¿Por qué es importante la asertividad?

La asertividad nos puede ayudar a resolver los conflictos, nos ayuda “enfadarnos bien”, en el buen sentido de la palabra, aprendemos a defendernos y a poner límites claros, lo que permite que nos sintamos bien y aumentemos nuestra autoestima.

¿Qué es la asertividad?

Una respuesta asertiva trata de defender los propios derechos (no dejarse pisar) y al mismo tiempo respeta a los demás y propone soluciones, es decir, es la manera que tienes de decir a alguien que te importa, que lo que ha hecho te ha molestado, sin callarte ni atacar. Lo que quieres es que esa situación que te ha hecho sentir mal, no se vuelva a repetir por lo que te vas a concentrar en buscar soluciones.

La asertividad no trata de “ganar” ni de vencer en una discusión, más bien trata de abrir un canal de comunicación y de escucha. Es una habilidad que está vinculada de manera directa a la autoestima, ya que si aprendemos a ser asertivos nos estaremos respetando y permitiendo a los demás que conozcan una opción para que se comporten de una manera más respetuosa con nosotros.
 

¿La asertividad resolverá todos mis problemas?

La verdad es que la asertividad no es la panacea, no te va a resolver cualquier problema por arte de magia, pero si que te va a ayudar a resolver los conflictos. También te va a evitar la sensación de culpa, que puede aparecer cuando la respuesta ante una situación conflictiva es:

• Respuesta pasiva: no decir nada o no defiendo mis derechos.
• Respuesta agresiva: subir a un nivel de tensión altísimo o teniendo respuestas desmesuradas.

En este sentido, tenemos que entender que la asertividad requiere también una parte de humildad, aceptar que nadie está en posesión de la verdad absoluta, sino que cada uno de nosotros conoce la realidad desde su punto de vista, experiencias, opiniones, creencias, y que desde ahí, con sus interpretaciones de lo que está ocurriendo actúa de la mejor manera posible.

Entender que el punto de vista del otro es importante (entender no quiere decir justificar). Cuando tratamos de hablar con un amigo de algo que nos ha molestado y nos parece que “es obvio y se debería dar cuenta”, en el fondo lo que estamos exigiendo es que mi amigo vea la realidad desde “mi mapa”, con mis creencias, interpretaciones y experiencias de lo que es ese suceso.

Es importante entender, que como se ha comportado mi amigo es lo que me ha dolido, molestado o enfadado, por lo que me debo centrar en eso que ha hecho y no en atacar a mi amigo. Lo que me molesta de mi amigo es algo concreto que ha hecho y cuanto más concreto sea, más sencillo será que se lo comunique y pueda proponer soluciones para que eso no vuelva a pasar.

La parte en la que propongo una solución es fundamental para enfocarnos, no sólo en el problema, sino en cómo se puede solucionar y no entrar en un bucle sobre lo mal que se ha hecho algo y entrar en justificaciones y excusas.

La asertividad en los niños

Como hemos visto, la asertividad es una habilidad social muy importante y por ello es necesario que se lo mostremos y enseñemos a los más pequeños desde temprana edad. Tienen que saber lo importante que es cómo decimos las cosas y lo necesario que es para la autoestima sentirse capaz de resolver los conflictos.

Sin duda, dar ejemplo es la mejor forma de mostrarles el camino, pero los libros infantiles enfocados a trabajar esta habilidad social son una buena forma de ir introduciendo la asertividad a las niñas y niños, ya que aprenderán cómo los personajes de las historias gestionan sus enfados y expresan sus emociones de manera asertiva.