¿Qué es el canal estrecho o estenosis de canal lumbar?

Escrito por:

Dr. Lluís González Cañas

Traumatólogo

Publicado el: 12/06/2020
Editado por: Alicia Arévalo


La columna vertebral está formada por lo que llamamos segmentos o unidades funcionales, que se componen de las vértebras y los discos intervertebrales por la parte anterior, y por las articulaciones interapofisarias o facetas en la parte posterior.

 

En todas las personas, con la edad y el paso del tiempo, estas estructuras tienden a sufrir cambios degenerativos, es decir, a desgastarse. Éste es un hecho que podríamos considerar un envejecimiento normal de la columna vertebral, y muchas veces será asintomático o bien cursará con síntomas leves.
 

Este “desgaste” de la columna lumbar, que como dijimos aparece fundamentalmente con la edad (aunque también hay otros factores predisponentes como el componente hereditario, el sobrepeso u obesidad, o ciertos trabajos que han requerido gran esfuerzo a nivel de raquis lumbar de forma repetida) en algunas ocasiones provocará lo que llamamos canal lumbar estrecho o estenosis de canal lumbar.

 

En todas las personas, con la edad y el paso del tiempo
se produce un desgaste de la columna lumbar

 

¿Qué es el canal lumbar estrecho?

Hablamos de canal lumbar estrecho o estenosis de canal cuando los cambios degenerativos aparecidos a nivel de la columna vertebral, es decir, la pérdida de altura de los discos intervertebrales y la artrosis de las articulaciones interapofisarias (facetas), provocan una disminución del diámetro del canal lumbar, por el cual pasan los nervios de la columna vertebral.

 

En otras palabras, la artrosis lumbar provoca, de forma muy progresiva, una hipertrofia o degeneración de las articulaciones de la columna (facetas), que se hacen de mayor tamaño, y éstas estrechan el canal lumbar comprimiendo a los nervios raquídeos.
 

Esta patología no es propia de gente joven, que presenta otras patologías más propias de su edad como por ejemplo la hernia discal, sino que se da generalmente a partir de los 50 años.


¿Cuáles son los síntomas del canal lumbar estrecho?

En muchos pacientes con canal lumbar estrecho, como entendemos que podría formar parte del envejecimiento “normal” de la columna vertebral, no aparecerán síntomas o bien estos serán leves. Sin embargo, en otros pacientes este estrechamiento progresivo del canal provocará síntomas muy invalidantes.
 

Los síntomas más frecuentes son:

Dolor lumbar. Dolor de tipo ciático en una o ambas extremidades inferiores. Claudicación neurógena de la marcha: éste es el síntoma más característico, que significa que al paciente “le fallan las piernas” cuando camina unos metros, apareciéndole dolor, sensación de “flojera” y hormigueo, hecho que le obliga a parar de caminar. Típicamente el paciente mejora de forma bastante rápida cuando se sienta, y puede reanudar su marcha unos metros más, hasta que vuelve a claudicar. Este síntoma se da por la compresión de los nervios raquídeos en la parte estrecha del canal lumbar. Pérdida de fuerza en las piernas: puede aparecer en casos más graves y evolucionados, incluso en el reposo.

 

¿Cómo se diagnostica el canal lumbar estrecho?

Los datos clínicos y síntomas que hemos descrito en el apartado anterior son muy característicos de la estenosis de canal lumbar. Trataremos de confirmar nuestra sospecha diagnóstica con exploraciones complementarias, siendo la más importante la resonancia magnética lumbar.

 

En caso de existir estenosis de canal, ésta se apreciará de forma clara en la resonancia magnética. Otras pruebas que nos pueden ser útiles son las radiografías de columna, la TAC de columna o bien el electromiograma.

 

¿Cuál es el tratamiento del canal lumbar estrecho?

El canal lumbar estrecho solo debe tratarse cuando es sintomático y provoca claudicación de la marcha. Es decir, no debemos tratar a un paciente que únicamente presente lumbalgia y que en una resonancia magnética se le ha diagnosticado de canal lumbar estrecho.
 

En cambio, sí trataremos a aquellos pacientes con dolor irradiado por la pierna o con claudicación de la marcha. A parte de la medicación antiinflamatoria, que se ha mostrado poco útil en estos casos, la primera opción terapéutica será la infiltración epidural. Este es un procedimiento ambulatorio en la que un anestesista especialista en terapia del dolor inyecta antiinflamatorios en la columna vertebral.
 

Si éste tratamiento no resulta efectivo, los traumatólogos optaremos por el tratamiento quirúrgico. Este tratamiento se realiza, en caso que sea posible, mediante técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas, que ofrecen excelentes resultados clínicos y una gran satisfacción para el paciente a corto y largo plazo. En otros casos se optará por una cirugía abierta, que será igualmente efectiva y satisfactoria para el paciente.

 

En algunos pacientes será suficiente con descomprimir el canal raquídeo, es decir, liberar aquellos nervios que estén presionados, y en otros casos, a parte de la descompresión, deberemos realizar una fijación o artrodesis de la columna lumbar, utilizando tornillos y barras de titanio unidos entre sí, y aportando injerto óseo para conseguir una correcta fusión vertebral. Se deberá individualizar el tratamiento en cada paciente.

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