Intervención psicológica en el dolor crónico: abordaje grupal como alternativa efectiva
Escrito por:El dolor crónico, una de las formas más comunes de estrés, afecta a numerosas personas en todo el mundo. En España, aproximadamente 1 de cada 6 individuos experimenta dolor crónico, lo que resalta la magnitud del problema.
Este fenómeno, complejo y subjetivo, va más allá de una simple lesión, involucrando factores cognitivos, fisiológicos, afectivos y conductuales. A menudo, las soluciones biomédicas son insuficientes, lo que deja a los pacientes en un estado de desesperación y a los profesionales en un callejón sin salida.

en lo físico, sino también en lo emocional y cognitivo
La complejidad del dolor crónico
El dolor crónico no solo se manifiesta físicamente, sino que también provoca sufrimiento, aislamiento y sentimientos de discapacidad. Los pacientes se sienten alterados en su vida laboral, social y familiar, lo que agrava aún más su situación.
La sensación de aislamiento y soledad intensifica el dolor, llevando a una mayor concentración en la experiencia dolorosa y una disminución de la autoestima.
Justificación de la intervención psicológica
Ante esta complejidad, surge la pregunta: ¿cómo abordar el dolor crónico de manera efectiva? La intervención psicológica se presenta como una opción viable y necesaria.
Considerando la diversidad de factores involucrados en el dolor crónico, es crucial implementar estrategias que no solo se centren en lo físico, sino también en lo emocional y cognitivo.
Abordaje grupal: una alternativa eficaz
En este contexto, la terapia grupal se presenta como una herramienta terapéutica valiosa. En un entorno grupal, los pacientes pueden compartir sus experiencias, encontrar apoyo mutuo y aprender estrategias para manejar el dolor.
Este enfoque reduce el aislamiento y ofrece un espacio donde no hay juicio, proporcionando herramientas diversas para afrontar el dolor crónico. La terapia grupal no solo ofrece acompañamiento, sino que también fomenta un sentido de comunidad entre las personas que sufren dolor crónico.
En conclusión, la intervención psicológica, especialmente en un formato grupal, se presenta como una opción justificada y efectiva para abordar el dolor crónico. A través de programas que integran estrategias psicoeducativas, técnicas de relajación y terapias cognitivo-conductuales, los pacientes pueden mejorar su percepción del control sobre el dolor y las experiencias asociadas.
Los profesionales de la psicología desempeñan un papel crucial en ayudar a los pacientes a gestionar el dolor crónico y mejorar su calidad de vida.