La adicción a las benzodiacepinas, un problema de salud pública

Las benzodiacepinas son un conjunto de fármacos que comenzaron a comercializarse desde 1955 y constituyen en la actualidad uno de los grupos de medicamentos con mayor uso clínico. Se trata de psicotrópicos que generan diversos efectos sobre el sistema nervioso central:

• Ansiolítico.
• Amnésico.
• Hipnótico.
• Relajante muscular.
• Anticonvulsivo.
• Antiepiléptico

En la actualidad se han convertido en un problema de salud pública, debido a que, si bien pueden venderse legalmente con receta médica, provocan tolerancia, dependencia y adicción de manera muy rápida.

Por esta razón, se recomienda utilizar este tipo de fármacos bajo indicación médica controlada y tener en cuenta que presentan resultados eficaces a corto plazo pero son peligrosas si abusamos o extendemos su uso a largo plazo.

¿Para qué se usan las benzodiacepinas?

Es un tipo de fármaco usado por sus propiedades ansiolíticas e hipnóticas, por lo que suelen ser indicadas en los siguientes casos:

1. Ansiedad.
2. Insomnio.
3. Síntomas de alcoholismo.
4. Relajante muscular.
5. Convulsiones o epilepsia.
6. Desintoxicación de alcohol y opiáceos.

Además, en algunas ocasiones también se administran benzodiacepinas para la depresión, el estrés, delirios y trastorno bipolar, entre otros.
 

¿Cómo actúan las benzodiacepinas?

Este medicamento ejerce un efecto tranquilizante sobre el sistema nervioso central, especialmente sobre el GABA (ácido gamma-aminobutírico), neurotransmisor inhibitorio del sistema nervioso.

De esta manera, reduce la excitabilidad de las neuronas, es decir, a nivel clínico, produce sedación y efecto ansiolítico. Sin embargo, no todas las benzodiacepinas se componen igual y el mecanismo de acción varía según el fármaco específico.

Existen 4 acciones concretas:

1. Miorrelajante.
2. Hipnótica.
3. Anticonvulsivante.
4. Ansiolítica.
    

¿Cómo detectar la adicción a las benzodiacepinas?

Ha quedado evidenciado científicamente que este grupo de fármacos produce tolerancia, dependencia y adicción, por lo que también genera síndrome de abstinencia cuando se suprimen.

Por lo general, el consumo comienza por indicación médica. Sin embargo, su uso es recomendable solamente a corto plazo, un máximo de cuatro semanas, por lo que no es aconsejable que el paciente aumente la dosis, abuse del medicamento o se automedique.

El problema es que, en muchos casos, es difícil de reconocer la tolerancia y la dependencia, debido principalmente a que son recetadas por el médico, se usan diariamente y los síntomas del síndrome de abstinencia se confunden con el mismo malestar que se quiere aliviar con ellas.

Existen ciertos síntomas del abuso de estos fármacos:

• Depresión.
• Irritabilidad.
• Agresividad.
• Somnolencia diurna.
• Apneas del sueño.
• Visión borrosa.
• Amnesia.
• Dificultad para hablar o articular palabras.

¿En qué consiste la desintoxicación de las benzodiacepinas?

Una vez que reconocemos que existe un abuso o adicción a estos fármacos, es importante acudir a un especialista en Psicología experto en adicciones para poder iniciar un tratamiento.

El tratamiento adecuado deberá incluir:

• Desintoxicación: no se puede interrumpir el uso de benzodiacepinas por cuenta propia, ya que el síndrome de abstinencia puede ser peligroso. Además, no se debe hacer de manera brusca, lo recomendable es abandonarlas de manera gradual bajo supervisión médica.
• Tratamiento psicológico durante la deshabituación y la rehabilitación: puede ser terapia individual o terapia grupal.

Además, existen otros aspectos muy importantes para conseguir una completa recuperación:

• Educación sobre la adicción.
• Identificar las situaciones de riesgo o los estados que desencadenan el deseo de consumir.
• Romper el patrón de consumo.
• Aprender a prevenir las recaídas.
• Adoptar métodos alternativos para reducir los estados de ansiedad y el insomnio.