Laparoscopia y toracoscopia infantil: qué son, para qué sirven y cómo se realizan

Escrito por: Dr. Alexander Siles Hinojosa
Publicado:
Editado por: Leo Santos

La laparoscopia y la toracoscopia son técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas que permiten explorar y tratar diferentes patologías del abdomen y del tórax en los niños.

 

Consisten en introducir una cámara de video (laparoscopio o toracoscopio) y unos instrumentos especiales a través de pequeñas incisiones en la piel, lo que evita tener que hacer cortes grandes y abiertos.

 

¿Cuáles son las principales ventajas de la laparoscopia y la toracoscopia infantil?

La laparoscopia y la toracoscopia infantil ofrecen varias ventajas frente a la cirugía convencional, tanto para el paciente como para el cirujano. Algunas de estas ventajas son:

  • Menor dolor postoperatorio, ya que se producen menos traumatismos en los tejidos.
  • Menor riesgo de infecciones, sangrados, hernias o adherencias, ya que se manipulan menos los órganos internos.
  • Menor tiempo de hospitalización y de recuperación, lo que facilita el retorno a las actividades normales del niño.
  • Mejor resultado estético, ya que las cicatrices son más pequeñas y menos visibles.
  • Mejor visión del campo quirúrgico, ya que la cámara proporciona una imagen ampliada y nítida de los órganos.
  • Mayor precisión y seguridad en los procedimientos, ya que se dispone de instrumentos específicos y adaptados a cada caso.

 

La toracoscopia permite explorar y tratar diferentes
patologías del abdomen y del tórax en los niños.

 

¿En qué casos está indicada la laparoscopia y la toracoscopia infantil?

La laparoscopia y la toracoscopia infantil se pueden utilizar para diagnosticar o tratar diversas enfermedades o malformaciones del abdomen o del tórax. Algunas de las indicaciones más frecuentes son:

  • Reflujo gastroesofágico: se realiza una operación antirreflujo (fundoplicatura de Nissen) para evitar que el ácido del estómago suba al esófago y cause irritación o daño.
  • Hernia inguinal: se explora el anillo inguinal contralateral para detectar si hay una hernia oculta y se repara el defecto herniario mediante sutura o malla.
  • Apendicitis: se extirpa el apéndice inflamado o infectado para prevenir complicaciones como la peritonitis o el absceso.
  • Quiste ovárico: se extirpa el quiste que causa dolor o alteraciones hormonales en las niñas.
  • Criptorquidia: se busca y se baja el testículo que no ha descendido al escroto en los niños.
  • Pectus excavatum: se corrige la deformidad del pecho que causa hundimiento del esternón mediante la colocación de una barra metálica que lo eleva.
  • Malformaciones pulmonares: se extirpan las lesiones congénitas del pulmón que causan infecciones o problemas respiratorios, como el quiste broncogénico o el secuestro pulmonar.
  • Derrame pleural: se drena el líquido que se acumula en el espacio entre el pulmón y la pared torácica y que dificulta la respiración.

 

¿Cómo se realizan la laparoscopia y la toracoscopia infantil?

La laparoscopia y la toracoscopia infantil se realizan bajo anestesia general y requieren una preparación previa del paciente.

 

El especialista en Cirugía pediátrica hace unas pequeñas incisiones en el abdomen o en el tórax e introduce una cámara de video conectada a un monitor. Luego introduce unos instrumentos especiales por otras incisiones para realizar el procedimiento indicado. Durante la intervención, se insufla gas (dióxido de carbono) en la cavidad abdominal o torácica para crear un espacio de trabajo.

 

Al finalizar, se extraen los instrumentos, se cierran las incisiones con puntos o grapas y se cubren con apósitos. El tiempo de duración de la cirugía depende de la complejidad del caso, pero suele ser menor que el de la cirugía abierta.

 

El alta hospitalaria suele ser precoz, entre 24 y 48 horas después de la cirugía. El paciente debe seguir unas recomendaciones de cuidados postoperatorios, como evitar esfuerzos, mantener una dieta blanda y acudir a las revisiones médicas.

 

Por Dr. Alexander Siles Hinojosa
Cirugía Pediátrica

El Dr. Alexander Siles es un reputado cirujano pediátrico y con especial dedicación a la cirugía torácica y oncológica infantil , experto en cirugía mínimamente invasiva (laparoscopia y toracoscopia). Cuenta con una extensa formación y trayectoria en el mundo de la pediatría, con diversos máster y cursos sobre la cirugía pediátrica. 

Experto en el tratamiento y cuidado de pacientes afectados por cáncer infantil, el doctor también se dedica a la cirugía torácica pediátrica (como malformaciones congénitas pulmonares y de vía aérea) y al tratamiento de malformaciones congénitas de la pared torácica (pectus excavatum, carinatum y otras).

Actualmente el doctor ejerce en diversas clínicas de renombre como la Clínica Cuidarte, además de su consulta privada online. 

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