¿Qué es y para qué se usa la electrólisis percutánea intratisular (EPI)?

Escrito por: Vicente Andreu Daza
Publicado:
Editado por: Yoel Domínguez Boan

Si alguna vez has padecido dolencia como una fascitis plantar o una bursitis, es posible que hayas oído hablar sobre la EPI o electrólisis percutánea intratisular como parte del tratamiento.

Esta técnica innovadora permite que se puedan producir cambios biológicos, mecánicos, biomecánicos y funcionales en el tejido músculo-esquelético, gracias al paso de la corriente eléctrica continua. Con la aplicación de esta corriente de forma localizada, se logra una recuperación eficaz y eficiente.

 

 

¿Qué es exactamente la electrólisis percutánea intratisular?

Se trata de una técnica de fisioterapia mínimamente invasiva que consiste en la aplicación ecoguiada de una corriente galvánica, a través de una aguja de acupuntura que produce un proceso inflamatorio de carácter local. Esto permite la fagocitosis y la reparación del tejido blando que se encuentra afectado, como los tendones, ligamento, músculo u otros.

La EPI se incluye en el conjunto de procedimientos conocidos como fisioterapia invasiva. Ésta, utiliza una aguja sólida que se aplica de forma percutánea en agentes físicos o inyectando fármacos en el tejido. Además de la EPI, existen otros tipos de fisioterapia invasiva como la mesoterapia o la punción seca.

La punción seca se basa en introducir una aguja de acupuntura para tratar el síndrome de dolor miofascial. En el caso de la mesoterapia, esta consiste en la administración de microinyecciones a nivel intradérmico. Para ello se utilizan agujas pequeñas y finas, por lo que se trata de un tratamiento indoloro. En esta técnica se añade también la acupuntura.

 

La EPI es útil para tratar patologías como la fascitis plantar
La EPI es útil para tratar patologías como la fascitis plantar
 

 

¿Cuándo se utiliza la electrólisis percutánea intratisular?

Existen distintas variedades de patologías en las que se puede utilizar la EPI como técnica de fisioterapia.

  • Tendinopatías crónicas, como pubalgias, tendinosis del tendón supraespinoso o en tendinopatía del tendón de Aquiles.
  • Roturas de firbas musculares o lesiones tendinosas.
  • Bursitis.
  • Fascitis plantar.
  • Síndrome del túnel carpiano.
  • Contracturas musculares.
  • Esguinces ligamentosos.
  • Periostitis tibial.

La EPI puede aplicarse las veces que sea necesaria, aunque dependerá de la patología, así como del historial del paciente. Esta decisión se toma por parte del fisioterapeuta después de hacer una evaluación y exploración del paciente.

Por otro lado, cabe destacar que los efectos de la EPI se han demostrado ya en procesos degenerativos, como la tendinosis del tendón rotuliano, la epicondilitis, la pubalgia o la fascitis plantar.

 

 

Beneficios de la electrólisis intratisular

Como tal, el tratamiento se aplica sobre la lesión, y puede proporcionar algunos beneficios:

  • Gracias a la ecografía, se realiza un control exhaustivo de la estructura afectada antes de realizar el tratamiento, así como durante su evolución.
  • Se centra en el tejido lesionado. Al actuar en el tejido degenerado, lo destruye para su regeneración sin afectar a tejidos adyacentes.
  • Repara el tejido afectado.
  • Sus cambios son inmediatos.
  • Se trata de una técnica eficaz y con una frecuencia de recaídas bajas.

Se trata pues, de un tratamiento que busca una lisis en el tejido diana. En él, se produce una respuesta inflamatoria que ayuda a reparar la zona que se ha dañado, consiguiendo efecto analgésico y vascular en la zona.

Como casi cualquier tratamiento, puede tener contraindicaciones. En este caso, existen grupos de población a los que no se les debe aplicar, como pacientes oncológicos, pacientes embarazadas, cuadros de bacteriemia o belonefobia.

Si desea más información, consulta con un especialista en Fisioterapia.

Por Vicente Andreu Daza
Fisioterapia

El Dr. Andreu es un reputado especialista en Fisioterapia. Cuenta con años de experiencia en la profesión y una extensa formación en distintos campos de la especialidad. En concreto, es experto en tratamiento del dolor crónico y la fibromialgia. Es experto en mareos y vértigos, además de cervicalgias y lumbalgias, entre otras patologías y especialidades en fisioterapia y rehabilitación. Se formó en la Universidad de Valencia y posee un Máster en Terapia Manual y Dolor Crónico. Además, con el tiempo, ha ampliado su formación en Ecografía y Fisioterapia invasiva, Técnicas de neuromodulación, Readaptación y Ejercicio terapéutico, pero sobre todo, en el campo del Abordaje del dolor complejo y todo lo que conlleva.

A lo largo de su trayectoria ha combinado su labor asistencial con la docencia, siendo profesor asociado y tutor de prácticas externas de la Universitat de València. También ha formado parte del equipo médico del CAU Rugby Valencia y la Federación Valenciana de Rugby como fisioterapeuta responsable. En la actualidad es Director y fisioterapeuta en AD Fisioterapia Valencia, viendo en exclusiva pacientes con patología compleja, fibromialgia y dolor crónico o fatiga crónica.

Su método de trabajo solucionando el dolor combina la fisioterapia convencional, el modelo de educación en dolor, la terapia de neuromodulación no invasiva Nesa y el abordaje psicosocial de la enfermedad. Gracias a este nuevo método de trabajo y el abordaje multidisciplinar del problema, sus pacientes tienen unos resultados excelentes en la mejora del dolor y la fatiga.

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