¿Qué es la cirugía íntima femenina?

Cirugía genital íntima hace referencia a todas aquellas intervenciones que tratan problemas funcionales de la salud genital (incontinencia de orina, laxitud vaginal, hipertrofia de labios mayores y/o menores) con una visión estética.

El objetivo principal es que nuestras pacientes recuperen la función genital completa. Muchas veces, como consecuencia de ello mejora su calidad de vida, la calidad de las relaciones sexuales y su autoestima. Hace años, si sentías que tus genitales no te gustaban, nadie te daba una respuesta. Ahora existen muchos procedimientos encaminados a mejorar el estado de los mismos. 

La cirugía genital íntima es un tipo de cirugía cada vez más demandada por las mujeres de todas las edades. Sin embargo, en la mayoría de los casos se recomienda la mayoría de edad para realizarla, salvo excepciones muy contadas de patologías que alteran mucho la calidad de vida de la paciente.

¿Qué tipos de tratamientos existen?

• Laxitud vaginal: en casos de vagina amplia, como consecuencia del envejecimiento y de los partos, se puede realizar una vaginoplastia.
• Hipertrofia de los labios menores: existe la técnica quirúrgica convencional y/o láser para realizar una reducción de los labios. En el 50% de los casos también está afectado el capuchón del clítoris, por lo que es necesario realizar un abordaje en esa zona.
• Ptosis de labios mayores: se trata de una pérdida de volumen y caída de los labios mayores. En estos casos se realiza un aumento de volumen con grasa (lipofilling graso) y una labioplastia de labios mayores.
• Reconstrucción de himen.
• Eliminación de lesiones vulvares.

Es importante saber que no todas las pacientes con cualquier patología son candidatas de este tipo de cirugía. Por esta razón, es necesario que sean valoradas por un especialista en Ginecología.

Por último, existen algunas alternativas no quirúrgicas para la mayoría de patologías funcionales femeninas (sequedad genital, incontinencia de orina, dolor con las relaciones sexuales, anorgasmi o laxitud vulvovaginal) como el uso de láser de CO2, la radiofrecuencia genital, el uso de hilos tensores, la aplicación de ácido hialurónico, plasma rico en plaquetas o toxina botulínica.
 

Cirugía íntima genital: preparación y recuperación

En general, no requiere de ninguna preparación especial, aunque es recomendable para las pacientes que dejen de fumar al menos 8 semanas antes de la intervención. Además, que mantengan una dieta rica en antioxidantes y proteínas, con el objetivo de favorecer una correcta cicatrización de la zona.

Con respecto a los cuidados postoperatorios, son básicos para conseguir los resultados estéticos adecuados: reposo domiciliario, mantener las heridas limpias y secas, colocar hielo, analgesia pautada y evitar situaciones que favorezcan la tensión de las cicatrices.

En general, las pacientes pueden volver a trabajar después de una semana desde la intervención. Por otro lado, deben esperar unas 6 u 8 semanas para realizar actividad física y tener relaciones sexuales, aunque el tiempo varía en función de la cirugía y evolución de la misma. Si la cirugía evoluciona favorablemente, se recibe el alta definitiva a los dos meses.