Reducir la mandíbula con cirugía ortognática para afinar el rostro
Escrito por:La mandíbula define la estética del tercio inferior facial, por lo que es una parte muy importante en la integración de la belleza del rostro y su armonización. Una mandíbula más ancha al nivel de los ángulos mandibulares provoca que la cara sea más cuadrada y, por lo tanto, tenga un aspecto más varonil. Por el contrario, unos ángulos mandibulares menos prominentes darán una forma ovalada, lo que feminiza el rostro.
Por otra parte, también puede haber problemas de dimensión en sentido sagital (de perfil), donde la mandíbula puede estar avanzada (prognatismo) o retruida (retrognatia). Estos tipos de defectos se corrigen mediante una cirugía ortognática, donde se consigue situar la mandíbula en el lugar correcto cambiando así el perfil del paciente, con mejora de su estética y función.
¿Puede prevenirse la mandíbula prominente o hacia afuera?
La mandíbula prominente se puede prevenir durante la infancia con métodos ortopédicos y ortodoncia, pero no siempre es efectivo. Si terminada la adolescencia el crecimiento de la mandíbula ha sido anómalo y/o asimétrico la única solución correcta es realizar una cirugía de la mandíbula. Por este motivo hay que visitarse con un odontopediatra u ortodoncista desde edades tempranas (2-3 años) para poder diagnosticar y prevenir estos futuros defectos. Es en estas edades cuando la dentición de leche puede empezar a condicionar el crecimiento correcto de los maxilares, por lo que mejor diagnosticarlo a tiempo.
¿Cuáles son las opciones para tratar una mandíbula prominente?
La mandíbula prominente se trata mediante una cirugía ortognática. Esta intervención consiste en realizar un estudio de los huesos faciales y determinar cuál sería la forma más harmónica y funcional donde deberían estar. Después de un estudio 3D el especialista en Cirugía Oral y Maxilofacial diseña la cirugía, donde se realiza una fractura controlada de la misma mandíbula y se reposiciona en el lugar correcto, fijándola con miniplacas y tornillos, dando así una harmonía y función óptimas. Este tipo de cirugías comportan un post operatorio de unos 7-10 días y el paciente se puede incorporar a su vida cotidiana normal, aunque sin poder realizar actividades con impacto o de riesgo (deportes con contacto físico), por peligro de sufrir un golpe en la zona intervenida.
Cuando se planifican este tipo de cirugías siempre van asociadas a un tratamiento de ortodoncia previos para posicionar los dientes y que encajen en la posición futura donde se situará la mandíbula. Así, el plan de tratamiento resumido sería:
- Estudio del caso por el cirujano maxilofacial y el ortodoncista
- Inicio tratamiento ortodoncia (6-12 meses)
- Cirugía ortognática por el cirujano maxilofacial
- Seguimiento con ortodoncia unos 6 meses más
El resultado final será un cambio estético y a la vez funcional, por lo que esta cirugía tiene el doble de beneficio para el paciente y una inversión para su futuro, pues los dientes y la musculatura trabajarán de forma simétrica, disminuyendo el riesgo de contracturas y problemas dentales.
