Digestivo tras realizar la residencia MIR. El Dr. Andrés Luis Varela Silva está ampliamente formado en la especialidad, y a lo largo de sus años de experiencia se ha formado en distintas ramas y técnicas del Aparato Digestivo. Además, asiste con asiduidad a congresos, conferencias y seminarios de la especialidad, siendo en muchas de ellas ponente habitual. 

Actualmente, el Dr. Varela Silva ejerce como médico adjunto del Servicio de Aparato Digestivo/Hepatología, Endoscopia y Ecografía del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, donde es experto en hepatología, patologías digestivas, tumores digestivos, patología esofágica, patología de páncreas y/o pólipos, entre muchos otros. 

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